La nueva barra de sonido Sonos Ray es el ejemplo perfecto de que la calidad no tiene por qué estar reñida con un precio contenido. La marca estadounidense es una de las clásicas del segmento de gama alta con productos como la Sonos Arc, pero hasta ahora había dejado de lado el siempre complejo segmento de la gama media que tantos éxitos cosecha en España.
Esta incorporación presentada en Nueva York viene a romper con todas las barreras que hasta ahora encorsetaban una gama en la que renunciar a aspectos clave era casi una norma. La fórmula Sonos busca lo contrario: concentrarse en lo realmente necesario para un usuario no tan exigente. Uno que tradicionalmente no se encontraba en el foco de la marca y que ahora cobra más relevancia que nunca.
Esto se traduce en una barra de sonido redonda en la que el sello de calidad de la compañía se combina con un ecosistema difícil de comparar y a un precio de 299 euros que pondrá en apuros a los grandes actores que todavía copan el segmento. La idea es "tener un dispositivo que consiga llenar la habitación de pared a pared", según ha comentado a EL ESPAÑOL – Omicrono Stephen Hempton, responsable de producto de Sonos.
Audio directo
Una de las claves más importantes de la Sonos Ray es un nuevo esquema de caja que consigue "proyectar todo el sonido". Una acústica totalmente rediseñada con la que poder utilizar la barra en cualquier lugar. Para intentar poner en apuros a los ingenieros de sonido de la marca, una de las pruebas llevadas a cabo en la presentación consistió en colocar el gadget en un mueble debajo de la tele.
El rendimiento en esa prueba de fuego fue extraordinario gracias en buena parte a la rejilla orientada hacia adelante. El objetivo de este planteamiento tan particular es el de minimizar al máximo la interacción con cualquier elemento externo. Que el sonido llegue directamente al usuario sin rebotes extraños que puedan arruinar la experiencia a la hora de ver cualquier contenido en el televisor.
Para otro tipo de dispositivo, el estar rodeado de madera y tan solo tener una dirección para propagar la onda se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. Ese encajonamiento no es un problema para la Ray, que hace su trabajo proporcionando un audio de primera incluso en una situación cotidiana en las que otras no salen airosas.
En cuanto a la experiencia sonora, el audio que sale de la barra de sonido es muy contundente con una claridad que nos hacen recordar a dispositivos más caros. A falta de probarlo en un entorno más controlado, a los graves les faltan un punto de fuerza que no consiguen proporcionar los 2 woofers de rango completo y el sistema pasivo de reflexión de bajos con los que cuenta la Ray. En cambio, en el apartado de las altas frecuencias, dispone de otro par de tweeters que hacen muy bien su trabajo.
Pero si de verdad hay que destacar algo que impresiona desde el principio, eso es la capacidad de dar vida a los diálogos. Estos grandes olvidados de los altavoces integrados en los televisores cobran especial importancia en el nuevo miembro de la familia de Sonos. La barra logra resaltar las conversaciones por encima de todo y en la medida justa, creando una atmósfera más inmersiva para el espectador que está delante de la tele.
Este afán por los diálogos también se deja ver en el empeño de Sonos por proporcionar un equipo de audio que sea también bueno reproduciendo música. Algo que consigue en parte gracias a tecnologías como el Trueplay que mide la acústica de la habitación empleando un iPhone (no disponible para Android) o la función integrada de Speech Enhancement, que consigue resaltar las frecuencias de la voz y así clarificar los diálogos.
Conectividad
Sonos tampoco ha querido arriesgar en el apartado de la conectividad proporcionando una carta interesante y lo más compatible posible. Uno de los reclamos de la Ray es que se trata de un dispositivo "enfocado a todo el mundo, incluso para aquellos que tienen una tele con más de 10 años". Debido a eso, la compañía ha decidido dejar de lado el ya estandarizado puerto HDMI y optar por una conexión óptica.
"Según nuestros cálculos, aproximadamente el 10% de las teles tienen actualmente un sistema de audio incorporado". Con la apuesta por una conexión óptica garantizan una enorme compatibilidad sin ocupar un puerto HDMI, tan escasos en televisores con algunos años encima donde tener más de uno era incluso extraño.
Una de las dudas que quedaron pendientes con la elección de este estándar tan antiguo es que directamente no se puede controlar el volumen de la barra de sonido junto con la tele. También han pensado en eso. Sonos ha incorporado un puerto con infrarrojos compatible con los mandos a distancia de la tele para que el nivel de volumen vaya acompasado.
La carta de especificaciones de conectividad se completa con un puerto Ethernet para conectar por cable al router y, cómo no, WiFi. Este último se emplea, junto con la app para smartphone, como punto de acceso para los servicios de música en streaming más importantes como puede ser Spotify o Apple Music.
Ecosistema
El ecosistema es uno de los puntos fuertes de Sonos. La integración entre los dispositivos es muy sencilla gracias a la aplicación para teléfono móvil, que permite crear espacios sonoros independientes en cada una de las estancias de casa o bien apostar por la unión en un mismo lugar de varios dispositivos.
Por ejemplo, se puede emparejar con altavoces Sonos One para crear un ambiente sonoro extraordinario para ver películas o series en el salón o bien combinar la barra con Sonos Roam con dispositivos repartidos por toda la casa.
Otra de las grandes novedades que ha presentado Sonos en Nueva York es el Sonos Voice Control. Los estadounidenses integraron en 2019 una compañía francesa especializada en el reconocimiento por voz para dotar de ciertas capacidades a sus altavoces y barras de sonido de forma local, sin necesidad de conexión a Internet.
Si bien la Sonos Ray no integra micrófonos y por ello no puede funcionar por sí sola con el Voice Control, existe la posibilidad de emparejarla con otro altavoz o barra de sonido que sí los tenga. Integrándose de esta forma entre las funcionalidades de control por voz que permite el asistente.
Subir y bajar el sonido de los diferentes altavoces, pasar canciones, controlar individualmente cada uno de los dispositivos de casa, reproducir música en streaming cuando se tenga conexión a Internet… Son solo algunos ejemplos de lo que puede hacer. Todo sin enviar un solo dato por la red ni un segundo de grabación para que se procese en la nube.
La Sonos Ray estará disponible en España a 299 euros a partir del 7 de junio, convirtiéndose en la primera aproximación de la compañía a una gama donde nunca antes había peleado. Los usuarios se encontrarán con un sonido excepcional aderezado con una tecnología de realce de diálogos complicado de encontrar incluso en dispositivos más caros de la competencia y un potencial de ampliación de ecosistema que tiende al infinito.
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