Realme no da tregua. Si el pasado octubre lanzó su gama alta, el X2 Pro, esta mañana ha presentado el nuevo teléfono más avanzado de su catálogo, el X50 Pro. Además de por tener potencia a raudales y contar con seis cámaras, destaca por venir equipado con 5G, con lo que aspira a ser una de las grandes opciones de aquellos que quieren tener un móvil con el último tipo de conexión pero a un precio más ajustado, ya que parte de los 599 euros.
La compañía que forma parte de BBK Electronics ha hecho toda una declaración de intenciones con el X50 Pro. Viene con el procesador más avanzado de Qualcomm, conexión con las principales bandas 5G, WiFi 6, pantalla Super AMOLED de 90 hz, 12 GB de RAM, un sistema de cámaras versátil y una carga ultrarrápida que completa la batería en un tiempo máximo de 35 minutos. Un cóctel con el que quiere rivalizar con Xiaomi pero también con Samsung y LG.
Ya el diseño del X50 Pro es una declaración de intenciones. En esta ocasión ha optado por un cristal con un acabado mate que se siente más premium y agradable en la mano que las generaciones anteriores. Eso sí, es algo más pesado y voluminoso que el gama alta anterior pues se va hasta los 207 gramos de peso.
Potencia y fluidez
Como sucede con los terminales estrella de la compañía china, realme apuesta por ofrecer la máxima potencia en su gama alta. Lo hace equipando en el X50 Pro el chip de siete nanómetros Snapdragon 865 de Qualcomm, 12 GB de RAM y una configuración de hasta 256 GB de almacenamiento UFS 3.0, un tipo de memoria que desde finales del año pasado equipan todos sólo los grandes gamas alta.
Este planteamiento hace que el rendimiento del terminal sea muy alto. Una alta capacidad para mover cualquier aplicación así como un experiencia fluida que viene refinada gracias a la última versión de la capa de personalización de Android, realme UI. Buscando además esa sensación de fluidez, el smartphone viene con una pantalla con 90 hz de tasa de refresco, lo que hace que las animaciones den la sensación de rapidez.
Monta un pantalla de 6,44 pulgadas Super AMOLED con resolución FHD+ y una capacidad de brillo de más de 1.000 nits de contraste en situaciones con mucha luz directa. No cuenta con notch y su ratio panel-cuerpo es del 92%, aunque eso sí, el cristal está agujereado en la esquina superior derecha para alojar la doble cámara delantera, siguiendo el estilo que el Samsung Galaxy S10+ implantó en el mercado.
En la pantalla también encontraremos un lector de huellas que funciona de forma bastante fiable y rápida, aunque es todavía más rápido el reconocimiento facial que incorpora con lo que muchas veces no nos dará tiempo siquiera a llegar a poner el dedo. Eso sí, hemos de ser conscientes de que el sistema de verificación de rostro no es tan seguro como FaceID, con lo que para diversos trámites será necesaria la huella. Eso sí, no trae puerto de auriculares, conexión que sí tiene el X2 Pro.
Otro de los puntos fuertes del X50 Pro es su sistema de carga ultrarrápida. El teléfono equipa una batería de 4.200 mAh que da para acabar el día sin complicaciones, sin embargo, es su cargador el que alberga la 'magia'. Un sistema bautizado como SuperDart dispone de 65W que permiten pasar de 0 a 100% en 35 minutos, y tener hasta un 60% de carga en los primeros 20 minutos. Esto permite que no haga falta tenerlo toda la noche enchufado sino que con conectarlo mientras desayunamos o un rato en la oficina tendremos batería para todo el día.
Seis cámaras
Más allá de la potencia y la conexión, el X50 Pro destaca por su despliegue fotográfico que equipa hasta seis cámaras. Cuatro en la parte trasera y dos en la frontal. Las ubicadas en la delantera están pensadas para selfies, fotos grupales y modo retrato, este último especialmente bien resuelto. Lo consigue gracias a un sensor principal de 32 megapíxeles y una lente secundaria con gran angular de 8 megapíxeles que capta hasta 105 grados sin deformar la imagen.
En la parte trasera por su parte la compañía vuelve a apostar por la combinación de cuatro cámaras con una principal con un sensor de 64 megapíxeles, como sucedía en el X2 Pro. Le complementan un teleobjetivo con zoom híbrido de hasta 20x a 12 megapíxeles de resolución así como un gran angular con capacidad de hacer fotografías con un ángulo de visión de 120 grados. Por último monta una cuarta lente en blanco y negro pensada que se combina con las demás y es especialmente útil para resaltar detalles en rostros de personas.
Más allá de las cámaras, es especialmente interesante el software que les acompaña. Cuenta con un sistema que reconoce la escena y sugiere (se puede desactivar) un tratamiento para realzar la escena sin llegar a ser artificial. Además, dentro de la aplicación de cámara, encontraremos modo nocturno, modo trípode, macro así como un ultraestabilizador para grabar vídeos sin saltos de movimiento.
Experiencia mejorada
Las mejoras de hardware y rendimiento vienen acompañadas por un sistema más limpio y agradable de usar pues la capa de personalización de realme UI, basado en Android 10, es considerablemente menos invasiva y más sencilla de usar. Esto se resuelve en que el usuario esté más cómodo con el sistema y la experiencia general sea más agradable.
Aunque se asemeje a Android stock, sigue habiendo posibilidades de personalización que hacen que se deje notar el sello de la compañía. Asimismo encontraremos, por ejemplo, un botón flotante que se puede personalizar con las aplicaciones al gusto; una serie de animaciones ya características o la posibilidad de ajustar el estilo y tamaño de los iconos.
Realme sigue sumando para ir acercándose a los gustos europeos adaptándose así a un mercado en el que quiere competir directamente contra Xiaomi, que también ha ido refinando su sistema operativo para hacerlo lo más sencillo y simple posible.
Disponibilidad y precios
Con respecto a su disponibilidad y precio, la compañía ha explicado que llegará en el mes de abril en tres versiones, con unos precios que oscilan entre los 599 y los 749 euros:
- 8 GB de RAM + 128 GB: 599 euros.
- 8 GB de RAM + 256 GB: 669 euros.
- 12 GB de RAM + 256 GB: 749 euros.