El Autopilot, o piloto automático de los Tesla parece ser capaz de despertar lo peor de los conductores. Es cierto que puede ser una gran ayuda en la carretera, y salvar muchas vidas; pero también puede dar una falsa sensación de seguridad que fomenta cometer errores básicos.
Hemos visto ya demasiados casos de accidentes y arrestos de conductores que se olvidan de que el piloto automático no es capaz de conducir el coche sólo; y que siempre deberían estar atentos a la carretera, como si estuviesen conduciendo.
Y sin embargo, los propietarios de los Tesla parecen olvidarse de eso cuando están al volante; o mejor dicho, cuando sueltan las manos de este. El último caso es uno de los más chocantes que se han hecho públicos.
Cuidando la higiene dental en un Tesla
Según un sargento de la policía de Ontario, Canadá, el pasado 8 de enero pararon a un conductor de un Tesla (apartentemente, un Model S por lo que se ve en la foto). Se dieron cuenta de que el hombre, de 58 años, no tenía las manos al volante.
Eso no es lo más grave, y de hecho es algo común; aunque en teoría deberíamos tener las manos en el volante cuando usamos el AutoPilot, en algunas zonas esta limitación realmente no existe. Por ejemplo, en Europa, por las leyes más estrictas, el AutoPilot y otras funciones semi-autónomas pierden funciones. Pero en Norteamérica, que es donde se dan la mayoría de estos casos, la historia es diferente.
Lo que realmente hace destacar este caso respecto al resto es lo que estaba haciendo el conductor: limpiarse los dientes. En concreto, estaba usando hilo dental para repasarse la dentadura, y para ello necesitaba las dos manos.
Mientras él estaba ocupado en su higiene dental, el coche alcanzó los 135 kilómetros por hora, según la policía, que inició una persecución. Después de pararlo, el hombre fue acusado de conducción temeraria.
Aunque parezca muy seguro, este tipo de prácticas pueden acabar muy mal. El 2019 lo cerramos con un fuerte accidente de un usuario que quitó las manos del volante para grabar un vídeo; un usuario que, por cierto, culpó al Autopilot. Y poco antes, un Tesla en piloto automático provocó un accidente contra un coche de policía; el conductor también fue acusado de conducción temeraria al admitir que estaba distraído.
Son demasiados casos en tan poco tiempo, especialmente porque todos tienen que ver con una funcionalidad única del vehículo. Es cierto que es demasiado fácil encontrar conductores distraídos en la carretera, sin importar la marca del coche que usan; pero si encima de eso tienen un sistema a su alcance que les facilita la distracción, se dan casos como este.