El Samsung Galaxy S22+ llegó a España hace unas semanas como adalid de la gama premium con una relación entre precio, prestaciones y cámara difícilmente comparable con cualquiera del resto del panorama Android. Con el fin de cubrir el mayor espectro de necesidades y especificaciones posible, la marca coreana lanzó el S22 Ultra como relevo natural de la extinta gama Galaxy Note y el S22 como el pequeño de la familia para aquellos que todavía se resisten a comprar un teléfono de más de 6 pulgadas de pantalla.

En el punto medio de ambos es donde se encuentra el Samsung Galaxy S22+ (1.059 euros) como la opción equilibrada. Un auténtico caballo de batalla para los más exigentes con una de las mejores cámaras del mercado —con la que hice una foto viral en redes sociales— que se acompaña con una pantalla extraordinaria y un rendimiento a la altura de los mejores de su generación.

En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos podido pasar estas últimas semanas probando este modelo para sacarle así todo el jugo en el día a día. Un buque insignia digno de pertenecer a la estirpe de los teléfonos premium de Samsung y con el que medirse a otros de su especie como el iPhone 13 o el recién presentado Xiaomi 12 Pro.

Una cámara genial

Sin duda el apartado fotográfico es uno de los más importantes y diferenciadores que separan las gamas altas y premium. Aquí es donde las marcas se la juegan de verdad con diferentes elencos de objetivos a disposición de los usuarios.

La de este Samsung Galaxy S22+ es exactamente la misma que la del S22 y algo recortada —en el teleobjetivo— respecto a la versión Ultra. El sensor principal recae sobre uno de 50 megapíxeles con f/1.8 que será el que verdaderamente de juego en el día a día. Su comportamiento es excelente tanto de día, donde el HDR automático hace de las suyas, como de noche, donde las dosis de algoritmos se notan más.

Este apartado continúa con un gran angular de 12 megapíxeles con f/2,2 que seguramente no sea el mejor del mundo, pero que proporciona resultado igualmente buenos. Principalmente a plena luz del día o en interiores convenientemente iluminados.

Por último, se encuentra una lente teleobjetivo que es una de las grandes bazas de este terminal. Con 10 megapíxeles y f/2,4 incorpora un zoom óptico x3 realmente útil y versátil. Gracias a él pude fotografiar parte de la ciudad de Almería con una resolución y un zoom difíciles de conseguir. El éxito que tuvo en las redes sociales —donde acumuló miles de me gustas— se trasladó incluso al alcalde de la ciudad donde vivo y con todo ello la pregunta de si realmente estaba hecha con un teléfono móvil.

El apartado fotográfico se completa con una cámara delantera de 10 megapíxeles cuyo rendimiento es más normal. Incorpora un modo gran angular —que emplea la misma lente— para realizar fotos grupales y también un modo retrato muy resultón.

Sobriedad

El diseño del Samsung Galaxy S22+ es lo que cabe esperar de un gama alta. Sus líneas redondeadas en los vértices junto al color negro mate —hay más disponibles— conforman un teléfono en el que la sobriedad y la discreción lo son todo.

Tan solo resalta, tímidamente, el módulo trasero perfectamente integrado y del mismo color negro donde se disponen las tres grandes lentes que conforman el apartado fotográfico principal. Un concepto que se traslada inmediatamente al frontal donde la única interrupción es la solitaria cámara delantera. Un diseño, por otra parte, herencia de las anteriores generaciones de Galaxy S que han conseguido distinguir a Samsung del resto de marcas.

Tan pocos cambios en la apariencia han servido a la compañía coreana para centrarse en la pantalla. En este caso, se trata de un panel AMOLED de 6,6 pulgadas con resolución FullHD+ que se ve realmente bien. El nivel de brillo que alcanza corresponde a uno de los mejores de cuantos móviles han pasado por mis manos, al igual que lo es el apartado de la visualización de contenido multimedia gracias en buena parte a que soporta el estándar HDR10+.

En cuanto a la tasa de refresco, Samsung ha incluido tanto en este S22+ como en el S22 Ultra la tecnología adaptativa Dynamic AMOLED —similar a la que ofrecen los iPhone 13 Pro Max— que consigue proporcionar los hercios adecuados en cada instante. Según la marca, el rango de refresco va desde los 10 a los 120 Hz y es aquí donde llega uno de los problemas.

Tras varias actualizaciones donde se esperaba una mejora, el Dynamic AMOLED no va fino. Se notan muchos tirones dentro de aplicaciones como Twitter al desplazarnos hacia arriba o hacia abajo en la cronología. Justo cuando se pasa de la pantalla estática a máxima velocidad de scrolling los tirones están presentes y empeoran notablemente la experiencia de un teléfono que pasa de los 1.000 euros.

El problema parece ser de adaptación de software y no hardware debido a que funciona convenientemente en otras aplicaciones como Instagram, donde no hemos experimentado trabas ni fallos en el refresco de la pantalla. Todo esto, junto con las 2 grandes actualizaciones que ha recibido recientemente, nos hace pensar que desde Samsung están trabajando en ello.

Rendimiento

Una de las grandes diferencias de Samsung es la capacidad de fabricar sus propios procesadores. Algo al alcance de muy pocas marcas de smartphones en todo el mundo y que en este Galaxy S22+ se cristaliza en el Exynos 2200, el nuevo chip de la compañía que está presente en todos sus hermanos de gama.

El rendimiento en el día a día es exquisito. Sus 8 núcleos son capaces de proporcionar potencia suficiente como para mover juegos completos y títulos de la talla de Fortnite o PUGB. Lo consigue, además, sin aumentar demasiado la temperatura.

Es procesador de la casa se combina con 8 GB de memoria RAM y dos configuraciones de 128 y 256 GB para el almacenamiento interno. Sobre el papel, un planteamiento algo recortado respecto a los teléfonos de su gama como pueden ser los Xiaomi 12 o el OnePlus 9 Pro que recurren a 12 de RAM.

La característica capa de personalización One UI 4.1 de Samsung corre sobre Android 12 y se mueve realmente bien. Aunque añade una cantidad importante de aplicaciones extra de serie que, solo en algunos casos, se pueden desinstalar. A las clásicas propias de la marca se suman las de Google y algunas de Microsoft fruto de la colaboración de ambas compañías.

De esta última unión nace la estrecha conexión entre los teléfonos Galaxy y los ordenadores con Windows. Con una configuración inicial algo compleja, se pueden abrir aplicaciones instaladas en el teléfono en la pantalla del ordenador. Perfecto para responder WhatsApp —aunque es más cómodo WhatsApp Web— o navegar un rato por Instagram.

¿Me lo compro?

El Samsung Galaxy S22+ es un teléfono extraordinario digno de la gama donde se encuentra. Por los 1.059 euros ofrece un rendimiento muy bueno con una cámara extraordinaria con un teleobjetivo de primera, sin duda uno de los smartphone a tener en cuenta en una gama premium cada vez más disputada y compleja.

Antes de concluir con el análisis, hay que apuntar una serie de cosas importantes. La primera de ellas es sobre el desbloqueo facial que instala Samsung en su S22+ y que no funciona bien. A poco que escasea la luminosidad el terminal dice que no reconoce el rostro y toca apoyar la huella sobre el sensor de la pantalla, que sí rinde como debe.

Otro de los puntos es una batería quizá demasiado justa como para terminar el día holgadamente. Con un uso que nada tiene que ver con pasarse el día jugando, a duras penas se puede llegar a casa con un 20% de batería tras un día de trabajo sin acceso a un enchufe.

Y hablando de enchufes, Samsung se sube a la ola de Apple y no incluye su cargador de carga rápida de 45W en la caja. Aquí anotamos también punto negativo, porque esos 45W se quedan realmente cortos hoy en día en un teléfono de más de 1.000 euros. Teniendo alternativas por un tercio de ese precio con cargas de 65W.

Para terminar con buen sabor de boca, le toca el turno a un apartado de audio estéreo gracias a sus altavoces es muy bueno. El soporte de Dolby Atmos se deja notar en este S22+ y proporciona tanto una calidad como un volumen más que suficiente.

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