La máquina que lee el pensamiento: Descifrando lo que piensa nuestro cerebro
El título de este artículo es lo que os ha atraído a leer mis palabras y es posible que a algunos se os haya venido a la cabeza Stephen Hawking mientras lo leía. Supongo que todos los lectores tendrán una imagen en su memoria del famoso científico conectado a una máquina que “habla por el”.
Stephen Hawking, al igual que mucha gente en el resto del mundo, padece una enfermedad denominada esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que a grandes rasgos (os he puesto el link de wikipedia por si tenéis mas curiosidad a partir de esta generalización) provoca una pérdida del control de nuestros músculos por un deterioro de células en el sistema nervioso. La máquina que usa Stephen Hawking es un sintetizador electrónico, que resulta efectivo pero tarda varios minutos para emitir cada palabra.
Los investigadores han descifrado la actividad eléctrica que se produce en nuestro cerebro cuando escuchamos conversaciones o palabras. Registrando la actividad generada a partir de la escucha de muchas de las palabras de un idioma los investigadores son capaces de saber que palabra has escuchado y es aquí donde comienza el proyecto
¿Os imagináis la posibilidad de que fueran capaces de revertir este proceso? Es decir, a partir de la actividad generada al pensar una palabra un ordenador fuese capaz de reproducirla. Los investigadores que están desarrollando este proyecto tienen en mente a Beethoven, pues como todos sabemos el genio era capaz de escuchar sus composiciones siendo sordo. Pretenden conseguir que esta máquina funcione como el cerebro de Beethoven.
Para realizar la investigación y conseguir registrar esas actividades eléctricas que producimos al oir palabras los científicos presentaron a 15 voluntarios y tras cortar una zona de su cráneo para poder conectar unos electrodos en sus circunvoluciones temporales superior y medio, los sometieron a conversaciones de entre 5 y 10 minutos. A partir de estas señales obtenidas las comparaban con las que producen las ondas acústicas originales.
Si hacemos un pequeño inciso en los avances producidos en la neurociencia, vemos que son espectaculares, logrando cosas como tener la capacidad de mover una prótesis en un brazo o una pierna y coger objetos o mover un balón. Los autores de esta nueva investigación opinan que estos avances son relativamente sencillos en comparación a la reconstrucción de un lenguaje y finalmente afirman que el proyecto tiene un gran potencial médico.