Microsoft ha conseguido engañar a todo el mundo. Bajo la pretensión de lanzar un competidor contra los Chromebook, ha lanzado un competidor de los Macbook.
Google hizo algo muy grande con los Chromebook: consiguió vender ordenadores en plena crisis de ventas. En mercados como EEUU, las ventas fueron tan altas que por si solas consiguieron mejorar las cifras de un mercado herido.
Lo consiguió de una manera sencilla: ofreciendo portátiles baratos y que hacían justo lo que necesitábamos. Nada más, y nada menos. Vale, Google no fue la primera en intentar esto, los notebooks son un concepto muy parecido, pero estaban cojos por la elección de Windows como sistema operativo.
Por eso, desde hace meses las webs hemos hablado de cómo Microsoft quería enfrentarse directamente a los Chromebook. De cómo quería recuperar ese terreno perdido, y vengar la afrenta de que Google se haya metido en su terreno.
Cuando Windows 10 Cloud empezó a rumorearse, parecía que las piezas estaban encajando; el nombre lo decía todo, Windows 10 Cloud usaría la nube de la misma manera que Chrome OS, para ofrecer una experiencia cercana a la de un PC, pero con sus diferencias.
Una jugada maestra contra dos frentes
Pero no. Pronto se descubrió que el nombre no tenía nada que ver, y que el nuevo Windows estaría más orientado a la educación; un mercado en el que los Chromebook han conseguido cierto éxito. Se llamaría Windows 10 S, y esta vez sí, sería la gran alternativa a los Chromebook.
Pero entonces llegó el día señalado. A pocas horas de la presentación oficial, se filtró el Surface Laptop, un nuevo ordenador portátil de Microsoft. Las dudas empezaron a correr por la red. ¿Realmente eso iba a enfrentarse a los Chromebooks? ¿No era pasarse un poco?
Aún sin todos los datos, estaba claro que el Surface Laptop estaba por encima de todos los Chromebooks; y eso significaba que iba a ser mucho más caro, y eso a su vez implicaba que Microsoft no iba a enfrentarse a Google con este ordenador.
Hasta que no terminó la conferencia, la jugada maestra de Microsoft no quedó completamente clara. En vez de centrarse en un frente, con la presentación de hoy Microsoft ha dado duros golpes a dos frentes diferentes.
Windows 10 S, la alternativa contra los Chromebook
Por una parte, el mencionado Windows 10 S; una versión barata y simplificada del sistema que puede actualizarse a Windows 10 Pro al módico precio de 50 dólares. Pero la idea es que la mayoría de los usuarios, los estudiantes, profesores, o simplemente gente que no necesita más, se quede en Windows 10 S.
Una versión que sólo puede ejecutar apps de la Tienda de Windows; al ofrecer aplicaciones como Office y Spotify, Microsoft cree que muchos usuarios no necesitarán la actualización. Y probablemente esté en lo cierto.
Microsoft no lanzará ningún dispositivo Surface orientado a estos usuarios. En vez de eso, serán fabricantes como HP, Dell, y Samsung los que se encarguen. Por el momento, los primeros modelos presentados son exactamente lo que nos esperábamos: portátiles pequeños (11-12 pulgadas), poco potentes (Intel Celeron y 4 GB de RAM) y baratos (a partir de 200 dólares).
Surface Laptop, la alternativa contra los Macbook
La sorpresa fue el Surface Laptop. Aunque por defecto también traerá Windows 10 S, Microsoft ofrece una promoción a todos los compradores para instalar Windows 10 Pro gratuitamente.
En otras palabras, el único motivo por el que el Surface Laptop usa Windows 10 S es porque es lo que tocaba promocionar hoy; y que en realidad, este portátil va dirigido a otro competidor, el Macbook Pro.
Fijaos que durante el artículo he llamado “portátil” al Surface Laptop. Porque eso es lo que es, es un ordenador portátil tradicional. Nada de trucos, nada de transformarse en tablet, nada de bisagras de diseños complicados. Es un ordenador portátil de Microsoft, punto.
Y eso es lo mejor que Microsoft podría haber hecho. El Surface Book fue un aviso, pero el Surface Laptop parece un dispositivo más “puro”; es lo que es, nada más.
Estas también son las peores noticias que Apple podría haber recibido. El año pasado intentó revivir el Macbook Pro con un “juguete”, la Touch Bar; pero no ha resultado ser más que eso, un juguete que llama la atención los primeros días. ¿Cuándo fue la última vez que vimos algo interesante con la Touch Bar?
Los críticos de Apple apuntan, y con razón, que la manzana lleva demasiado tiempo dejando de lado los ordenadores; y lo peor de todo es que la compañía lo sabe, y el propio Tim Cook ha intentado calmar los ánimos prometiendo un Mac Pro para profesionales (por increíble que suene) y más desarrollos.
Hoy Microsoft ha demostrado que, cuando uno se pone serio con algo, no le añade juguetes. Simplemente crea un producto serio, con un claro objetivo: ser un ordenador portátil. Al hacer esto, Microsoft hoy ha demostrado bastante madurez; una madurez que tendría que haber llegado antes, pero tal vez eso es pedirle peras al olmo.
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