No solo los coches particulares y los vehículos de transporte darán el salto a la tecnología eléctrica; los servicios públicos también tienen un gran salto que dar, desde las clásicas furgonetas diésel a nuevos vehículos más modernos. Las ambulancias del futuro, por ejemplo, estarán cargadas de nuevas tecnologías que ayudarán a salvar vidas, y por supuesto, serán eléctricas.

Esta migración a vehículos eléctricos traerá consigo varios desafíos. Una ambulancia debe estar lista al instante, en cuanto se reciba una llamada de emergencia; así que detalles que ya son importantes para el consumidor como los tiempos de recarga serán absolutamente críticos. Incluso ya en marcha, el funcionamiento de una ambulancia eléctrica puede ser diferente a lo acostumbrado; y requerirá un entrenamiento adicional y diferente para los conductores y profesionales de la salud.

Un Tesla Model X se disfraza de ambulancia por una buena razón

Para comprender mejor todos estos desafíos, el servicio de emergencia danés Falck ha decidido crear un prototipo de ambulancia eléctrica, basada en un Tesla Model X. Falck ofrece servicios en buena parte del norte de Europa; y como tal ya está preparándose para el momento en el que tenga que cambiar toda la flota de vehículos para adaptarse a las nuevas leyes contra la contaminación.

En vez de partir desde cero, en Falck han decidido modificar un Model X, el modelo más grande y amplio que ofrece Tesla en la actualidad. Este SUV tiene el espacio para ofrecer tres filas de asientos; aunque en este caso las plazas traseras se han eliminado para poder acomodar al paciente y todo el equipamiento necesario.

En concreto, se trata de la versión P100D; el modelo de mayor rendimiento capaz de alcanzar los 250 km/h y con una aceleración de 0 a 100 km/h de 3,1 segundos. Esto último algo muy necesario cuando estás atravesando el tráfico.

Los desafíos de crear una ambulancia eléctrica

Lo interesante es la gran cantidad de modificaciones que este modelo en concreto ha recibido. Por ejemplo, se han asegurado de que el sistema eléctrico original del coche sólo se usa para la conducción. Para las luces de emergencia, la sirena, la radio y el equipamiento médico han instalado un segundo sistema eléctrico independiente; de esta manera, en caso de un fallo técnico que impida arrancar el coche, se podrá seguir prestando atención al paciente.

Además, también se ha implementado un sistema de calefacción por metanol, que tampoco usa la batería del coche; algo especialmente importante en los países nórdicos, donde el paciente siempre estará en un entorno con una temperatura controlada.

Estas modificaciones reflejan la cantidad de detalles que los fabricantes tendrán en cuenta a la hora de desarrollar futuros modelos comerciales.