Siempre es algo desconcertante mirar atrás y ver cómo han cambiado nuestras vidas en tan poco tiempo. Llámalo nostalgia o como quieras, pero el placer de recordar épocas pasadas es uno de los placeres que compartimos la mayoría de seres humanos.
La tecnología no se salva. Admiramos las piezas de tecnología que antes usábamos muy contentos, sin darnos cuenta del enorme salto que íbamos a disfrutar años después; nos perdemos en sus curiosidades, e incluso en sus defectos. Pero tal vez no nos demos cuenta de que aquellos aparatos no eran especiales sólo por cómo se manejaban.
El museo online de sonidos
El sonido es un aspecto que muchas veces olvidamos sin darnos cuenta. Para la tecnología moderna, el sonido es ruido, y el ruido hay que evitarlo a toda costa. Escuchar cómo el dispositivo hace el trabajo es una sensación desagradable, que asociamos con piezas rotas; el sonido de los engranajes, de los interruptores, de las teclas, de los flashes… todo eso ha desaparecido o se ha adaptado a las nuevas tendencias con el tiempo.
Hasta que no escuchamos esos sonidos, no nos damos cuenta de lo que hemos perdido (suele ocurrir con todo). Para darnos cuenta de eso, existe una página que se especializa en guardar y reproducir sonidos que ya no están en nuestras vidas.
Se llama CTS (Conserve The Sound), y es un museo online del sonido; una selección de dispositivos, cachivaches y otros objetos, y especialmente, de cómo sonaban cuando eran nuevos. La mejor manera de descubrirlos es acceder a la pestaña “Sonido”, donde podemos explorarlos por décadas, desde la década de 1910 hasta la de los 2000.
Dependiendo de tu edad, puede que hayas escuchado muchos de estos aparatos cuando se usaban; o puede que apenas recuerdes alguno, como la cámara instantánea Polaroid, uno de los más nuevos. También hay cámaras de carrete, por supuesto, con su flash.
Los amantes de los teclados mecánicos que hacen ruido se perderán en el sonido de las muchas máquinas de escribir recopiladas; desde las más vetustas hasta las electrónicas.
En telefonía, no faltan los clásicos, desde los que tenían discos para marcar hasta los de botón. Y por supuesto, tenían que estar los “walkman” de cinta de casete.
Sonidos que nunca más escucharemos
Algunos sonidos llaman la atención, pero entonces te das cuenta de que poco a poco ya no se escuchan; como el sonido de los elevalunas manuales. Vaya brazos hicimos algunos a base de subir y bajar las ventanills del coche. Los sonidos de motor también desaparecerán muy pronto, y también están recogidos en esta web.
La informática también tiene hueco, curiosamente; en forma de un par de portátiles de Apple. Aunque personalmente, me hubiera gustado el sonido de algún PC IBM compatible, incluidos los pitidos. Tal vez para la próxima vez.
El CTS merece una visita a poco que tengas algo de sentimiento nostálgico.
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