DuckDuckGo es una de las grandes alternativas a Google en el sector de los buscadores web; y eso es decir mucho, teniendo en cuenta el absoluto dominio que tiene la gran G.
Más importante aún, DuckDuckGo se basa en unos principios opuestos a los de Google. Es bien sabido que Google llegó a donde está gracias a una publicidad personalizada en base a nuestros datos; por lo tanto, cuanto más datos obtiene de nuestras vidas mejor publicidad muestra, y más dinero gana con ella.
DuckDuckGo, la alternativa a Google centrada en la privacidad
Que sea algo ya aceptado en la sociedad no significa que tenga que seguir siéndolo, y así nació DuckDuckGo. Este buscador se caracteriza por poner la privacidad del usuario por encima de todo.
Para empezar, el historial de búsqueda es privado y no es compartido con nadie; la página no recopila datos personales basados en nuestras búsquedas, ni los comparte. Pero la gran diferencia es que la publicidad no nos rastrea; y la propia web de DuckDuckGo no lo hace.
Con el tiempo, DuckDuckGo se ha convertido en algo más que un simple buscador; desarrollando herramientas que nos protegen ante el rastreo indiscriminado en Internet. Un rastreo necesario para mostrar publicidad y contenido personalizado; pero cuya necesidad está cada vez más en entredicho por la comunidad internauta. Sobre todo después de escándalos como los de Facebook y la cantidad de información que recopila sobre nuestra persona.
Sin embargo, no es que DuckDuckGo sea el buscador más usado precisamente; y la reciente multa de la Unión Europea a Google de 430 millones de euros por abuso de posición dominante con Android ha motivado a los creadores de DuckDuckGo a hablar de su experiencia intentando competir con Google.
Algo que, como os podéis imaginar, es muy difícil. Sobre todo por algunas de las prácticas más dudosas de Google, que buscan limitar el uso de alternativas a su buscador.
Las medidas de Google contra DuckDuckGo y buscadores alternativos
Tal vez la más curiosa es el dominio duck.com, que pertenece a Google; si intentamos acceder, nos redirige automáticamente a la página de Google. De esta manera, la compañía se aprovecha de que DuckDuckGo no es precisamente el nombre más fácil de recordar (algo que sin duda estarán maldiciendo los que lo eligieron); si sabemos que tiene “duck” en el nombre y probamos a buscar, llegaremos a la página de Google. Esto puede provocar confusión entre los usuarios.
DuckDuckGo también ha hablado de cómo Chrome intenta evitar que usemos buscadores alternativos. Cada vez que la extensión de DuckDuckGo se actualiza, Chrome muestra a los usuarios una ventana emergente en la que se les pregunta si quieren volver al buscador de Google; además de deshabilitar completamente la extensión.
Oficialmente, Google implementó esto para luchar contra extensiones que modifican nuestro buscador por defecto sin nuestro permiso; pero a la hora de la verdad, es otro obstáculo más que tienen los buscadores alternativos.
Pero sin duda alguna, el mayor se encuentra en las apps móviles. En Chrome para iOS aún no es posible cambiar el buscador; todas las búsquedas se hacen en Google sí o sí.
Si Google merece la multa de la Unión Europea o no es un debate muy interesante; sobre todo porque trata mucho sobre las diferencias de Android como sistema operativo y como plataforma. Pero al menos en el sector de los buscadores, es evidente que la compañía ha dado grandes pasos, algunos de ellos discutibles, para conseguir su dominio.
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