El gran bombardero de EEUU se renueva: misiles nucleares y un láser para carbonizar enemigos
El B-52 se encuentra en pleno proceso de actualización recibiendo nuevos motores y compatibilidad para el nuevo misil nuclear estadounidense.
2 noviembre, 2022 01:57Estados Unidos se encuentra inmerso en un ambicioso programa de modernización de aeronaves que llevará a alguno de sus modelos más históricos a permanecer en vuelo más de 100 años. Este tipo de iniciativas, de las que España no tiene ninguna, tienen el objetivo de continuar empleando plataformas todavía muy válidas cuyo máximo exponente es el bombardero nuclear Boeing B-52 Stratofortess como los seis que ha desplegado EEUU en el Pacífico ante la escalada de tensión con China
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Esta aeronave, que entró en servicio en febrero de 1955, es la elegida por la Fuerza Aérea para liderar una serie de proyectos de mejora para alargar su vida útil más allá del 2050. Se centran, principalmente, en la incorporación de nuevas motorizaciones con menor consumo, nueva aviónica y sensórica y la preparación para nuevas armas.
Boeing se encuentra actualmente trabajando en la integración de estos nuevos motores dadas las particularidades del B-52. Cuenta con un total de 8 motores repartidos dos a dos en 4 góndolas, con las entradas de aire prácticamente pegadas. El diseño tan complejo había mantenido el misterio de cómo se vería la aeronave hasta la publicación de los últimos diseños por ordenador. En ellos también se puede apreciar el rediseño del morro, que ahora prescinde de las protuberancias donde se escondían los radares.
Tras varios intentos fallidos de rescatar al bombardero como una plataforma de guerra electrónica (jamming, en inglés) con la creación de interferencias, finalmente el Departamento de Defensa de Estados Unidos se decidió por una serie de actualizaciones que mantuvieran la esencia bombardera del B-52.
Actualización centenaria
El primer gran programa de actualizaciones —llamado CONECT— de los B-52 se llevó a cabo en 2013 con la integración de nueva electrónica, sistemas de comunicaciones, ordenadores de a bordo y aviónica para la cabina de vuelo. "CONECT es la primera actualización digital importante del B-52 que brinda mejoras de comunicación y conciencia situacional, así como una arquitectura digital que proporcionará la base para futuras actualizaciones", según declararon desde la Fuerza Aérea.
La bahía central donde la aeronave guarda sus armas también se rediseñó completamente, lo que permitió incrementar un 66% la capacidad de carga. Además, se añadió la compatibilidad con más misiles y bombas —tanto guiadas como no guiadas— ya desarrolladas mientras abre la puerta a la integración de nuevo armamento nuclear en el futuro.
Del mismo modo, en el 2017 se publicó que científicos del Air Force Research Laboratory (AFRL) estaban trabajando en la incorporación de un arma láser dentro del avión. Este tipo de armamento es una de las grandes apuestas de las fuerzas armadas estadounidenses para el futuro más cercano, gracias a su reducido coste por disparo y al desarrollo de tecnologías tan potentes que pueden dejar fuera de juego a aeronaves, drones y misiles en milisegundos.
En abril de 2020, la Fuerza Aérea de Estados Unidos publicó el concurso público para la renovación de los motores Pratt & Whitney que habían permanecido sin cambios desde principios de los años 60 cuando se introdujo la versión B-52H. Ninguna de las grandes casas de motorizaciones se quiso perder el contrato y participaron la propia Pratt & Whitney, General Electric y Rolls-Royce, siendo esta última la ganadora final.
Según publicaron, el contrato finalmente se cerró en 2,6 billones de dólares por un total de 650 motores (608 para reemplazamiento directo y 42 más para recambio) del modelo F130. Rolls-Royce anuncia que todos ellos se fabricarán en Estados Unidos y ya acumulan más de 27 millones de horas de vuelo tanto en operadores civiles —principalmente en aviones ejecutivos— como militares, con el avión de transporte VIP C-37 y la plataforma de comunicaciones aéreas E-11.
En otras propuestas anteriores de modernización de motores se había evaluado la reducción de 8 a 4 por cada B-52, pero en este último proyecto se decidió mantener el mismo número de propulsores a cambio de equipar unos más pequeños, más baratos y menos potentes.
"El F130 ofrece una fiabilidad excepcional con alta preparación para la misión y bajos requisitos de mantenimiento", recalcan desde Rolls-Royce. Una vez instalado en la aeronave, el propulsor no necesitará ser desmontando en ningún momento de su vida operativa para realizar mantenimientos programados. "Además, proporcionará una eficiencia de combustible mucho mayor, incremento de alcance y menores requisitos de reabastecimiento en vuelo".
La Fuerza Aérea de Estados Unidos, por el momento, no ha publicado el rendimiento estimado que proporcionará al B-52 este nuevo conjunto de motores a bordo. Tampoco se sabe si afectará a otras especificaciones como la capacidad de carga.
Armamento nuclear
Al igual que lo fue desde los años 50 con las primeras bombas nucleares, el B-52 Stratofortess será una pieza clave para la siguiente generación de este tipo de armamentos. Además, variará su rol de bombardero a plataforma de lanzamiento de misiles con el AGM-181 Long Range Standoff Weapon, abreviado como LRSO.
El desarrollo de esta munición comenzó en el año 2017, con sendos contratos del Departamento de Defensa y la Fuerza Aérea de Estados Unidos a Raytheon y Lockheed Martin. Finalmente, Raytheon fue quien ganó el concurso de 2 billones de dólares, que pretende relevar al misil de crucero lanzado desde el aire AGM-86 de Boeing. Este "se desplegó en el apogeo de la Guerra Fría para evadir las defensas analógicas de la era soviética", según mencionó el mes pasado Anthony Cotton, general de la Fuerza Aérea, al Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos.
Según apuntó el propio Cotton, el desarrollo y la entrega a tiempo del misil LRSO "y su ojiva W80-4 asociada son esenciales para mantener una disuasión nuclear aérea efectiva y creíble, especialmente cuando los adversarios implementan sistemas digitales avanzados de defensa aérea". Estados Unidos se encuentra actualmente trabajando para extender la vida operativa de los misiles de crucero AGM-86 para que lleguen hasta 2030, al tiempo que reducen el inventario.
"Cuando nuestros adversarios ven o tal vez escuchan que nuestros bombarderos de largo alcance están en alerta máxima, les da un poco de pausa", continuó. "Las tensiones se pueden enfriar sin que un bombardero despegue". Se espera que las primeras unidades —de las más de 500 planeadas— de LRSO estén operativas para el año 2025 si no se producen retrasos. Se desconoce tanto el rendimiento de kilotones que tendrá como el alcance que obtendrá el misil.