Ya hay usuarios que se están encontrando con la funcionalidad de correos que se autodestruyen en Gmail.

Fue una de las funciones estrella del nuevo rediseño de Gmail, pero al mismo tiempo una de las grandes decepciones; pese a que Google lo anunció hace ya semanas, por ahora no podíamos disfrutar de la nueva función de mensajes que se borran automáticamente.

Los correos que se autodestruyen en Gmail están llegando a los usuarios

Parece que finalmente esta función está lista para todos los usuarios, ya que está llegando poco a poco. Sin embargo, y como es habitual, este lanzamiento se está realizando de manera progresiva. Es decir, que no te extrañe si entras en Gmail y no te encuentras con la función; es sólo que tardará un poco más en llegar.

El nombre oficial de esta funcionalidad es el “Modo Confidencial”, porque la idea es que lo usemos para evitar que se filtre información no deseada, y para tener un mayor control de nuestros datos.

Es un concepto muy sencillo. Básicamente consiste en crear un correo con fecha de caducidad, que sólo puede leerse durante un tiempo determinado. Después de ese periodo, dejará de estar accesible y su contenido no se podrá leer.

Además, los destinatarios tendrán serias limitaciones en lo que pueden hacer con un correo confidencial. Estos correos no se podrán reenviar, ni copiar, pegar, descargar ni imprimir.

Sin embargo, deberías saber que es perfectamente posible hacer capturas de pantalla de los correos. Lo hemos probado tanto en Windows como en Android, y la captura de pantalla muestra el contenido del correo. Por lo tanto, no es un contenido completamente confidencial.

Cómo usar la función de correos que se autodestruyen

Si tienes fortuna, ya tendrás el nuevo Modo Confidencial. Lo reconocerás como un nuevo botón de un candado con un reloj; si pasas el ratón por encima verás “Activar o desactivar el modo confidencial”.

Cuando pulses el botón, verás las opciones que tienes, además de una explicación de qué exactamente lo que hace este modo.

En la sección “Configurar caducidad” podremos especificar cuándo queremos que el correo caduque y deje de estar accesible. Lamentablemente, parece que estamos limitados a unos periodos predefinidos; no podemos especificar la hora y el día que queremos que caduque.

También podemos configurar si queremos confirmación por SMS. Si la activamos, el destinatario recibirá un SMS a su teléfono para comprobar su identidad. En ese caso, tenemos que indicar el número de teléfono del destinatario.

De esta manera, nos garantiza que sólo la persona en cuestión podrá leer el correo privado. Al intentar abrir el correo, aparecerá un mensaje emergente que nos pedirá la contraseña; tendremos que comprobar si hemos recibido un SMS, e introducir el código que hayamos recibido. Podemos poner un límite de tiempo que ese código será válido para acceder el correo, para evitar que otros lo aprovechen.

Cómo llegan los correos del Modo Confidencial

Esta no es una función del estándar de correo electrónico, sino que es exclusiva de Gmail. Esto significa que, dependiendo de a quién se lo mandes, el resultado es diferente.

Si se lo envías a una persona que ya tiene el rediseño de Gmail, podrá leer el correo directamente en Gmail. No será diferente a otros correos normales. El único indicativo es una notificación en la parte inferior del correo, en la que se explica la fecha en la que caducará el contenido, y qué limitaciones tenemos para este correo. Por todo lo demás, es como cualquier otro.

Si envías un correo confidencial a una persona con el diseño antiguo de Gmail o con otro cliente de correo electrónico, esta no podrá leerlo directamente. En vez de eso, recibirá un correo en el que se explicará que un usuario nos ha enviado un correo confidencial, y nos mostrará un enlace.

Si pulsamos el enlace, saldremos de nuestro cliente de correo y se abrirá una nueva pestaña de Google, en la que se nos mostrará el contenido del correo condifencial, la caducidad y las limitaciones. Esta pantalla tiene el diseño del nuevo Gmail, pero por lo demás no tiene absolutamente nada más.

El “modo confidencial” de Gmail no es completamente confidencial. Pero sí que puede ser lo suficiente como para tapar huellas y evitar problemas a largo plazo.