No hace mucho desde OMICRONO os hablábamos de Beidou, el llamado "GPS chino" que pretende consolidarse como el estándar de geolocalización más vanguardista con una altísima tasa de precisión. Pues bien, China ya tiene prácticamente completo su sistema Beidou o BDS, ya que este martes ha lanzado el último satélite de su red.
Así finaliza la construcción de su red de satélites de navegación GPS. El proyecto, que lleva ya décadas de desarrollo, tuvo su nacimiento en el año 1990 y solo 10 años después se lanzó el primer satélite. Ahora, con este lanzamiento China ya tiene todos los satélites necesarios para hacer el sistema funcionar.
Hablamos del cuarto sistema de posicionamiento existente, que busca conseguir que el mundo en el que vivimos tenga menor dependencia del sistema GPS. Beidou estaría a punto de pasar de una precisión de unos 5 metros a un margen de tan solo centímetros, detallando nuestra ubicación de forma absolutamente precisa.
Beidou ya casi está listo
Beidou consigue alzarse con un puesto entre los 4 sistemas de localización existentes, como serían el GPS actual, el GLONASS de Rusia, y el Galileo de la Unión Europea. La diferencia es que mientras que GPS da cobertura con unos 30 satélites a todo el mundo y mide su capacidad en metros, Beidou es bastante superior.
Los satélites BDS-3 han conseguido aumentar la comunicación de mensajes cortos de 120 caracteres chinos a 1.200 por mensaje y puede admitir hasta a 5 millones de usuarios. Además, BDS también permite la búsqueda y rescate de personas a nivel inernacional y el posicionamiento de puntos más preciso.
El nuevo estándar estará disponible a finales de 2020 y es bastante superior al GPS que usamos actualmente. Para que nos pongamos en perspectiva, mientras que el GPS tiene una precisión de metros, Galileo supera esa cifra redondeando sobre un metro. Por su parte, Beidou es capaz de establecer una geolocalización en centímetros.
La red satelital conformada será de 35 dispositivos y que superará al GPS de Estados Unidos, que usa unos 30. Es cierto que China, desde el año 2000 ha invertido en unos 53 satélites, pero alrededor de 20 de esa red ya no están en funcionamiento. Ahora que se ha lanzado el último de los satélites, se espera que la red empiece a estar operativa para finales de año.
Una gran cobertura
Este sistema podrá abarcar más del 70% de los smartphones chinos del mercado. Por supuesto est ehecho deja entrever varias cuestiones de privacidad, sobre todo al preguntarnos quién tendrá la capacidad de gestionar dichos satélites y por ende el sistema, ya sea hablando de instituciones o de empresas.
La idea detrás de Beidou es que consiga establecerse como un punto de inflexión para su uso con redes 5G en el desarrollo del tan ansiado coche autónomo. Si queremos que esta tecnología prospere con seguridad, es necesario tener a mano ambas alternativas, ya que hablamos de millones de kilómetros de trayecto frente a una tecnología que aún está en desarrollo.
De hecho, el primer proyecto en el que Beidou entrará en acción junto al 5G será en Wuhan, el epicentro de la pandemia del COVID-19 y que verá un despliegue de una flota de autobuses autónomos.
El gran objetivo de Beidou es dejar atrás la dependencia de China de la tecnología estadounidense. Porque recordemos que ambas potencias están en guerra, y las restricciones de acceso que Trump podría promover obligarían a China a buscar una alternativa para dicha tecnología. Alternativa que ya se está probando desde hace años.
No obstante, eso no quiere decir que la tecnología se quede en China; dará servicio a nivel global y el sistema ya cuenta con unos 120 socios a nivel internacional. Por lo tanto, tanto Europa, como Asia y África se verán beneficiados de este sistema que promete superar a sus rivales en prácticamente todos los apartados.