Sonos ha renovado su barra de sonido Beam. Ahora es más compacta, más potente, compatible con Dolby Atmos y viene con un rediseño que pierde su acabado en textil para apostar por la terminación de rejilla que ya vimos en la Sonos Arc. Se pone a la venta la semana que viene en España por 499 euros, pero en EL ESPAÑOL - Omicrono ya la hemos probado.
Con la nueva Beam, Sonos ha tocado los puntos correctos para actualizar un modelo excelente con mejoras que realmente aportan valor y que harán al usuario preguntarse cómo una barra de sonido tan pequeña puede sonar tanto y tan bien. Parece magia, pero no lo es.
Aunque la Sonos Beam conserve las dimensiones de la generación anterior su nueva terminación en policarbonato no es el único cambio de diseño realizado. Su interior también se ha modificado para tener mayor potencia acústica con dos matrices de altavoces más que la Beam de primera generación y un procesador más potente.
Un diseño familiar
Lo primero que llama la atención de la Sonos Beam es su diseño. Mantiene sus dimensiones y sus líneas de la generación anterior, pero apuesta por la rejilla de policarbonato de la Arc, la barra de sonido más potente y ambiciosa del catálogo de Sonos.
La rejilla perforada hace que se integre mejor en el hogar, dando una mayor sensación de limpieza y unidad con el salón que la terminación textil de la Beam de primera generación. Esta terminación dura con miles de agujeros no sólo es más duradera y fácil de mantener, sino que también permite sacar un sonido más nítido.
Mantiene la misma salida de sonido en todas las direcciones, la disposición de controles táctil en la parte superior de la barra y las conexiones traseras donde se encuentran la toma de alimentación, la salida Ethernet y el HDMI.
Sin embargo, su principal atractivo es su tamaño. Unas dimensiones compactas (mide 6,9 cm de alto, 65,1 cm de ancho, 10 cm de profundidad y pesa 2,8 kg) pensadas para caber en cualquier salón y convertirlo fácilmente en una auténtica sala de cine. Como es habitual puede ser colocada tanto en un mueble como en la pared y se puede complementar con una pareja de altavoces traseros para dar una mayor inmersión y el Sub para reforzar los bajos. Sin embargo, la Sonos Beam se vale muy bien por sí misma.
Hola Dolby Atmos
Más allá del nuevo aspecto, el principal reclamo de la Sonos Beam de 2021 es cómo suena. Da igual que estemos viendo una película, el capítulo de nuestra serie favorita, escuchando música o jugando, la sensación que tenemos con la barra de sonido es una inmersión total. Parece complicado de entender que suene así tan bien algo tan pequeño.
El salto de calidad en la nueva generación lo aporta la compatibilidad con Dolby Atmos, esto significa que la Beam devuelve ese efecto de sonido en 3D en el que podemos notar como la acción de nuestras películas favoritas nos rodea por el salón sin necesidad de equipar un cine en casa al uso. Es cierto que la experiencia mejora con una pareja de altavoces traseros (en nuestras pruebas lo hemos hecho con y sin dos Sonos One ubicados tras el sofá), pero la Beam se vale por sí misma para no tener la necesidad de invertir más en un equipo de sonido de calidad para el televisor.
La compatibilidad de Dolby Atmos no sólo llega porque la Beam ahora cuente con HDMI eARC, sino porque en su interior es más inteligente y capaz. Cuenta con un nuevo procesador un 40% más rápido y potente que la generación anterior que, junto con el rediseño interno, es capaz de crear dos nuevas trayectorias de audio para ofrecer así esa experiencia de sonido envolvente.
Esta mayor capacidad de procesamiento permite a la Beam subir a cinco matrices de altavoces, en lugar de las tres de la primera generación. Ahora en su interior monta cinco amplificadores de clase D, un tweeter central para las altas frecuencias, cuatro altavoces medios para frecuencias medias y optimización de los bajos, así como tres radiadores pasivos pensados para las frecuencias bajas. Un sonido equilibrado y con una potencia acústica bestial.
Este músculo acústico también es más inteligente. Al igual que pasaba en la Arc, la Sonos Beam es capaz de reconocer el contenido para ajustar así la capacidad de sonido al contenido audiovisual. Asimismo, mantiene características que se han convertido en seña de identidad de sus barras de sonido como la capacidad de diálogos nítidos, que mejora las conversaciones; el modo noche, que reduce la intensidad de ciertos efectos para tener la misma experiencia sin molestar a quienes no estén en el salón; o TruePlay, su sistema de calibración acústica para que sepa cómo es la habitación.
Conexión más fácil
Otro de los detalles que Sonos ha hecho más fácil con la Beam es el proceso de instalación y configuración de la barra de sonido. Como es habitual con todos sus altavoces, será necesario tener la aplicación de la compañía (Sonos S2) para integrarla así en el ecosistema de altavoces que tengamos en casa. Sin embargo, en esta ocasión bastará con acercar nuestro teléfono móvil a la barra de sonido y el proceso se hará automáticamente.
Tras conectar los dos cables y unos minutos de configuración, la barra ya podrá usarse desde la app de Sonos, desde los controles táctiles ubicados en la parte superior, desde los dispositivos de Apple a través de AirPlay 2, desde el propio mando del televisor (si está conectado por HDMI eARC) o a través de comandos de voz con Google o Alexa.
Y es que la Sonos Beam cuenta con una matriz de micrófonos de largo alcance que se encarga de formar haces que evitan el eco de sonido y permiten la configuración de TruePlay para adaptar el sonido a la habitación donde está, pero también reconoce la voz y es compatible con los asistentes inteligentes de Google y Amazon.
Con ellos podremos tener la misma experiencia que con un Nest o un Echo directamente desde la barra de sonido, pero mejoras importantes, pues también podremos controlar el televisor a golpes de voz. Podremos encender o apagar el televisor, controlar dispositivos de casa o pedir información de cualquier tipo. Siri no está integrada en la barra, pero se le puede pedir a nuestros iPhone, iPad o Mac y éstos trasladarán el comando a la Beam.
¿Me la compro?
La Sonos Beam es una barra de sonido premium pensada para aquellos que buscan un dispositivo de altas prestaciones en un tamaño reducido. Ese es su gran valor, ocupar lo mínimo posible para tener una enorme experiencia de sonido inmersivo. La evolución con respecto a la generación anterior es evidente acercándose en experiencia más a la Arc lanzada el año pasado que a la Beam que se presentó en el mercado en 2018.
La capacidad de ofrecer sonido Dolby Atmos hace que la experiencia de ver una película en Netflix o exprimir el Apple TV 4K realmente merezca la pena y estemos lo más cerca posible de esa sensación que vivimos en el cine cuando el sonido te envuelve.
El gran inconveniente de la Beam es el precio. Los 499 euros, 50 euros más que el modelo original debido a la escasez de componentes, pueden ser un impedimento para muchos compradores, pero la calidad de sonido y experiencia que devuelve realmente justifican este importe. Ofrece prestaciones y experiencia premium a un precio acorde.
En suma, si estás buscando una barra de sonido que ocupe poco en tu salón pero que verdaderamente lo llene a nivel con un audio de alta calidad, la Beam es tu elección. El precio es alto con respecto a otras alternativas, pero la experiencia también lo es. Una barra premium que está a la altura y cumple en cualquiera de los escenarios.