La rápida propagación de la pandemia y el práctico colapso de hospitales en todo el mundo está obligando a muchos pacientes de COVID-19 a pasar la enfermedad en su propio domicilio. En ocasiones, con un par de controles via llamada telefónica al día para comprobar la salud.
La tecnología más puntera va siempre un par de pasos más allá de la que podemos disponer el común de los mortales y buena prueba de ello es el nuevo dispositivo del prestigioso MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) que pretende llevar la monitorización a nuestro hogar.
El proyecto, llevado a cabo desde el Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL, por sus siglas en inglés), ha conseguido diseñar un dispositivo inalámbrico que tan solo necesita de corriente eléctrica y de conexión a internet para hacer todo su trabajo.
¿Cómo funciona Emerald?
El Emerald, como lo han llamado sus creadores, tiene como fin monitorizar de forma autónoma y totalmente inalámbrica a pacientes con cualquier patología, incluida la infección del coronavirus. A simple vista parece más un router WiFi que cualquier otro dispositivo, aunque de un tamaño sensiblemente mayor y puede colocarse en cualquier lugar de la casa colgado en la pared.
El funcionamiento del Emerald pasa por analizar las señales inalámbricas ambientales usando inteligencia artificial para mediar los signos vitales, el sueño y el movimiento de las personas de la casa. Además, según anuncian en el blog oficial del CSAIL, emite alrededor de 1.000 veces menos de radiación que un teléfono móvil.
El sensor va es capaz de identificar los movimientos de varios sujetos en una misma habitación para así medir la velocidad con la que caminan. Está tan afinado que, para medir el número de respiraciones por minuto, detecta el movimiento del pecho llenándose y vaciándose de aire.
El 'router' contra el coronavirus
Una de las pruebas de campo se ha realizado en la residencia Heritage Assisted Living emplazada a las afueras de Boston donde han instalado el dispositivo en una habitación con pacientes. Los datos recogidos se envían directamente a la doctora encargada del seguimiento de los internos que evalúa las métricas desde la comodidad de su hogar. Puede ver el progreso y el estado general de salud gracias a datos como la respiración o la velocidad a la que caminan.
El seguimiento de estas mediciones ha permitido monitorizar la recuperación pasando de 23 a 18 respiraciones por minuto a medida que la enfermedad ha ido remitiendo. Además, gracias a que Emerald puede detectar los movimientos se ha comprobado que la calidad del sueño de los internos también ha mejorado y que ahora caminan más rápido por el apartamento.
"Dado que Emerald puede general datos de salud importantes sin ningún contacto con el paciente, podría minimizar el riesgo de infección del personal sanitario", ha declarado Vahia, profesora asistente de psiquiatría en la Harvard Medical School. Y es que, los trabajadores que están en contacto directo con los pacientes tienen muchas más posibilidades de infección y que incluso ésta sea con una mayor carga viral.
A pesar de no ser un detector de coronavirus como tal, dado que necesita de la interpretación de un médico y una prueba posterior, es una excelente iniciativa para emplazamientos sanitarios públicos u hogares privados. Si se extendiera su uso, podría suponer la primera aproximación médica sobre el estado de salud general sin la necesidad de acudir presencialmente a un médico.
El Emerald, junto con otros dispositivos conectados como los tensiómetros inteligentes, son avances que puede utilizar la medicina moderna para llevar un seguimiento a pacientes que así lo requieran.
No solo coronavirus
Es cierto que hemos conocido Emerald en mitad de la pandemia mundial de COVID-19, pero las aplicaciones van mucho más allá del seguimiento de esta patología. Las investigaciones y pruebas realizadas por Vahia también se han enfocado en pacientes que sufren de ansiedad o insomnio. Además, Emerald ha conseguido identificar otros problemas respiratorios como la apnea del sueño que luego han sido ratificados en pruebas posteriores, según informan desde el MIT.
Este dispositivo puede ser fundamental para proporcionar un mejor trato a los internos en residencias o a personas mayores que viven en sus casas pero sufren de patologías previas. Gracias a la recolección de datos todos los días se puede observar una evolución general. Ya sea en nuevas afecciones o en la recuperación de las previas.