Los aviones caza poseen una autonomía muy limitada que les obliga a estar pendientes del combustible en todo momento. Están diseñados para ser rápidos y ágiles pero no para cubrir muchas horas de vuelo en mitad de maniobras de entrenamiento o de combate.
Tras esta premisa y aunque la eficiencia energética de los nuevos cazas ha avanzado respecto a los de hace un par de generaciones, el reabastecimiento en vuelo sigue siendo una tarea obligatoria en muchos casos.
Boeing fue una de las pioneras y más avanzadas en su momento gracias a lo aprendido en la Segunda Guerra Mundial y posteriores contiendas, pero la rama militar del consorcio europeo Airbus ha logrado ejecutar un refueling (reabastacimiento de combustible) en pleno vuelo utilizando una novedosa tecnología.
Lleno, por favor
Actualmente y hasta que Airbus consiga las certificaciones necesarias, el proceso es más manual de lo que podíamos creer en pleno siglo XXI. Tanto la propuesta de Boeing como la tradicional de Airbus pasa por un operador que, con mucha puntería y sangre fría, consigue conectar la manguera que sale del avión cisterna con la boca del avión que recibirá la carga de combustible.
Un trabajo delicado en el que participan y coordinan el piloto del avión receptor y el equipo de navegación del avión cisterna con el fin de mantener un vuelo lo más estable posible. Algo que en ocasiones es imposible por las condiciones meteorológicas.
La nueva tecnología desarrollada por Airbus Defence pasa por implementar el novedoso sistema A3R a los aviones Airbus 330 MRTT. Estas aeronaves se basan en el modelo A330 tradicional y son convertidos en la factoría de Airbus en la localidad madrileña de Getafe.
Según ha informado la propia Airbus, el A3R se ha desarrollado pensando en descargar el trabajo del operador de reabastecimiento con el fin de agilizar la maniobra sin comprometer la seguridad. El sistema tiene que ser activado manualmente por este operador y el A3R guiará la lanza de suministro automáticamente y la mantendrá alineada con la boca del caza con una precisión de un par de centímetros.
La maniobra será monitorizada en tiempo real para garantizar el alineamiento y la estabilidad del receptor para evitar impactos accidentales con la lanza. Una vez el A3R detecta que todo está en orden, procede a introducir la última parte telescópica de la 'manguera' al caza y comenzará la recarga de combustible. Una vez con los tanques llenos, el sistema da la orden de desconexión y la lanza se despega de la aeronave receptora.
En todo este proceso el operario que hasta entonces era el encargado y responsable de manejar toda la operación desde el avión cisterna se dedicará a supervisar que todo marche según lo previsto.
Pruebas y más pruebas
Desde Airbus Defence anuncian que esperan comenzar con la fase de certificación del A3R el próximo año 2021. Un proceso más o menos largo donde las autoridades aeronáuticas tienen que dar el visto bueno a este proceso de reabastecimiento automático para que pueda comenzar a utilizarse más allá de los vuelos de test. Certificaciones que han estado en el punto de mira con la crisis del Boeing 737 Max.
Los aviones cazas o cualquier otra aeronave receptora no tendrá que equipar ningún extra para poder aprovecharse del A3R. Toda la tecnología necesaria se instala en el Airbus 330 MRTT. "El logro de este hito clave para el programa A3R destaca el excelente desarrollo de la hoja de ruta de las capacidades del A330 MRTT y confirma una vez más que nuestro avión cisterna la referencia mundial para las operaciones de reabastecimiento de combustible en el presente y en el futuro", ha declarado Didier Plantecoste, jefe de programas de aviones tanque y derivados de Airbus.
Las primeras pruebas del sistema se han realizado en mitad del océano Atlántico entre un Airbus 330 MRTT y un caza F-16 de la Fuerza Aérea de Portugal. Completando 45 horas de vuelo y 120 operaciones simuladas sin reabastecimiento de combustible real.