Si echamos un vistazo al tráfico aéreo mundial, los aviones de carga son prácticamente los únicos que sobrevuelan nuestros cielos. Y menos mal. Empresas privadas de logística y aviones del ejército son los únicos con posibilidad de transportar mercancía a cualquier punto del mundo de forma rápida y eficiente.
Entre ellos, algunos colosos creados exclusivamente para llevar de un punto a otro cargas que de otro modo necesitarían de más de un avión. Y como máximo exponente: el Antonov An-225. Lleva siendo el avión más pesado del mundo desde hace más de 30 años y ni el Boeing 747 ni el famoso Airbus 380 han podido desbancarle.
Tanto es así que Donald Trump ha recurrido a este y a otros modelos de aviones, también Antonov, para cruzar medio mundo y proveer a Estados Unidos de material sanitario y médico como respiradores.
El ucraniano más grande del mundo
El Antonov An-225 Mriya, de fabricación ucraniana, levantó la primera vez el vuelo en 1988 en una Unión Soviética renqueante. El diseño, a parte de ser un avión carguero tradicional, también permitía el transporte del transbordador espacial soviético Burán; programa que quedó cancelado poco tiempo después. Un estilo de nave nodriza que también tienen los estadounidenses con el Boeing 747 Stratolaunch de la NASA.
Con las misiones espaciales olvidadas, Antonov como dueña y fabricante del avión, lo ha ido empleando en tareas logísticas muy puntuales. El 225 posee 6 motores (3 bajo cada ala) desarrollados en los años 70 con unos costes operacionales prohibitivos si no se emplea en el transporte de enormes o pesadas cargas.
En su única y diáfana bodega es capaz de transportar hasta 250 toneladas de carga en un solo viaje, aunque su autonomía en ese caso se ve muy limitada. El peso en vacío supone ya 285 toneladas (más que dos Airbus 330-200 cargados al máximo), a lo que hay que añadir la capacidad de almacenar hasta 300 toneladas de combustible. El peso máximo al despegue del An-225 es de 640 toneladas.
Estas proporciones lo hacen muy delicado a la hora de operar en cualquier aeropuerto. Necesita de pistas larguísimas y de aeropuertos poco transitados pues, tras su despegue, la pista deberá permanecer en desuso durante unos 15 minutos para que la estela turbulenta que generan sus motores se diluya.
El tren delantero consta de doble pata con dos neumáticos cada una y el tren principal posee dos líneas de 14 neumático (7 piezas por 2 neumáticos cada una) a cada lado del fuselaje.
Para facilitar las operaciones logísticas, la parte frontal del avión puede abrirse para acceder a la bodega y el tren de aterriza delantero se pliega para quedar casi a la altura del suelo. Los operarios montan posteriormente una rampa y a la bodega pueden entrar vehículos como carretillas elevadoras.
Los productos concretos que llevará el Mriya (mriya es sueño, en el sentido de deseo, en ucraniano) son un misterio al igual que el coste de la operación. La BBC en un artículo de 2017 estimaba el coste en unos 30.000 dólares a la hora pudiendo llegar al millón de dólares por cada operación dependiendo del tipo de carga o la longitud al destino.
En estos momentos en los que la carga aérea mundial está teniendo uno de los momentos más dulces con un petróleo bajo mínimos y una demanda pujante, Antonov Airlines asegura que ha visto incrementada la demanda en un 40% y tienen "el mes de mayo prácticamente completo", han declarado a BuzzFeed.
Los 'pequeños' acompañantes
Junto al An-225, también la Administración Trump ha recurrido a otros aviones ucranianos. En concreto, al modelo An-124 con una capacidad de carga notablemente menor (120 toneladas, por las 240 del An-225) pero con menores costes operativos.
De hecho, los An-124 están diseñados para poder despegar y aterrizar en pistas más cortas y sus 4 motores no entorpecen el flujo de cualquier aeropuerto. De este modelo se han fabricado decenas de unidades (unas 50 en total) dedicadas tanto a transporte militar como como a logística civil. El mayor operador civil es el propio fabricante a través de su filial Antonov Airlines, al igual que su hermano mayor An-225 del que solo se ha fabricado una única unidad.
Según ha informado el propio Gobierno del país norteamericano, han contratado 11 vuelos entre Asia y Estados Unidos empleando a estas viejas glorias soviéticas. Se espera que el primer vuelo de Antonov Airlines para Estados Unidos se produzca en algún momento de la próxima semana entre Shanghái y Columbus, Ohio, según las declaraciones del director adjunto de la aerolínea.