En menos de 15 días llega a España el Sonos Roam, el altavoz más pequeño de la compañía. El Roam está pensado para sacar a la calle y llevarlo a cualquier lugar. A diferencia del resto de su catálogo, que estaba más orientado hacia el hogar, ésta nueva incorporación viene para competir con altavoces bluetooth portátiles de JBL o Sony. Sin embargo, lo hace con dos grandes reclamos: una excelente calidad de sonido y el potencial de su ecosistema.
Si por algo se caracteriza Sonos es por su calidad de sonido. Están obsesionados con ella y son conocidos por llevar ese detalle al extremo. Es una huella indeleble de cada producto, que va desde el diseño interno hasta la tecnología que no se ve pero que convierten en más inteligente al dispositivo.
El otro gran punto fuerte de Sonos es el ecosistema de altavoces conectados en el hogar. Sus dispositivos trabajan bajo una misma aplicación y se entienden entre sí pero ¿cómo se combinan ambos puntos fuertes en un altavoz de tamaño reducido y que está enfocado principalmente para sacar de casa? Sonos lo ha hecho y le ha quedado un altavoz redondo.
El Sonos Roam es, si no contamos el Symfonisk desarrollado junto a Ikea, el altavoz más barato de la compañía (179 euros). Una forma de ser un complemento para aquel usuario que tiene un ecosistema Sonos en casa y busca un dispositivo que se complemente con lo que ya tiene pero que al mismo tiempo se pueda llevar de excursión. Así como una invitación a servir de entrada para primeros usuarios.
Llevarlo a cualquier parte
Lo primero que llama la atención del Roam son sus dimensiones y peso. Con 168 mm de alto, 62 de ancho, 60 de fondo y 430 gramos. Por ponerlo en contexto, es más o menos lo que ocupa un botellín de agua. Invita a echarlo al bolsillo y llevarlo a cualquier lugar. Su diseño además es bonito, premium y agradable al tacto.
Esta diferencia de tamaño y peso hacen que el Roam y el Move no vengan a competir en el mismo segmento. Mientras que el Move está pensado para mover entre habitaciones y sacar a la terraza o el jardín, el Roam está ideado para escapadas diarias y que lo podamos llevar encima sin molestias.
Quizá lo más particular de su diseño exterior es su forma triangular, que permite que el Sonos Roam puede colocarse tanto en vertical como en horizontal. En cualquiera de los casos se desenvuelve bien y el sonido es impecable. Y es que al igual que el Move incluye tecnología Trueplay automática, que adapta el sonido al entorno y al contenido.
El Roam cuenta con una terminación en mate y con los extremos de goma. Es duro y resistente. Cuenta con certificación IP67 (30 minutos a un metro de profundidad), es completamente hermético y la batería (que dura unas 10 horas) no se puede sustituir, como sí sucede en el Move.
Para cargarla, se podrá hacer a través de un puerto USB-C ubicado en la parte trasera así como a través de carga inalámbrica Qi. En mi caso lo he hecho tanto con el MagSafe de Apple como con una base de Anker, ambas opciones muy cómodas. Sin embargo, la compañía vende su propia solución magnética por 49 euros, que continúa el diseño y se antoja ideal para ubicar en casa.
Lo importante: calidad de sonido
Más allá del diseño, el Roam destaca en lo importante: la calidad de sonido. De nada serviría un dispositivo compacto y portátil si por el camino se pierde la calidad de sonido de la que Sonos ha hecho emblema.
Al igual que sucede con otros dispositivos como la Sonos Arc, el potencial acústico del altavoz de Sonos nace desde el diseño interior. Está diseñado de tal forma que no sólo aloja dos amplificadores digitales clase H, un tweeter y un altavoz de medios, sino que es capaz de reproducir con precisión tanto altas frecuencias como bajos profundos. Es sorprendente cómo suena para el tamaño que tiene.
La sensación cuando estamos en las semanas que lo hemos probado es siempre la misma: llena el lugar en el que estemos. Da igual que sea una habitación que lo estemos usando en pleno campo, se puede disfrutar la música con todos su matices. Algo poco habitual en un altavoz portátil.
Más allá del músculo que incorpora en su interior, la magia llega con la combinación de los algoritmos y tecnologías propias. Por un lado el ajuste Trueplay automático hace que el altavoz reconozca el entorno y así ajusta el sonido de la mejor forma posible. Además, su juego de micrófonos se encarga de formar haces que evitan el eco. Da igual a cuánto volumen lo pongamos, no notaremos distorsión que sí se aprecia en otros modelos de la competencia.
Estos micrófonos también sirven para invocar al asistente inteligente que prefiramos. Como sucede en los altavoces Sonos de última generación, podremos pedir comandos a Alexa o a Google. Para hacerlo con Siri, habrá que conectarse a través de AirPlay 2, con lo que obliga a pasar por un dispositivo de Apple. Para controlar la música lo podremos hacer desde el móvil como desde el panel superior, donde además tendremos un led para indicar si el asistente nos escucha o no.
De WiFi a Bluetooth
El otro punto importante del Roam es la versatilidad. Podemos usarlo tanto para estar en casa como para llevarlo de excursión. El sistema de conexión por WiFi de Sonos no sólo es pionero, sino que es uno de los más eficientes y que mejor funcionan del mercado. Se pueden crear estancias, conjuntos de altavoces, agrupar en estéreo. Opciones que también están en Roam.
Una de las novedades más interesantes del Roam es la posibilidad de transferir la música de éste a nuestro sistema de casa. Así por ejemplo, si llegamos a casa escuchando nuestra canción favorita, bastará con pulsar el botón Play unos segundos para que la música se transfiera a nuestro altavoz Sonos más cercano. Algo parecido a lo que hace Apple con el iPhone y el HomePod mini.
El paso de Bluetooth (5.0) a WiFi (y viceversa) es tremendamente sencillo. Cuando el Roam detecte la conexión WiFi sobre la cual lo hemos configurado se conectará automáticamente, de este modo pasará a Bluetooth cuando salgamos de casa o bien cuando manualmente indiquemos desde el teléfono que queremos conectarnos por esta vía.
¿Me lo compro?
El Sonos Roam es una excelente noticia para el sector. No sólo porque tenga una calidad de sonido excelente en un tamaño compacto y fácil de llevar, sino porque por sus cualidades de integración en el hogar deja obsoletos a la gran mayoría de altavoces portátiles, que únicamente se conectan por bluetooth.
No todo el día estamos de excursión o podemos salir con la bici. Con lo que el Roam es el altavoz con más posibilidades hasta la fecha de Sonos. Tiene capacidad para llenar una habitación por sí mismo e integrarse con el resto del sistema conectado, pero también lo podemos usar los fines de semana. Algo que le hace único.
Los 179 euros por los que llega al mercado son un precio ajustado a la calidad que devuelve, y si estás buscando un dispositivo que sea 'algo más' que un altavoz portátil, el Sonos Roam es -sin duda- tu producto.
En suma, el Sonos Roam es pequeño, potente y versátil. Nunca pensarías que un altavoz de un tamaño tan pequeño pudiera sonar así. Es fácil de transportar y resistente, al tiempo que viene a complementar el ecosistema Sonos para el hogar.