Ahora que cada vez más gente apuesta por el streaming, uno de sus grandes problemas está saliendo a la luz: el retraso, o “lag”, que tienen respecto a las emisiones en directo por televisión.
Esto se nota especialmente los días que hay partido de la selección; estás viendo el encuentro por Internet, y de repente escuchas un “goool” por la ventana. A los pocos segundos, ves el tanto en tu pantalla. Ni que decir tiene que esto es algo más que confuso; eso de que te suelten “spoilers” del partido mientras lo ves no es muy agradable.
Por qué el streaming va con retraso respecto a la televisión
Este problema radica en la manera en la que funcionan los servicios de streaming; a diferencia de con la televisión, tu dispositivo no recibe el vídeo como una señal en tiempo real. Es gracias a eso que tu televisor siempre será más rápido, porque sólo tiene que reproducir el vídeo conforme va llegando al receptor.
En cambio, en el streaming el vídeo se recibe en segmentos; cuando tu dispositivo recibe un segmento, primero lo procesa, y a continuación lo reproduce mientras espera al siguiente segmento. Así que, de entrada, siempre va a haber algo de retraso, que puede ser de hasta varias decenas de segundos.
El tamaño de los segmentos puede ser variado, pero cada tamaño tiene sus inconvenientes. Si son demasiado grandes, el tiempo de proceso se alarga y se introduce lag; si son demasiado cortos, la cantidad de conexiones necesarias entre tu dispositivo y el servidor se multiplica exponencialmente, y la calidad de la codificación del vídeo sufre.
La solución de la BBC
Ahora el departamento de desarrollo de la BBC, la cadena británica, afirma haber encontrado una posible solución al retraso en las emisiones por streaming. Y se centra en variar la longitud de esos segmentos para que lleguen lo antes posible al dispositivo; sin necesidad de esperar a que estén completos.
Este proceso se basa en un estándar presente en HTTP 1.1, aunque no todos los operadores lo soportan. Consiste en crear miniparticiones dentro de cada segmento, que definen las partes que pueden ser enviadas sin esperar; de esta manera, el receptor podría empezar a reproducir el vídeo antes y se eliminaría el retraso.
Los ingenieros han pensado en otros métodos. Por ejemplo, normalmente los reproductores tienen un “buffer”, la memoria en la que van guardando el vídeo, bastante grande; esto se hace para evitar que haya saltos en la reproducción, pero si tienes una conexión a Internet rápida eso no es necesario. Además, también han trabajado en optimizaciones en los procesos encargados de servir el contenido.
Por el momento, la BBC aún está trabajando en desarrollos como este, pero es de esperar que otros servicios se sumen.
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