Probamos el Omron HeartGuide: el tensiómetro que quería ser Apple Watch
¿Quién dijo que los wearables eran cosa de gene joven? Es cierto que en ese grupo de edad han tenido tradicionalmente una incidencia mayor, pero esto está cambiando con dispositivos enfocados para usuarios de más edad o con algunos requerimientos específicos que los relojes y pulseras inteligentes tradicionales no son capaces de satisfacer.
El perfecto caso es el que tenemos delante hoy: Omron HeartGuide. Un wearable con forma de reloj que se colocará en nuestra muñeca y esconde funciones tan interesantes como la del medidor de presión arterial.
Y lo mejor de todo es que no recurre a complejísimos sensores revolucionarios sino que lo hace a la antigua usanza. La mayor particularidad del reloj es que incorpora un mecanismo inflable como los que encontramos en cualquier otro tensiómetro, solo que adaptado a su uso en la muñeca.
Diseño: muy grande
He de reconocer que mi muñeca solo esta acostumbrada a estar abrazada por una discreta Xiaomi Mi band 4. Pasar de una delgada y ligera pulsera inteligente a un reloj del tamaño del Omron HeartGuide puede suponer una cuesta arriba importante si, por ejemplo, tecleamos mucho o realizamos tareas domésticas. Eso sí, si nos llegamos a acostumbrar no habrá mayor inconveniente. Pero es algo que hay que tener muy en cuenta si nos estamos planteando su compra.
Del mismo modo, para las personas que somos delicadas a la hora de ir a dormir, este dispositivo también puede suponer un impedimento. La correa que abraza al reloj no se clava en ningún momento a la muñeca pero el tamaño de la caja del reloj vuelve a ser un hándicap en este particular momento del día. Mucho cuidado con los manotazos nocturnos involuntarios si dormimos acompañados.
Centrándonos en cómo es el reloj, distinguimos una caja fabricada en metal que rodea la pantalla (con un contraste excepcional), tres botones laterales para controlar todas las funciones, una correa de silicona con broche en aluminio y el elemento principal: un brazalete hinchable. Muy similar al que podemos encontrar en otros tensiómetros más aparatosos pero, en este caso, adaptado al formato del reloj.
Mención especial a la forma de cargarlo. No tiene ningún conector estándar como el micro USB o el reciente USB Tipo C sino que se vale de una especie de pinza con dos pines que se conecta en un extremo del brazalete hinchable.
La autonomía está estrechamente relacionada con el número de medidas diarias. Con alguna medición aislada a lo largo de la jornada podemos estirar la batería hasta los 5 días. En cambio, si optamos por hacer un uso muy intensivo de la función difícilmente nos pasará de dos.
Funcionalidades
El HeartGuide se ha concebido como una mezcla entre reloj inteligente y tensiómetro. Lo de reloj inteligente más por forma que por las funciones que podemos encontrar que se asemejan más a las de una smartband (o pulsera inteligente) básica que a las de un Apple Watch. Tenemos una pantalla de inicio donde veremos la fecha y la hora, la batería y un pequeño icono que nos indica que está conectado por Bluetooth al teléfono.
Es de agradecer que la pantalla siempre permanezca con la hora visible. El gasto de energía es mínimo al igual que el nivel de brillo pero más que suficiente para consultar la hora de un vistazo.
También nos ha llamado la atención la posibilidad de visualizar notificaciones en el reloj. Sin grandes florituras, el reloj vibrará cuando recibamos una llamada, un mensaje o un correo electrónico. En la app, de la que hablaremos después, no encontramos la manera de activar notificaciones de otras apps como WhatsApp o Twitter.
La navegación entre las funciones se realiza con el botón central. Tras el reloj, nos informará de la última medición de la tensión junto con el pulso, seguido de los pasos (podómetro) y, por último, las horas de sueño. La medición no se realiza con complejos sensores como ocurre en otros relojes inteligentes. Si dejamos el reloj quiero sobre una superficie sin moverlo durante horas nos contará que hemos estado dormido todo ese tiempo. Por el contrario, en dispositivos como en la mencionada Mi Band 4 ofrece muchos más datos sobre el tiempo de sueño profundo, ligero o si nos hemos despertado a mitad de la noche.
La parte más importante del dispositivo es la relacionada con la medición de la tensión arterial. Tarea que podemos realizar en cualquier lugar de forma muy discreta. Basta con seguir las sencillas instrucciones que aparecen en pantalla tras pulsar el botón superior: poner el brazo ligeramente levantado contra el pecho. El brazalete se inflará y entonces comenzará a medir. Una vez terminado se deshinchará y nos mostrará la tensión arterial sistólica y diastólica; además de las pulsaciones por minuto.
Según la página web de Omron, el HeartGuide es el primer wearable para la monitorización de la presión arterial con certificación clínica por la agencia FDA (Food and Drug Administration o Administración de Alimentos y Medicamentos). Por lo que será válido para llevar un control exhaustivo de esta métrica tan importante para la salud.
Aplicación
Y hablando de seguimiento, la aplicación es necesaria para el funcionamiento del Omron HeartGuide. En ella podremos configurar algunos parámetros personales como la estatura, el peso, la longitud de la zancada y algunos hábitos de vida como el consumo de alcohol o de cafeína.
La primera sincronización puede resultar algo compleja si tenemos en cuenta la facilidad con la que otros wearables se emparejan con nuestros smartphones. Lo primero es hacernos una cuenta de Omron para seguir a continuación con un pequeño tutorial de sincronización. Si estamos habituados a 'trastear' con dispositivos no nos será muy complejo pero debemos ponernos en la piel del tipo de usuario al que va dirigido: una persona mayor.
Dentro de la aplicación también podemos revisar todas las métricas del reloj y acceder a los historiales. Algo interesante si queremos conocer nuestra progresión a lo largo del tiempo. Además, las pulsaciones -debido a que aumentan- se han convertido en una métrica importante a la hora de identificar infectados con el COVID-19.
También encontramos un apartado Recordatorios donde establecer alarms a diferentes horas (ideal para recordar a nuestros mayores la toma de medicación), una página de Ayuda al usuario y otra de Perfil donde configurar el reloj y abordar los datos personales.
De la aplicación nos gusta que tiene una interfaz de usuario muy bien adaptada. A parte de un generoso tamaño de los botones y del texto, destacamos lo intuitiva que es. No hay botones 'trampa' que puedan llevar a nuestros mayores a menús complejos y todo está dispuesto en la pantalla de forma muy clara.
Omron HeartGuide: para quién y para qué
Aunque ya lo hemos ido desgranando poco a poco durante la review, cabe señalar algunas particularidades a modo de resumen. El dispositivo nos parece una excelente idea para aquellos usuarios que no quieran cargar con un tensiómetro tradicional allá donde fueren. Añadiendo además un punto de 'inteligencia' en forma de notificaciones, podómetro o medidor de sueño.
Hay que tener en cuenta que tenerlo sincronizado con un smartphone es obligatorio si queremos disfrutar de todas las funciones. En cambio, si las necesidades pasan por tomarnos la tensión un par de veces al día estando en casa, el desembolso de las 499 libras esterlinas, unos 570 euros, nos parece demasiado como para sacarle todo el rendimiento.