Los llamados exoesqueletos parecen tener un futuro prometedor, aunque aún siguen pareciendo más propios de la ciencia ficción que de la realidad. Aún así, la idea es buena, ¿por qué no aprovechar la tecnología robótica para que los humanos podamos ser más fuertes o más rápidos?
En este sentido, recientemente os hablábamos de un exoesqueleto capaz de hacerte correr más rápido con menos esfuerzo. Otro ejemplo es el exoesqueleto de DARPA, con el que cualquiera puede levantar casi 100 kilogramos sin esfuerzo.
En este caso venimos a hablaros de un exoesqueleto que ejercería como una especie de fisioterapeuta robot, ayudando a todos aquellos que necesiten rehabilitación a realizar los ejercicios pertinentes.
Un fisioterapeuta robot
Cuando alguien sufre un accidente cerebrovascular es bastante corriente que pierda movilidad en la parte superior del cuerpo. Para acabar con esa parálisis normalmente hace falta acudir a rehabilitación, un proceso duro tanto para el paciente como para el fisioterapeuta que lo acompaña, ya que tiene que guiar a esa persona en la realización de movimientos para que su sistema nervioso vuelva a aprender, por así decirlo.
Como es lógico, el fisioterapeuta tendrá que hacerlo con multitud de pacientes, lo que termina convirtiéndose en una gran carga física. Por esa precisa razón, una compañía estadounidense llamada Harmony Robotics ha creado un exoesqueleto que les facilite el trabajo.
Bautizado como Harmony SHR, se trata de un exoesqueleto ideado para su utilización mientras el paciente está sentado. Éste incorpora dos brazos articulados que se ajustan a los del paciente mediante una serie de sujeciones.
¿La rehabilitación del futuro?
Tal y como podéis observar en el vídeo que hemos insertado, el robot realiza repetidamente una serie de movimientos que ayudarán al paciente a recobrar la movilidad con el paso del tiempo, como lo haría un fisioterapeuta de carne y hueso. Movimientos que, por supuesto, han sido programados con anterioridad para ajustarse a las metas específicas del paciente.
Éste no solo libra al fisioterapeuta de una tarea pesada, sino que también permitirá hacer más repeticiones de lo habitual. Asimismo, el exoesqueleto también puede utilizarse para la llamada terapia de sincronización bilateral, en la que el brazo robótico ayudaría al paciente a repetir con su brazo lesionado un movimiento realizado por el brazo bueno.
No cabe duda de que se trata de un uso novedoso para los exoesqueletos, que hasta ahora parecían estar vinculados solo con la mejora de las capacidades humanas. ¿Llegaremos a tener un fisioterapeuta robot alguna vez o esta idea quedará en el olvido?