Drones de usar y tirar: las 10.000 aeronaves que pierde al mes Ucrania para colapsar las defensas rusas
La gran cantidad de drones ucranianos que vuelan todos los días hacen que las defensas antiaéreas rusas no sean capaz de repeler todos los ataques.
28 junio, 2023 01:50Los últimos acontecimientos protagonizados por el Grupo Wagner estuvieron a punto de cambiar por completo la balanza de fuerzas en Rusia en su guerra con Ucrania. La revelación de su líder contra la cúpula militar del Kremlin hizo saltar todas las alarmas en Moscú, que se encontró durante varias horas blindada por tierra y aire debido al temor a un ataque coordinado dentro del país. Al mismo tiempo, los servicios de inteligencia de la OTAN, en los que participa España, monitorizan la situación cada vez más compleja.
Precisamente, el medio aéreo ha sido uno de los más disputados durante el casi año y medio de guerra. Ucrania, a priori peor armada en este flanco, ha conseguido llevar a buen puerto una serie de estrategias que han sido clave para colapsar las defensas antiaéreas rusas.
La gran cantidad de drones que Ucrania pone en vuelo todos los días y su escaso miedo a perderlos en batalla consiguen que los sistemas de guerra electrónica rusos no sean capaces de absorber tal cantidad de trabajo. Esta especie de vuelo de saturación consigue que algunas unidades traspasen la frontera rumbo al corazón de Rusia, llegando incluso a ejecutar ataques dentro de Moscú.
También le permite llevar a cabo misiones de intelitencia a través de las cámaras a bordo de los drones. E ncluso poder ejecutar ataques a muy pequeña escala portando granadas a bordo gracias a sistemas diseñados y fabricados en Ucrania.
El último informe elaborado por el Instituto Real de Servicios Unidos británico detalla que los sistemas de guerra electrónica y las armas de Rusia eliminan 10.000 drones ucranianos cada mes. Un porcentaje elevado —per desconocido— de estas aeronaves no tripuladas proceden de modelos civiles y comerciales, aquellos que cualquier persona puede comprar en una tienda de electrónica o incluso por internet.
Drones de 300 euros
El empleo de drones comerciales está muy extendido en el campo de batalla. "Hemos destruido tanques enemigos, equipos militares pesados y soldados muchas veces. Es un dispositivo muy efectivo", según declaró un soldado ucraniano a Reuters. Kakrurt, como se hace llamar este exprogramador, se encuentra alistado dentro de la 35ª Brigada de Marina y es el encargado de modificar estas pequeñas aeronaves que se pueden comprar por unos 300 euros.
"Es mejor hacer un uso efectivo de los recursos técnicos en lugar de las personas", prosiguió. "Es por eso por lo que las Fuerzas Armadas de Ucrania se están desarrollando muy rápido en esta dirección". Kiev anunció el pasado marzo que se encontraban en pleno proceso de ampliación de su programa de desarrollo de drones tanto para labores de reconocimiento como para atacar a objetivos enemigos.
El modelo de dron comercial más popular dentro de las filas ucranianas lo protagoniza un cuatrimotor que puede controlarse empleando únicamente el teléfono móvil. "Nuestro equipo ha decidido usar drones civiles y rehacerlos para destruir al enemigo", apuntó. "Son fáciles de conseguir y de adaptar para su propósito".
Durante toda la guerra han aparecido en redes sociales una infinidad de vídeos empleando estos drones civiles modificados. Algunos de ellos incluso con la capacidad de portar granadas y pequeñas bombas acopladas a un sistema de suelta remotamente controlado para dejar caer la carga sobre el objetivo.
Kakrurt declaró que estos drones no son vulnerables a los sistemas de interferencia rusos. Algo que no concuerda con lo que cuentan otros soldados ucranianos. "Las máquinas tienden a no durar mucho, las interferencias rusas provocan muchos accidentes", según relató un militar a Economist hace unas semanas.
La producción casi artesanal de drones también tienen una vertiente de aeronaves kamikazes. El taller kievita Eyes of Army (Ojos del Ejército, en español) se ha especializado en la creación de este tipo de sistemas basados en octocópteros que pueden cargar hasta 1,5 kilogramos de material explosivo. Y a un coste que se aproxima a un tercio de lo que vale un dron de grado militar equivalente.
Un grupo de ingenieros ucranianos voluntarios mostraron hace sólo unas semanas una modificación sobre uno de los drones comerciales más vendidos del mundo. Consiguieron una autonomía virtualmente ilimitada conectando la aeronave a tierra mediante un cable que se encarga de alimentar a los cuatro motores.
Estos últimos tipos, si bien son los más vulnerables por no contar con sistemas de protección de grado militar, no son los únicos que Rusia consigue derribar. Otros con capacidades más avanzadas de factura militar también caen a manos de Moscú gracias a sus sistemas de misiles antiaéreos y la guerra electrónica.
Sistemas de defensa
Moscú cuenta a lo largo de todo el frente con sistemas especialmente diseñados para detectar aeronaves y atacarlos desde los diferentes frentes electrónicos para confundir a los sistemas de a bordo. Desde los dedicados a la navegación —como puede ser el GPS— hasta anular a los radares para que no hallen a los enemigos.
Rusia ha desplegado en el campo de batalla una serie de sistemas de guerra electrónica y de inteligencia de señales muy sofisticados, entre los que se encuentran los TORN, los Krasukha-4 y los RB-636 que pueden identificar las señales de radio de las tropas ucranianas. Algo que llevan haciendo, al menos, desde finales de 2022 cuando se publicó que habían conseguido romper el encriptado del sistema de comunicaciones empleado por las tropas de Kiev.
Gracias a ello, Moscú ha podido desplegar estratégicamente sus sistemas de guerra electrónica; colocando aproximadamente un batallón cada 10 kilómetros a lo largo del flanco de batalla. Estos sistemas han demostrado eficacia incluso contra aeronaves de grandes dimensiones y tripuladas, como pueden ser los cazas.
"A medida que los complejos de guerra electrónica rusos comenzaron a desplegarse, los pilotos ucranianos descubrieron que a menudo tenían sus comunicaciones aire-tierra y aire-aire bloqueadas, su equipo de navegación suprimido y su radar fuera de servicio", según publicaron en diciembre varios analistas del Instituto Real de Servicios Unidos.
Si esa capacidad para dejar prácticamente fuera de juego a los cazas se traslada a los drones comerciales, la sangría de plataformas no tripuladas crece exponencialmente. "La expectativa de vida promedio de un cuadricóptero es de alrededor de 3 vuelos" de unos pocos minutos, según los mismos analistas. "La esperanza de vida promedio de un UAV de ala fija [de categoría militar] es de 6".