Los primeros coches voladores estarían disponibles en Japón en el 2023, como parte de un nuevo servicio de taxis creado por un antiguo ingeniero de Toyota. Una promesa que han hecho muchos, pero ¿se hará realidad?
Ya estamos en el futuro y aún no podemos coger un coche volador e ir a cualquier parte, como nos adelantaron películas como Regreso al Futuro o Blade Runner; pero en este caso, la palabra clave es 'aún'.
Porque ya hay muchas startups en todo el mundo que han conseguido avances importantes en la tecnología necesaria para hacer este concepto realidad; y sí, también en España.
Tal vez una de las más avanzadas es SkyDrive, basada en Tokio y que esta semana ha hecho una promesa pública muy chocante, como recoge The Japan Times: para el 2023 tendrán coches voladores, y tienen el apoyo del gobierno para conseguirlo.
Los primeros coches voladores, ¿en Japón?
Estamos hablando de tres años, tal vez menos, para resolver los muchos desafíos técnicos que supone conseguir que un coche vuele; pero SkyDrive cree estar en la posición correcta para resolverlos, especialmente teniendo en cuenta su experiencia: su CEO, Tomohiro Fukuzawa, fue ingeniero de Toyota y fundó su startup para dar el siguiente paso en el transporte.
El resultado de su desarrollo es el SD-XX, un coche volador que por ahora es sólo un concepto; es completamente eléctrico y usa cuatro hélices en cada una de las esquinas para levantar el vuelo.
El plan de Fukuzawa es impactante: para el 2023 la compañía ofrecerá viajes en coches voladores a lo largo de toda Tokio; podremos viajar a cualquier destino dentro de los 23 barrios de la capital en apenas 10 minutos de vuelo. Un viaje que, en coche, normalmente puede tardar incluso horas dependiendo del tráfico.
Un coche volador pequeño para la ciudad
Eso es muy diferente de lo que otras startups plantean. La mayoría presentan sus coches voladores como una opción para viajar desde el aeropuerto fuera de la ciudad hasta el borde o, como mucho, alguna estación en el centro. Pero SkyDrive cree que puede ofrecer viajes dentro de la ciudad, más cortos y rápidos.
La gran ventaja de esto es que el coche no necesita una batería tan grande, y por lo tanto el coche es mucho más pequeño y ligero que otras alternativas; es posible aparcarlo en el mismo espacio que ocupan dos coches convencionales.
Es una idea que tiene sentido; con viajes cortos de diez minutos, es posible llevar clientes de un lado a otro de manera rápida y eficiente, sin preocuparse demasiado por la autonomía. Sólo dos personas pueden ir a bordo, y una debe ser el piloto, por lo que será un servicio principalmente dirigido a aquellos que quieran saltarse el tráfico y necesiten llegar rápidamente a su destino, probablemente personas de negocios.
Es por eso que inicialmente, este tipo de transporte no será ninguna revolución, ni cambiará enormemente el transporte de Tokio; pero como un producto premium puede tener mucho sentido.
El gobierno de Japón está ayudando a startups como SkyDrive para implementar su tecnología en el 2023, primero como un coche volador con piloto, y luego como un coche autónomo para el público general en el 2028.