Crean una máquina portátil para acabar con las infecciones mortales

Investigadores de Harvard han desarrollado un limpiador portátil que puede filtrar los patógenos de la sangre. Una gran esperanza contra la sepsis.

La sepsis es una de la mayores causas de muerte por infección del mundo, causada cuando la presencia de bacterias en la sangre lleva al cuerpo a evolucionar negativamente de manera muy rápida, extendiendo esa infección a todo el organismo y llegando a provocar la muerte.

Ahora surge un proyecto liderado por investigadores del Instituto Wyss de la Universidad de Harvard y centrado en la ingeniera biológica, cuyo objetivo es conjunto con el departamento de defensa de Estados Unidos para crear una máquina portátil que permita tratar las infecciones de soldados durante las guerras.

Obviamente la sepsis no sólo afecta en zonas de guerra, aunque todos sabemos que muchas investigaciones se centran primero en ese sentido. No existe actualmente ningún tratamiento efectivo contra este tipo de infecciones que matan a millones de personas cada año.

sepsis

Puede filtrar todo el volumen de sangre de una persona en 30 minutos

Se producen cuando una infección se extiende por el cuerpo provocando el fallo de muchos órganos, hasta ahora, los médicos actúan con antibióticos mientras se estudia qué está provocando realmente la infección y así centrarse en tratamientos específicos. El problema es que es un proceso lento y en la mayoría de ocasiones, se llega demasiado tarde.

Este dispositivo portátil actúa de una forma similar a una máquina de diálisis, pero elimina los patógenos independientemente de cuáles sean. Los investigadores han aplicado ingeniera genética a una proteína de la sangre que puede unirse a más de 90 tipos de bacterias, hongos, virus y parásitos, así como a las toxinas que sueltan.

Así, cuando la sangre pasa a través de la máquina, los patógenos se adhieren a fibras revestidas con dicha proteína y la sangre filtrada vuelve al cuerpo. Según el equipo, la máquina puede filtrar todo el volumen de sangre de una persona en 30 minutos. Hay una gran esperanza con este avance, aunque se seguirá probando en animales durante un año antes de los ensayos con humanos.