Hablar de tablets en España es sinónimo de hacerlo de iPad. La apuesta de Apple por esta categoría lleva varios años reinando sin muchas complicaciones, aunque en estos últimos tiempos cada vez más marcas intentan poner en apuros a los californianos. Entre las competidoras con Android se encuentra la tablet Realme Pad, como una alternativa más barata cuyo precio es prácticamente la mitad del iPad más económico.
Y es que hace ya algunos meses desde que Realme comenzó a presentar algunos dispositivos más allá de los smartphones. Además de un robot limpiador, uno de los grandes lanzamientos fue esta Realme Pad. Que recurre a un diseño con claras reminiscencias al iPad de Apple, pero con un concepto de tablet para todos los bolsillos.
Bajo este precepto, y teniendo en cuenta que se puede comprar en España por 192 euros, salta la pregunta sobre si realmente es una tablet recomendable que sea capaz de cumplir con las expectativas del público al que va dirigido.
Diseño premium
Es innegable que los iPad de Apple, sobre todo en sus últimas versiones, han sentado todo un precedente en lo que a diseño se refiere. Sus cantos planos y sus bordes redondeados han provocado una miriada de imitadores entre sus rivales Android. Y sí, la Realme Pad recoge el testigo presentando estos mismos elementos, pero muy bien implementados.
Si por algo destaca esta tablet es por tener una construcción excelente. Tanto el tacto como la sensación que arroja el chasis de la Realme Pad es muy bueno. Es todo un gusto agarrar esta tableta y usarla durante largos períodos de tiempo para consumir multimedia o jugar.
Se siente robusta y premium tanto a la vista como en la mano. Se nota que la firma china ha querido que sus usuarios no piensen que están ante una tableta barata y es algo de agradecer. Incluso la pulsación de los botones es todo un gusto, ya que están perfectamente terminados e integrados. Además, no es especialmente voluminosa o pesada. Todo lo contrario; pesa 440 gramos y tiene unas medidas de 246,1 x 155,9 x 6,9 milímetros, con una diagonal de pantalla de 10,4 pulgadas.
En general, esta tablet consigue lo que muchas de su competencia no: buena sensación en la mano y la apariencia de ser un modelo mucho más caro de lo que realmente es. Atrás quedaron los tiempos en los que las tablets Android de las gamas más económicas se sentían baratas y mal construidas, la Realme Pad rompe completamente con ese prejuicio.
Perfecta para multimedia
Con un precio tan comedido en su versión más básica, es de esperar que esta Realme Pad no tenga una tabla de características de más alto rango. La pantalla es una LCD de 10,4 pulgadas en resolución 2.000 x 1.200 píxeles y el procesador elegido es el MediaTek Helio G80. Las versiones de memoria incluyen 3, 4 o 6 GB de memoria RAM y 32, 64 o 128 GB de almacenamiento interno. Recomendamos encarecidamente optar, como mínimo, por la versión de 4 de RAM 64 GB de memoria interna, aunque admite tarjetas microSD para ampliar.
Dispone de WiFi 5, Bluetooth 5.0, y una de sus versiones dispone de LTE con conexión 4G. Su batería es de 7.100 mAh, con una carga rápida de 18W. El sistema operativo es Android 11, con la capa Realme UI adaptada para tablets. Como añadido, la tablet disfruta de un sistema de 4 altavoces estéreo compatibles con Dolby Atmos. Y sí, tiene USB-C y un jack de 3,5 milímetrosintegrado en el chasis. Las cámaras, tanto la frontal como la trasera, son de 8 megapíxeles.
Con estos datos, queda claro que esta tablet recorta en algunas características para ofrecer un precio más comedido. Por ende, esta Realme Pad va dirigida a un público muy específico: el que consume contenido multimedia en plataformas como YouTube o Twitch, lee noticias por Internet y juega a algún juego ocasional.
La pantalla tiene un tamaño más que suficiente para todo; las 10,4 pulgadas permiten que ver vídeos en espacios como la cocina o el dormitorio sea una experiencia satisfactoria y si bien no impresiona debido a su tecnología LCD, no tiene problemas de ningún tipo, como fugas de luz o malos ángulos de visión.
Aspectos como la definición o la nitidez están controlados gracias a su resolución 2K, con la única pega de que en ocasiones se echa en falta un poco más de brillo. Además, los bordes de la pantalla están bien aprovechados, algo notorio teniendo en cuenta que es una tablet barata.
El sistema de altavoces Dolby Atmos ayuda mucho a mejorar dicha experiencia. Se escuchan altos, con matices y son muy envolventes. Ver películas de Netflix o streamings de Twitch es una buena idea en esta Realme Pad, sobre todo si el usuario final le da importancia al apartado del audio.
La batería de 7.100 mAh también da lo que promete. En ningún momento el usuario final tendrá queja respecto a la autonomía; un uso relativamente moderado será más que suficiente para llegar a varios días sin tener que pasar por el cargador. En nuestras pruebas, hemos conseguido alcanzar una media de entre 8 y 11 horas de consumo multimedia, aunque dependerá enormemente del uso que se le de al dispositivo.
No para jugar
Entre los aspectos menos positivos de la Realme Pad nos hemos encontrado el software y la potencia. Y es que uno de los recortes más habituales en lo que a tabletas se refiere para mantener a raya el coste es la elección del procesador. La Realme Pad monta un procesador MediaTek Helio G80, que si bien no es un mal chip, no será suficiente para los usuarios más jugones.
Para el uso más cotidiano, este procesador será más que suficiente, pero le cuesta un poco más en tareas que requieran de cierta potencia. Algunos juegos algo más exigentes, como el Call of Duty o Genshin Impact sufrirán algunos bajones de fotogramas por segundo, con una experiencia algo menos fluida de lo que nos gustaría.
Esto se traslada al software. Notamos que la versión de Realme UI para esta tablet es un poco parca en funciones y no sentimos que esté pulida del todo. La experiencia de usuario no es dramática en ningún momento, pero notamos que falta un poco de optimización de por medio que esperamos que se resuelva con algunas actualizaciones en el futuro.
Como era de esperar, las cámaras de esta Realme Pad son casi testimoniales. Lejos del hecho de que prácticamente nadie aprovecha las cámaras de una tablet, las de la Realme Pad cumplen sin más. Como ventaja adicional, la cámara frontal cuenta con reconocimiento facial, único sistema biométrico para desbloquear la tableta.
Muy buena alternativa
Los problemas a nivel de rendimiento y optimización son solo un par de manchas en el expediente de la Realme Pad. No deja de ser una tableta muy recomendable dentro del segmento de entrada, y por supuesto es un rival más que digno si no pretendemos rascar el bolsillo hasta alcanzar los iPad más económicos de Apple. No es un dispositivo rompedor o impresionante, pero sí sólido en lo que promete.
Esta Realme Pad es ideal para el usuario más clásico de las tabletas Android: el que se limita a consumir contenido de forma ocasional o el que quiere leer noticias y artículos en Internet en una pantalla alog más grande. Y por el precio que tiene en España, es una opción a considerar estas Navidades.
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