Barrer y fregar son dos de las tareas domésticas que más me cuestan hacer, y no sólo por la falta de tiempo, sino porque son realmente aburridas. Por suerte, la tecnología ha conseguido que me olvide de estas faenas gracias a los robots aspiradores, que están de moda en España. Aunque desde hace un año tengo un modelo que barre, por primera vez he podido probar un robot aspirador chino que también friega y hasta se autolimpia y autoabastece; y tengo claro que es el futuro.
Siempre había tenido ganas de probar un robot aspirador que además de barrer también pudiera fregar el suelo, aunque es cierto que una de las principales críticas que se hacían hacia estos modelos era que en realidad no completaban realmente bien esta tarea, por lo que en ocasiones no quedaba más remedio que coger la fregona. Este problema queda solventado con Dreame W10, un nuevo modelo de una empresa que forma parte de Xiaomi, que tiene otro a un precio más barato.
De hecho, el precio del Dreame W10 es su principal debilidad: cuesta 1.099,99 euros, aunque está rebajado a 775,19 euros. En el mercado se pueden encontrar otros más económicos de marcas, como Roomba o Roborock, pero aun así ninguno ofrece lo mismo que este nuevo modelo chino: un depósito grande y la capacidad de autolimpiarse y autoabastecerse en su base de carga. Un robot aspirador que ha conseguido que la fregona y la escoba se queden en un segundo plano.
Un tamaño considerable
Cuando recibí la caja, si no llego a saber lo que había dentro jamás hubiera pensado que se trataba de un robot aspirador: era enorme. Pero tenía su explicación, la base de carga del Dreame W10 tiene un tamaño considerable debido a que incluye dos tanques de agua con una capacidad de cuatro litros cada uno. El que está en la izquierda y es de color gris es para el agua sucia, mientras que el de la derecha y de color azul es para añadir el agua limpia con la que el robot se recarga y utiliza tanto para fregar como para limpiar sus mopas giratorias.
Estos tanques de gran capacidad hacen que no sea necesario rellenar o vaciar el agua con frecuencia, lo que también se agradece. Para comenzar a usar el Dreame W10 basta con sacarlo de la caja, enchufar su base a la corriente y conectar el robot a la red WiFi de casa mediante la aplicación para móviles Xiaomi Home. Un proceso sencillo que sólo requiere de seguir unos pequeños pasos. Una vez que el robot esté listo, la propia máquina pide cartografiar la casa, un proceso en el que ni barre ni limpia. Y lo cierto es que el resultado es un mapa bastante fiel a la realidad.
El robot aspirador, que tiene voz para confirmar las acciones y que se puede poner en castellano, también puede detectar alfombras, y en esos casos activa automáticamente la succión al máximo, que es de 4.000 Pa, o las evita si se tiene activada la función de fregar. La estación de carga y el propio Dreame W10 cuentan con botones con los que controlar el dispositivo, como uno para que comience a aspirar u otro para que regrese a la base de carga. Sin embargo, lo realmente cómodo es utilizar la aplicación para móviles, ya que ofrece una variedad de usos.
Por ejemplo, se puede pedir al robot aspirador que solamente limpie una determinada habitación de la casa o que en otras tenga prohibido entrar o fregar. También se puede seleccionar el modo de limpieza entre barrer, fregar o ambas; la fuerza de la succión o la humedad de las almohadillas de la fregona. Incluso la aplicación ofrece un vistazo rápido al estado de la máquina y un resumen con el tiempo que ha tardado la limpieza, los metros cuadrados que se han limpiado y hasta el nivel de la batería; algo que también indica una pequeña pantalla ubicada en la parte superior de la base de carga. Hasta manda notificaciones.
Se autolimpia
A la hora de fregar, es necesario colocar las mopas que giran y friegan con potencia en su zona inferior, seleccionar dicho modo de limpieza en la aplicación para móviles Xiaomi Home y llenar el depósito con agua limpia sin añadir detergente ni desinfectante. El propio rebot se recarga su depósito y si durante esta tarea se queda sin agua o las almohadillas de las fregonas están muy sucias, regresa de vuelta a la base de carga para limpiarlas y recargar el depósito, y volver a limpiar hasta terminar la tarea. Tú te olvidas por completo, no tienes que hacer nada y te queda un suelo limpio.
Para el proceso de autolimpiado, la propia base de carga absorbe el agua sucia y la envía a uno de sus tanques, que hay que vaciar cada cierto tiempo. Un detalle interesante es que no hay que quitar las almohadillas para limpiarlas, sino que la propia base se encarga de ello al rociarlas con agua y girarlas rápidamente contra unas pequeñas ranuras para quitarles la suciedad (un proceso algo ruidoso). Una vez que Dreame 10 ha fregado toda la casa, la base enjuaga las almohadillas y las seca con aire caliente, lo que previene el moho y las bacterias.
En el caso de utilizar el Dreame W10 para barrer, el robot aspirador cuenta con un cepillo de rodillo de 19,2 centímetros, una potencia máxima de 4.000 Pa y un depósito de polvo de 450 mililitros, que en esta ocasión si es necesario vaciarlo manualmente, aunque no con frecuencia. Durante las pruebas este modelo ha sido capaz de aspirar perfectamente todo tipo de materiales, desde la arena de los zapatos que trae mi hijo siempre cuando vuelve del colegio hasta arroz o pequeños trozos de papel que se han caído al suelo. La máquina se adentra sin miedo en cualquier lugar y, en comparación con el modelo que tengo en casa, es bastante más silencioso.
En cuanto a la autonomía, el robot cuenta con una batería de 6.400 mAh que permite limpiar hasta 300 metros cuadrados con una sola carga, en función del entorno y del nivel de potencia escogido. En mi caso, aguantó de sobra. Otro detalle a destacar es su sistema de navegación SLAM basado en LiDAR, que incluso le permite trabajar en la oscuridad y es capaz de almacenar hasta tres planos de una planta de casa y aprender la ruta de limpieza más eficiente. A diferencia del otro modelo que tengo en casa, el Dreame W10 no se choca tanto con las paredes ni las mesas para cambiar de dirección y supera con facilidad los obstáculos, evitando las escaleras.
¿Me lo compro?
El Dreame W10 ha conseguido que me olvide completamente de barrer y fregar, ya que cumple perfectamente con sus tareas. Es silencioso y capaz de limpiar con dedicación para ofrecer unos resultados similares a los que se conseguirían utilizando la escoba o la fregona.
Aun así, que no haya que estar pendiente de limpiarlo ni secarlo cada vez que friega, ni vaciar el depósito; junto con su amplia batería que le permite realizar las tareas en una sola carga hacen que este robot aspirador merezca mucho la pena. El único pero, su precio de 1.099,99 euros, ya que habrá muchos que no se puedan permitir gastar esa cantidad en un robot aspirador.
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