Cuando dos gigantes de la aviación unen sus fuerzas para crear algo es complicado que salga mal. Bajo esa premisa y una cantidad de millones de dólares todavía por cerrar, Sikorsky, perteneciente a Lockheed Martin, y Boeing están en pleno desarrollo del helicóptero del futuro.
Esta nueva aeronave, denominada SB>1 Defiant, ha sido creada en respuesta a los requerimientos de la Armada del ejército de Estados Unidos. Y está englobada dentro del programa Future Vertical Lift (Despegue Vertical del Futuro, de sus siglas en inglés) que tiene como fin renovar la flota de helicópteros de guerra del país norteamericano.
Alzó por primera vez el vuelo el 21 de marzo del año 2019 y desde entonces no ha dejado de realizar diversas apariciones. Su diseño, que no deja indiferente a nadie, se está postulando como un punto de inflexión en el diseño de los helicópteros como tradicionalmente los conocemos.
La competencia, unida
El SB>1 Defiant (oficialmente Sirkorsky-Boeing SB-1 Defiant) se basa en el prototipo experimental Sikorsky X2 del que hereda el formato de doble rotor y hélice en cola. El proyecto, desarrollado en los primeros años de este milenio, venía a suplir una de las carencias de los helicópteros convencionales: la velocidad punta.
Para ello, los ingenieros idearon un híbrido entre helicóptero y 'avión' empleando un par de rotores para el empuje en la vertical y una hélice para impulsarlo longitudinalmente. Una configuración que últimamente se ha puesto de moda entre los vehículos VTOL (Vertical Take Off and Landing, despegue y aterrizaje vertical) y que promete revolucionar la movilidad en grandes ciudades.
El Sikorsky X2 fue uno de esos proyectos millonarios que se quedan en standby en un cajón a la espera de una oportunidad. El único prototipo construido fue oficialmente retirado a mediados de 2011, pero sirvió como primer paso en el desarrollo del Defiant.
Tanto ha sido así que la subsidiaria de Lockheed Martin es la encargada del llevar a cabo toda la primera fase del proyecto para la Army. Este primer paso es el que desarrolla y prueba la maniobrabilidad del helicóptero y sus capacidades de rendimiento en vuelo. Por el momento, solo se encuentra en la fase preliminar y, aunque ya lo hemos visto en vuelo, todavía le quedan muchas horas de vuelo que acumular.
Por su parte, Boeing Defense será la encargada de la fase dos del proyecto relacionada con todos los sistemas internos de la aeronave para realizar misiones. Estos sistemas, por el momento, se mantienen en secreto aunque ya se ha revelado que el Defiant tendrá capacidad de ataque.
¿Helicóptero? ¿avión?
Las dos cosas a la vez. El SB>1 Defiant no renuncia a nada: tiene lo mejor de un helicóptero combinado con la rapidez que otorga la hélice propulsora de cola. De hecho, esta rapidez es uno de los requisitos más importantes que la Armada estadounidense propuso a los fabricantes para la fabricación del nuevo concepto de aeronave.
Sobre el papel, el diseño ofrece una velocidad de crucero de 250 nudos (unos 460 kilómetros por hora) superior a la de cualquier helicóptero tradicional y una autonomía sensiblemente más baja que los requerimientos mínimo debido al empleo de un motor de la casa Honeywell diseñado en los 50.
Para intentar arañar más millas naúticas de alcance, el proyecto espera equipar los nuevos motores de General Electric desarrollados por encargo del propio ejército. Por el momento, tanto el SB>1 Defant como los motores eficientes de General Electric están en una fase temprana y tardaremos varios años -un par quizá- en poder ver la unión de avión y motor.
Dentro del programa Future Vertical Lift del ejército de Estados Unidos las uniones no paran. Otro de los desarrollos que se están llevando a cabo dentro del programa es el Bell V-280 Valor, que tiene dos hélices capaces de rotar sobre un eje para hacer las veces de helicóptero (en aterrizajes, despegues o vuelo estacionario) y de avión. El concepto, basado en el Bell-Boeing V-22 Osprey, no es para nada una revolución pero ya ha demostrado su valía en el campo de batalla.