Hace ya bastante tiempo un amigo y yo creamos un término en tono jocoso hacia Facebook: el Síndrome Zuckerberg. Esta afección que nos inventamos mi amigo y yo consistía en la enfermiza necesidad del CEO de Facebook en crear imitaciones de funciones de sus rivales o directamente sus modelos de negocio. No es un misterio que por ejemplo, las famosas historias, las sacó de Snapchat en un ya muy hablado berrinche por no haber podido comprar la compañía.
Ahora salta de nuevo la polémica a la palestra: Facebook está creando su propia alternativa a Patreon, un modo de compensar a los creadores de su plataforma vía micromecenazgo. Ha sido la prueba definitiva de que por mucho que Facebook sea la empresa que es, hay jardines en los que no se puede meter.
El patreon de Facebook: peores condiciones y censura sin que haya salido
¿Qué es Patreon? A efectos prácticos es un portal de micromecenazgo para creadores de contenido de distinta índole. Los fans de un creador pueden aportar dinero real en los Patreons de estos para alcanzar ventajas exclusivas, una suerte de “suscripción premium”. Esta plataforma se ha vuelto muy popular entre, por ejemplo, los youtubers que complementan dichas aportaciones y las suelen usar para mejorar el contenido de sus vídeos.
Facebook no iba a ser menos, y ha creado su propia plataforma de suscripciones de fans, y aún sin haber salido ha generado todo tipo de críticas negativas. Y no, no es por ser Facebook precisamente. Las condiciones que se han mostrado al público no han dejado indiferente a nadie y sorprendentemente ha habido censura incluso antes de que la plataforma haya salido.
Entre algunas condiciones más o menos polémicas, la que ha destacado más ha sido el porcentaje que se lleva Facebook de todo el dinero que se va a los fans. Patreon se queda únicamente con un 5 por ciento de las donaciones que se dan a los creadores. Facebook, por su parte, sube ese porcentaje hasta el 30 por ciento. Y hay más.
Facebook pide el brazo y todavía dice que falta. El fundador de The Hard Times ha recibido en su correo una invitación para suscribirse a esta plataforma, y por supuesto ha revisado las condiciones para inscribirse. Incluso tras todos los escándalos a los que Facebook ha sido sometida, como condición pide el uso del contenido de los creadores, algo que hace Patreon pero con límites. El acuerdo con Facebook implica una petición a los creadores de que entreguen una licencia a su trabajo que siga vigente incluso después de que estos dejen de usar el servicio. En castellano: incluso si dejan de usar la plataforma de Facebook, esta puede seguir usando el contenido del creador.
A esta petición y al 30 por ciento que se queda Facebook se le añade que la licencia de uso del contenido es de por vida. Hay otro detalle que no ha gustado nada; mientras que Patreon permite que las donaciones sean en las fechas que el creador considera óptimas para diversos contenidos, la plataforma de Facebook obliga a pagar una cantidad determinada a sus fans que empieza desde los 4.99 dólares. Algunas de las ventajas de convertirte en un “supporter” implican tener acceso a contenido exclusivo y tener una insignia que se mostrará en los comentarios de Facebook.
La parte de todo el acuerdo que más descontento ha causado es que si “supporteas” a un creador en Facebook, el plan ofrecerá “descuentos o pruebas gratuitas para los fanáticos de vez en cuando a nuestra discreción”. El gran problema de esto, es que esos descuentos y pruebas gratuitas salen del creador y de su bolsillo, y no de Facebook.
Saincome también adelanta algunos acontecimientos. Asegura que esta estratagema está pensada para que, una vez que tenga una base sólida de creadores en la plataforma, subir el porcentaje de corte que se lleva Facebook y gracias a la licencia de por vida, recordemos, usar sin restricciones todo el trabajo de los creadores además de ganar dinero a costa de sus fans. Ahorro en creación de contenido con el trabajo de otros.
Por si no fuera poco, incluso cuando el servicio aún está en fase de nacimiento, Facebook ya ha censurado contenido. Cyanide & Happiness, uno de los memes irreverentes más importantes de Internet, ya ha sido baneado de dicha plataforma considerándolos “demasiado ofensivos”. Para finalizar esta caterva de despropósitos, los “creadores” a los que se les ha invitado a la plataforma no tienen absoluto sentido.
Entre las páginas que recibieron invitaciones anoche se encuentran una página de memes y una página de Dachshund Rescue. Si sois asiduos a Internet entenderéis por qué pedir donaciones por una página de memes no tiene absoluto sentido.
Cuando Facebook abarca mucho pero no aprieta
Una de los peores síntomas del Síndrome de Zuckerberg del que os he hablado al principio de este artículo es que, cuando Facebook quiere copiar algo de los rivales, lo hace de la peor forma posible, y tarde. Ya no hablamos de que las condiciones de servicio sean infinitamente peores que las de competidores directos como YouTube o Patreon. Hablamos de que incluso necesitando la ayuda de creadores de contenido, prioriza su propio beneficio antes que el de estos. Y en esta ocasión el síntoma ha pegado con fuerza.
Hay demasiadas cosas que huelen mal en esta iniciativa dejando a un lado el 30 por ciento que piden frente al 5 de Patreon por sus servicios. Facebook quiere, de forma descarada, usar todo el trabajo de los creadores de contenido para su uso propio de por vida, incluso si estos no pertenecen a su servicio. No ha tenido rubor alguno en poner esto en la cara de dichos creadores, a expensas de que ellos firmaran el contrato contentos.
Es muy pronto para “condenar” a esta plataforma de suscripción de fans, pero empieza con muy mal pie. Los titulares están hechos, los artículos como el que estáis leyendo ya están redactados. Y ahora mismo, Facebook no sabe ni cómo empezar un proyecto que desde un principio sonaba poco halagüeño. Zuckerberg, no eres Elon Musk, no puedes reproducir lo que quieras y esperar que salga bien.
Esperemos que algún día Facebook se cure de su síndrome.
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