Si hay algo fundamental a la hora de montar en bicicleta es la seguridad. Aunque en España no es obligatorio el casco para los mayores de 16 años si circulan por ciudad, lo cierto es que es uno de los elementos de protección más recomendables a la hora de realizar trayectos diarios. Ahora, un estudio de diseño ha realizado un peculiar casco que acompañará al usuario toda la vida: crece con él.
Denominado grow it yourself (cultívelo usted mismo) es el primer casco de bicicleta fabricado de una forma completamente vegetal y que recibe la homologación de seguridad necesaria para ser equipado como protección. Está fabricado a base de heno y micelio, parte clave de los hongos que actúa como espuma y que va creciendo poco a poco.
La espuma natural no sólo permite amortiguar los golpes y asegurar el cráneo, sino que gracias a su formación 100% vegetal es totalmente compostable. De este modo su reciclaje es más fácil que con protecciones de otro tipo que sí requieren un proceso para dar una nueva vida.
Un material excepcional
Los cuerpos de los hongos están constituidos por filamentos pluricelulares denominados hifas. Estas ramificaciones pueden crecer muy rápido llegando hasta más de 1 mm por hora. Las ramificaciones de hifas crean un sustrato compacto que crea una superficie denominada micelio.
El casco se ha fabricado gracias a la unión de este material natural con heno, lo que le aporta una estructura más fuerte y con mayor protección. Ha sido desarrollado por el estudio de diseño mexicano NOS, aunque ha sido la empresa Polybion de BioFab la encargada de hacer real este peculiar casco de bicicleta.
El potencial del micelio va más allá de este tipo de estructuras. Considerado como el plástico del futuro, se está investigando en ir más allá y venir a reemplazar a algunos tipos de textiles, maderas o materiales de construcción. Entre sus bondades adicionales, se está investigando en cuanto a otras también es transpirable e ignífugo, lo que se suma a sus impresionantes características.
Un casco que crece
NOS explica que el casco ha sido concebido para niños pero también puede ser utilizado por adultos, ya que seguirá creciendo acompañando a su dueño. "Tiene como objetivo crear un diálogo sobre la sostenibilidad, el impacto de las actividades de la vida cotidiana y los productos que consumimos", explica la empresas. Eso sí, si se rompe no hay problema ya que se puede cultivar otro.
"Involucrar a los niños en la fabricación de los productos que utilizan es una excelente manera de conectarse y brindarles una experiencia gratificante una vez que terminan (...) usar materiales orgánicos que puedan ver crecer es una mejor manera de enseñarles sobre la importancia de la sostenibilidad", indica NOS.
También te puede interesar...
- Este motor cambiará la forma en la que usas tu bicicleta eléctrica
- La alarma inteligente para evitar que te roben la bicicleta
- El mejor aliado de tu bicicleta eléctrica: así es el párking con cargador y maletero
- La bicicleta eléctrica, ahora con ordenador de a bordo y GPS