Así es el submarino de EEUU que puede lanzar misiles nucleares a Moscú desde el Mediterráneo
En un movimiento que puede entenderse como un aviso a Rusia, China y Corea del Norte, el USS Rhode Island ha atracado durante 5 días en Gibraltar.
8 noviembre, 2022 01:13En un contexto geopolítico tan tenso como el actual, en el que se suman la guerra de Ucrania, las pruebas de misiles de Corea del Norte y la amenaza constante de China hacia Taiwán, que EEUU haya anunciado públicamente la presencia de un submarino con capacidad nuclear en el puerto de Gibraltar, muy cerca de España, no puede ser casualidad.
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El martes 1 de noviembre, el USS Rhode Island (SSBN 740) emergía en aguas gibraltareñas y atracaba en el puerto controlado por las autoridades británicas, donde ha estado hasta el pasado fin de semana. Y no ha sido el único en las últimas semanas: a finales de octubre, el Mando Central de EEUU reveló que otro submarino de la misma clase, el USS West Virginia, se encontraba en el Mar de Arabia.
Ambos anuncios son muy inusuales, ya que las operaciones de este tipo de embarcaciones suelen llevarse a cabo con el mayor de los secretismos, y pueden entenderse como un mensaje de disuasión nuclear bastante directo a los gobiernos de Pekín, Moscú y Pyongyang.
"La visita a puerto del Rhode Island a Gibraltar refuerza nuestro férreo compromiso con nuestros aliados y socios en la región. Los Estados Unidos y el Reino Unido comparten una sólida historia de cooperación, a través de ejercicios, operaciones y actividades de cooperación como esta, que mejoran nuestras capacidades combinadas y nuestra asociación", aseguró el capitán John Craddock, comandante de la Task Force 69, en un comunicado de prensa. "La complejidad, la letalidad y la experiencia táctica del Rhode Island representan la eficacia y la fortaleza de nuestros submarinos".
Misiles a 11.000 km
El USS Rhode Island es una de las 18 embarcaciones de la clase Ohio, que en su origen eran todos submarinos nucleares con misiles balísticos (SSBN, por sus siglas en inglés), hasta que cuatro de ellos fueron modificados para lanzar misiles de crucero (SSGN). Conocidos como Boomers en la jerga de la Navy estadounidense, la última vez que uno de ellos visitó el puerto de Gibraltar fue en junio de 2021, cuando el USS Alaska recaló en el Peñón.
Los 14 SSBN entre los que se encuentra el Rhode Island acarrean cerca de la mitad de cabezas nucleares estratégicas activas de EEUU. Precisamente, su diseño responde a la necesidad de la marina estadounidense de realizar patrullas estratégicas de disuasión de larga duración en plena Guerra Fría. Su construcción comenzó en 1976, pero no fue hasta 1981 cuando entraron en servicio por primera vez. El USS Rhode Island fue uno de los últimos de su clase en salir de los astilleros, ya que sus primeras operaciones corresponden a 1994, por lo que acumula más de 28 años en activo.
Una de sus principales características es su capacidad furtiva, que mejoró significativamente con respecto a todos los submarinos de misiles balísticos previos, como los de la clase Lafayette. En las pruebas que se realizaron antes de su entrada en servicio, el Ohio se consideró prácticamente indetectable, lo que proporcionó a la marina estadounidense una gran flexibilidad a la hora de desplegar su arsenal nuclear sin ser detectado.
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Diseñados y construidos por General Dynamics Electric Boat, responsable de la mayoría de submarinos de propulsión nuclear de EEUU, cuentan con una eslora de 170,6 metros y 12,5 metros de manga, lo que los convierte en uno de los submarinos operativos más grandes del mundo, y un desplazamiento sumergido de 18.750 toneladas. Su capacidad máxima de ataque es de 20 misiles balísticos Trident de cabeza múltiple y largo alcance. La última versión de estos misiles, los Trident II D5, tienen un rango de 11.000 km y son capaces de lanzar hasta 14 cabezas nucleares contra 14 objetivos distintos.
Para su propulsión, el USS Rhode Island cuenta con un reactor nuclear de agua presurizada S8G, dos turbinas de engranajes y un motor diésel auxiliar. Su potencia llega a los 60.000 caballos, que le permiten trasladarse a una velocidad de 20 nudos (37 km/h) a una profundidad máxima de unos 250 metros bajo el agua.
Además de los misiles interconintentales, los submarinos de la clase Ohio disponen de cuatro lanzaderas de torpedos Mark 48 ADCAP, diseñados para atacar otros submarinos de propulsión nuclear en aguas profundas o barcos rápidos en la superficie. Sin embargo, también pueden actuar como como sensores remotos, ampliando las capacidades operativas de los submarinos mientras patrullan.
A cada submarino se le asignan dos tripulaciones completas, que consisten en 15 oficiales y 139 marineros. Cada una de ellas suele realizar patrullas de disuasión de 70 a 90 días, momento en el que acude a algún puerto para el reaprovisionamiento y la rotación de la tripulación.
Para reducir el tiempo de permanencia en puerto y hacer más sencillo el proceso de reabastecimiento, los submarinos de la clase Ohio disponen de tres grandes escotillas logísticas que facilitan el acceso a las distintas partes de la embarcación, lo que acelera el cambio de tripulación y el constante mantenimiento de embarcaciones como el USS Rhode Island.
China y Rusia, a la contra
Mientras prosigue la construcción de los submarinos de la clase Virginia y hasta que entren en servicio los submarinos de la clase Columbia, el próximo salto generacional que quiere dar la US Navy previsto para 2030, otras potencias como Rusia o China han desarrollado sus propios colosos del mar.
En la actualidad, una de las mayores preocupaciones del Pentágono son los submarinos nucleares chinos de la clase Jin. Un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos describe el conocido como Tipo 094 como el primer submarino "disuasivo nuclear creíble" de la armada china. Este modelo cuenta con un sistema lanzador de misiles balísticos intercontinentales JL-2.
El armamento chino siempre está envuelto en secretismo, pero entre las especificaciones conocidas se sabe que cuenta con 135 metros de eslora por 12,5 metros de manga en su parte más ancha y unas 11.000 toneladas en modo inmersión. No se conoce el modelo y potencia del reactor nuclear —con autonomía prácticamente ilimitada—, que se encarga de la propulsión del navío así como el número de tripulantes necesarios para la operación.
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Teniendo en cuenta la movilidad de los submarinos y la capacidad para moverse secretamente a lo largo y ancho del globo, los Tipo 094 podrían atacar cualquier parte del mundo. Cada uno de los misiles cuenta de 1 a 8 vehículos de reentrada —conocidos como MRV— especialmente diseñados para desplegarse de forma independiente y así atacar a 3 objetivos distintos casi simultáneamente.
El JL-2 cuenta con la capacidad de llevar cabezas nucleares de entre 10 y 150 kilotones distribuidas en diferentes ojivas o un megatón de TNT cuando tan solo lleva un MIRV. En cada unidad de Tipo 094 y 094A hay espacio para llevar 12 de estos misiles nucleares.
Por su parte, Rusia cuenta con la clase Borei como punta de lanza de su arsenal nuclear balístico. Actualmente, existen tan solo 5 unidades de submarinos clase Borei operativos —de las 14 ordenadas—. Tienen una eslora de 170 metros y 13 de manga donde pueden acomodarse hasta 130 tripulantes, según Naval Technology.
Con una masa de desplazamiento de 24.000 toneladas, dispone de un único reactor nuclear que alimenta una turbina de vapor y hace girar un único eje. Pero, sin duda, en lo que más es en su armamento, los misiles Bulava. Desarrollados por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú, fueron especialmente concebidos para su uso en los Borei como el arma nuclear rusa de las primeras décadas del siglo XXI.
Tiene 12,1 metros de longitud por 2 de diámetro y una masa de 36,8 toneladas en las que se incluyen 6 vehículos de reentrada —cada uno cargado con una ojiva nuclear— que pueden dirigirse a diferentes objetivos a más de 8.000 kilómetros. El primer submarino en salir de los astilleros puede equipar 16 misiles Bulava, pero los siguientes tienen una estimación de 20 unidades.
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