Cuando pensamos en un "chip", nos imaginamos algo muy pequeño, que puede caber en la yema de nuestro dedo índice. Al fin y al cabo, cuanto más pequeños sean los chips, mejor se pueden integrar en nuestros dispositivos. No tiene ningún sentido crear un chip gigantesco, que sea incluso más grande que tu móvil, ¿verdad?
Bueno, si no tienes las limitaciones de espacio, ¿por qué no? Es lo que han pensado en Cerebras Systems, una startup de California que ha presentado el chip más grande hasta ahora, un auténtico gigante que da hasta risa.
Las fotografías publicadas parecen más propias de un meme, pero es un producto real que ha sido fabricado de verdad. Pero, ¿realmente sirve para algo? Y ¿qué ventajas tiene respecto a un chip convencional?
El chip más grande del mundo
Cerebras System ha desarrollado lo que llama Wafer Scale Engine, un procesador con nada menos que 1,2 billones de transistores (sí, con "b"); es la mayor cantidad de transistores que jamás se ha conseguido en un sólo chip, una cifra que sólo estaba en los sueños de hasta los más optimistas.
Para acompañar semejante potencia, 18 gigabytes de memoria caché están incluidos en el propio chip. Piénsalo bien, este chip tiene más capacidad de memoria caché que la mayoría de los ordenadores actuales tienen de memoria RAM.
Para acomodar todo eso, el chip ocupa nada menos que 46.225 milímetros cuadrados. Como su nombre indica, el Wafer Scale Engine ocupa una oblea completa, que en la producción de procesadores normalmente suele alojar decenas de chips. De hecho, el diseño interno se parece mucho al de varios chips pequeños interconectados; la gran innovación de Cerebras está las nuevas técnicas usadas para que esos chips se comunique entre si, además de en la gestión de tantísimos transistores.
Pero, ¿por qué hacer un chip tan grande? El motivo no es otro que el desarrollo de Inteligencia Artificial y aprendizaje automático, tareas muy costosas en términos computacionales, y que precisan usar una gran cantidad de procesadores. La lógica de Cerebras Systems está en reducir los costes de diseño, producción y gestión de todos esos chips, simplemente teniendo menos cantidad de estos.
Baste decir que el Wafer Scale Engine ha obtenido la atención de todo Silicon Valley en un instante. Nunca antes nadie había intentado nada semejante... básicamente porque nadie veía la lógica.
Los problemas de crear un chip tan enorme
Para empezar, instalar estos chips en las granjas de servidores y centros de datos puede ser complicado, y probablemente necesitará de hardware e instalaciones personalizadas. Esa es una inversión que puede no tener sentido para muchas empresas.
Además, el hecho de ocupar una oblea completa puede aumentar los costes. La producción de chips aún no es una ciencia exacta, y es normal que en una oblea no todos los procesadores sean exactamente iguales. Normalmente eso no es un problema; los chips menos potentes o con errores pueden venderse como versiones más baratas.
Pero el Wafer Scale Engine no puede hacer eso, porque toda la oblea es un chip. Cerebra Systems afirma que su solución implica meter redundancias en el diseño; núcleos adicionales que puedan usarse como "plan B" en caso de que alguno haya salido mal de fábrica.
Está por ver si este es el futuro de la fabricación de chips, pero lo que es seguro es que dará que hablar.