Hecha la ley, hecha la trampa. Es un refrán que nos sirve para comprender muchas de las acciones de las grandes empresas; en la mayoría de las ocasiones, movimientos extraños o que parezcan un sinsentido en realidad son acciones muy calculadas para sacar provecho de la legislación vigente. Es algo que ha ocurrido siempre; y que seguirá ocurriendo simplemente porque los legisladores no tienen en cuenta (o no quieren tener en cuenta) todas las posibilidades a la hora de escribir una ley.

Es algo que está ocurriendo ahora mismo, de hecho, con las nuevas leyes europeas relacionadas con la contaminación; supuestamente, se han impuesto para obligar a los fabricantes a mejorar sus motores de combustión e invertir en nuevas tecnologías, como los coches eléctricos o de hidrógeno.

Una medida que obligará a vender coches no contaminantes (en teoría)

La medida aprobada por la Comisión Europea supondrá que, a partir de 2020, todos los fabricantes tendrán una limitación en la cantidad de contaminantes que sus coches pueden emitir. En concreto, la gama de cada fabricante sólo podrá emitir 95 gramos de CO2 de media; esto se calculará en base a todos los coches vendidos por ese fabricante, por lo que no significa que todos tengan que tener esa limitación. Por ejemplo, puede ofrecer un modelo muy contaminante, y a cambio ofrecer otro mucho menos contaminante.

Se espera que algunos fabricantes tengan problemas para cumplir con esa media; y que tengan que deshacerse de los motores y modelos más “sucios”. En algunos casos como el de Fiat, la situación era algo desesperante; el fabricante pertenece al grupo FCA (Fiat Chrysler Automobiles), y es notoriamente uno de los más retrasados en el desarrollo de coches eléctricos. No solo eso, sino que buena parte de su gama ya tiene varios años encima; las últimas renovaciones han sido principalmente estéticas.

Los coches de Fiat más contaminantes podrán seguir vendiéndose

Fiat se encontraba en una situación peligrosa; pero aquí es donde entra Tesla, el famoso fabricante de coches eléctricos que ha entrado con fuerza en el mercado europeo. Y aquí es también donde entra la “trampa”. Resulta que, conocedora de la situación de algunos fabricantes, la Comisión Europea incluyó la posibilidad de que los fabricantes junten sus flotas de vehículos para el cómputo de las emisiones.

En otras palabras, de cara a este cálculo, Fiat y Tesla serán consideradas la misma marca, y todos sus modelos contarán para hacer la media de emisiones. Como ninguno de los Tesla emite contaminantes, Fiat podrá seguir ofreciendo los motores y coches actuales sin peligro de pasar los 95 gr de CO2 de media.

El acuerdo supone que Fiat Chrysler pagará una buena cantidad de dinero a Tesla; la cifra exacta no se ha hecho pública, pero se estima en los cientos de millones de euros. Es dinero que Fiat podría haber dedicado a desarrollar sus propios coches eléctricos, pero eso es lo que pasa cuando vas un poco por detrás del resto del mercado.