Hace unas semanas OMICRONO informaba acerca de la alianza histórica entre Google y Apple, que procuraría desarrollar sistemas de rastreo hacia el coronavirus. Esta alianza, sin embargo, encerraba algunas cuestiones de privacidad, ya que el sistema de rastreo sería automático y podría comprometer nuestra intimidad.
Según informa 'The Financial Times', cerca de 2.000 millones de usuarios se quedarán fuera de este rastreo. No podrán ser usaurios del sistema basado en smartphones propuesto por ambas compañías, que se basa en rastrear nuestros contactos y ubicación para saber si hemos entrado en contacto con personas infectadas por el coronavirus.
Esta cifra está conformada principalmente por 2 tipos de personas: ancianos y personas sin hogar, que además también son vulnerables al COVID-19. La principal razón de que esto pase es que ambos colectivos no disponen de dispositivos compatibles con estos sistemas.
Limitaciones tecnológicas
Las versiones que introducirán el sistema serán iOS 13 y Android 6.0 en adelante. Esto incluye la mayoría de iPhones e iPads que ya están en el mercado, y el mínimo de Android 6.0 garantizará que la gran mayoría de dispositivos móviles modernos recibirá el sistema, que se incluirá en una actualización de los Servicios de Google Play.
El sistema necesita de un software específico y en chips inalámbricos concretos que faltan en miles de millones de smartphones que a día de hoy se siguen usando. Concretamente aquelos que se lanzaron al menos hace 5 años. Es decir, que el problema está en las limitaciones tecnológicas subyacentes en los dispositivos antiguos, que además, son vulnerables a ataques maliciosos.
Es por eso que los agentes de la salud pública involucrados en este rastreo (que ya se ha tratado incluso a nivel europeo) piden que dicho sistema se use en aplicaciones, que son más universales y que podrán notificar a esas personas para que puedan aislarse. El problema es que esta idea depende demasiado del éxito de dicha app, por lo que no podría llegar a todos los usuarios.
Neil Shah, analista de Counterpoint Research, citado por el 'Financial' asegura que "cerca de 2.000 millones de usuarios móviles no se beneficiarán de esta iniciativa a nivel mundial. Y la mayoría de estos usuarios con dispositivos incompatibles provienen del segmento de bajos ingresos o del segmento de personas mayores, que en realidad son más vulnerables al virus".
Los analistas de la firma aseguran que los chips necesarios para realizar este rastreo son chips Bluetooth de baja potencia para detectar la proximidad entre dispositivos, sin que la batería de los mismos se vea perjudicada. Aunque parezca increíble, hasta 1.500 millones de personas usan móviles que no emplean ni iOS ni Android.
La brecha se hace todavía más notoria entre países distintos. Reino Unido tiene un mercado prolífico de smartphones; cerca del 80% de los adultos tiene un smartphone. "En India, se podría descartar de inmediato al 60 o 70% de la población", asegura Ben Wood, analista de CCS Insight.
Como ya informamos en OMICRONO, estos sistemas serán automáticos, se integrarán dentro del sistema y además no dependerán de los datos móviles, por lo que el modo avión será inútil para burlar esta función. Sin embargo, quizás es una medida necesaria, máxime teniendo en cuenta que (en teoría) los datos recopilados serán anónimos y acabarán en organismos sanitarios oficiales.