Aunque Samsung y LG siguen siendo las marcas referentes en el mercado de los televisores, lo cierto es que en España los fabricantes chinos como Xiaomi o Hisense cuentan cada vez con más presencia, como sucede con el mundo de los móviles. El motivo: ofrecen dispositivos con una buena relación calidad y precio.
Hisense es una de las compañías que más popularidad ha ganado en los últimos años en el sector, con un extenso catálogo de televisores con precios para todos los bolsillos. Sin embargo, quizá haya gente en España que aún no conozca la marca o que simplemente le suene por acciones como su patrocinio de la reciente UEFA Nations League que Francia ganó a España.
Otro de los atractivos de la marca es su tecnología ULED, que supone una cierta evolución del QLED .Eso sí, y como veremos más adelante, no llega al nivel de los paneles OLED. En esta ocasión, en EL ESPAÑOL - Omicrono hemos probado durante semanas el modelo 65U8GQ que tiene un precio de 1.499 euros y un tamaño de 65 pulgadas.
Elegante, pero pesada
Tras meses con alguna que otra incidencia con el envío, al fin hemos podido pasar varias semanas con el Hisense 65U8GQ como el televisor principal en casa. Antes de comenzar a hablar con el diseño, es importante destacar que se trata de un modelo con una pantalla de 65 pulgadas, por lo que es considerablemente grande y pesado.
Esto quiere decir que es tremendamente difícil que una sola persona pueda sacarlo de la caja y colocarlo en la mesa del salón o en la del cuarto; aunque para montarlo no hace falta ayuda, ya que tan sólo hay que atornillar el soporte en la TV. Una gran pata cuyo diseño en 'Y' es elegante y que ofrece un sistema de gestión de cables bien resuelto, pero que resulta también pesada, grande y profunda (77 centímetros de ancho). Por tanto, hay que contar con bastante espacio en la mesa en la que se vaya a poner la Hisense 65U8GQ.
El diseño de este televisor es uno de sus puntos más destacados, ya que resulta bastante elegante y minimalista; y los materiales de construcción son buenos. Además, la pantalla presenta unos marcos finos que hacen que haya un mayor espacio para el contenido que se está reproduciendo. La parte trasera no sigue la misma estética, siendo algo curva y más gruesa en su zona inferior que en la superior; aunque no molesta.
El botón de encendido se encuentra en la esquina izquierda de la parte inferior del televisor, junto con los altavoces; mientras que en la parte superior se ubican otros dos altavoces con Dolby Atmos. En cuanto a la conectividad, este modelo incluye hasta cuatro entradas HDMI 2.0 y dos USB donde uno es versión 3.0; junto con aquellos clásicos como el de la antena o para el cable Ethernet y conexión de auriculares. También tiene wifi y Bluetooth.
El mando a distancia de aluminio contiene un diseño limpio en color gris y resulta bastante largo, incluso si uno tiene las manos grandes. Aun así, es intuitivo y contiene botones de acceso directo a algunas de las plataformas de streaming más conocidas, como Netflix, Amazon Prime Video, Rakuten, YouTube; además de uno para Facebook Watch. Una de las cosas a las que cuesta acostumbrarse es a los controles de volumen y para cambiar de canal, ya que son algo pequeños teniendo en cuenta las dimensiones del mando. También incluye un micrófono para realizar diferentes acciones con la voz a través de Alexa y el asistente de Google.
Un gran sonido
Este modelo de Hisense destaca por encima de todo por su sistema de audio con Dolby Atmos, que ofrece un buen sonido que hace que no sea siquiera necesario utilizar una barra; aunque la gran pata en forma de 'Y' del televisor apenas deja hueco para colocar una. Para ello, cuenta con diferentes altavoces colocados estratégicamente para repartir el sonido a todos los rincones del salón y conseguir un audio inmersivo: dos en la base de la pantalla, un woofer en la parte trasera y otros dos altavoces en la zona superior que apuntan al techo
En cuanto a la imagen, es buena, pero no sobresaliente si se compara con un panel OLED. El televisor ULED 4K de Hisense utiliza tecnología FALD (Full Array Local Dimming) que hace que las luces de fondo se dividen en múltiples zonas que se controlan de manera independiente para aumentar el contraste de manera considerable. También incluye Quantum Dot para ofrecer unos colores naturales y precisos, un brillo máximo de 1.000 nits, Dolby Vision IQ para ajustar automáticamente las imágenes HDR según el contenido y la luz externa, y tecnología IMAX ENHANCED que optimiza el sonido, los colores, el brillo y el contraste.
El Hisense 65U8GQ es capaz de identificar automáticamente el sujeto (por ejemplo, el cielo o una persona) en la imagen actual y ajustar en tiempo real la calidad de la imagen para obtener el mejor rendimiento en cada momento. Además, incluye certificación TÜV Rheinland, por lo que reduce la relación de luz azul protegiendo los ojos después de mucho tiempo de uso. A la hora de ver un contenido, como una película, se nota que el color negro está como más apagado en comparación con el OLED, donde dicho color es más puro.
Los brillos tampoco son muy brillantes, aunque es cierto que la imagen muestra unos colores muy naturales y precisos, sin saturación. Uno de los inconvenientes que encontramos en este televisor es que si está situado en una habitación con mucha luz, como puede ser un salón con amplias ventanas, se ve mucho reflejo. Esto provoca que a veces se puedan perder algunos detalles de lo que se está viendo. Por contra, uno de los puntos fuertes de este modelo es que cuenta con una gran variedad de ajustes de imagen que el usuario puede personalizar.
Por ejemplo, se puede activar la 'escena inteligente' detallada anteriormente y hay presente un 'modo de cine' que conserva la configuración original en cuanto a relación de aspecto, colores, sonido y contraste para mostrar las escenas tal y como pretendían los directores. La configuración de los puertos también es personalizable, es decir, si se conecta una consola al HDMI 2, se puede hacer que esa salida tenga activada siempre el modo gaming, con el que el televisor de 120 Hz reduce el retardo de entrada y mejora la capacidad de respuesta.
El televisor Hisense incluye su propio sistema operativo llamado VIDAA U5.0, que está un poco por debajo del resto. La interfaz es llamativa, algo sencilla e intuitiva, y deja personalizar tanto la pantalla de inicio como otros elementos. Sin embargo, tiene un ligero 'pero' y es que las aplicaciones disponibles son limitadas. Cierto es que tiene algunas conocidas como Netflix o Prime Video, pero faltan otras de peso como Disney+.
¿Me lo compro?
El Hisense 65U8GQ es un buen televisor y ofrece una buena experiencia tanto a la hora de ver una película como a la de jugar. Sus puntos fuertes son su audio inmersivo que hace que no sea necesario contar con una barra de sonido extra y la configuración personalizada de todos sus puertos, algo realmente interesante que permite no tener que estar toqueteando los ajustes cada vez que se enciende una consola, por ejemplo.
Por el contrario, es algo pesada y compleja de instalar si no se tiene ayuda y su precio de 1.499 euros es similar al de determinados modelos LG OLED (incluso hay algunos que cuestan menos). Bien es cierto que éstos últimos televisores ofrecen un audio ligeramente peor, pero tienen una mejor calidad de imagen, con colores y contrastes más vivos, y un mejor brillo. Aun así, el Hisense 65U8GQ puede ser un dispositivo a tener en cuenta en ese rango de precio.
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