Este pasado mes de septiembre os hablábamos de las embarcaciones autónomas oceánicas de Saildrone, que estaban pensadas para estudiar el medioambiente en su totalidad. Ya tenemos en España algunos de los frutos de su trabajo en forma de imágenes. Uno de estos barcos ha captado el interior de un huracán.
El barco autónomo Saildrone Explorer SD 1045, de 7 metros de eslora y con propulsión eólica se introdujo dentro del huracán Sam, de categoría 4. Este huracán está cerca de la costa este de los Estados Unidos, y en esa travesía se encontraba el SD 1045, que según la NAOO (National Oceanic and Atmospheric Administration) se estaba enfrentando a olas de hasta 15 metros de altura. Los vientos tampoco ayudaban; eran de casi 200 kilómetros por hora.
La misión del SD 1045 era la de recopilar datos científicos de carácter crítico y por el camino, el dispositivo tuvo a bien grabar el interior del huracán Sam. Todo ello grabado en un impresionante vídeo que ya podemos consultar.
Así es un huracán por dentro
Las imágenes se captaron el pasado 30 de septiembre, en el océano atlántico. El SD 1045 se dispuso a recopilar observaciones de fenómenos en tiempo real para la compilación de modelos numéricos para la predicción de los huracanes. La idea era conseguir datos para saber mejor cómo estos ciclones grandes pueden crecer y cuán destructivos pueden llegar a ser.
El barco, obviamente, estaba equipado para ello. Este es solo uno de una flota de hasta 5 Saildrones equipados específicamente para esta clase de situaciones y que operan en el océano atlántico. Están equipados con alas que soportan grandes corrientes de vientos y son capaces de recopilar datos las 24 horas del día, que fueron directos al Pacific Marine Environmental Laboratory y al Atlantic OCeanographic and Metereological Laboratory.
El hecho de que estos drones se hayan introducido dentro de un huracán es un gran logro para la NAOO, ya que esta ha sido una de las fronteras a superar por Saildrone y sobre todo, que haya aguantado el impacto. Con los datos se espera que los "modelos de pronóstico que pronostican la rápida intensificación de los huracanes" mejoren, tal y como asegura Greg Foltz, científico de la institución.
Preparados para todo
Los drones se impulsan mediante propulsión eólica y para navegar se valen de sensores oceanográficos y meteorológicos para medir las condiciones climáticas de la zona, como el viento, la temperatura del océano y del aire. Además, usan la energía solar para realizar misiones autónomas de recopilación de datos a mar abierto, sin preocuparse por el problema de la autonomía.
Pese a ser autónomos, estos drones náuticos siempre están supervisados por un piloto humano que, a través de satélite, lo vigila de cerca. Además, estos drones basan su navegación en puntos de referencia ya preescritos que van variando dependiendo de las corrientes o del viento. Son capaces de viajar a velocidades de entre 2 y 6 nudos, y pueden captar datos tanto en la superficie como bajo el mar.
Además, están equipados con un transceptor del sistema de identificación automática (AIS), luces de navegación, reflector de radar, colores de ala de alta visibilidad y cuatro cámaras a bordo. Todo ello unido a su resistencia para aguantar misiones de hasta un año de duración, sin necesidad de recibir mantenimiento.
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