Es oficial: Nvidia ha adquiridio a ARM por unos 40.000 millones de dólares, convirtiéndose en la segunda mayor compra de la historia del sector tecnológico, y la mayor de una empresa de semiconductores y procesadores.
ARM es la creadora de la arquitectura del mismo nombre, usada en procesadores móviles y para servidores en todo el mundo; si tienes un smartphone, es muy probable que use tecnología de ARM. Eso es porque los procesadores ARM destacan por un bajo consumo energético y una generación de calor muy baja comparados con sus rivales, los procesadores x86 de Intel y AMD usados en ordenadores personales.
Nvidia, por su parte, tampoco necesita presentación; es el fabricante de chips gráficos más popular del mercado, y sus gráficas llevan décadas siendo la referencia a batir.
A corto plazo: todo sigue igual
Es un momento importante para el futuro, tanto para el consumidor medio como para empresas que dependen de la tecnología desarrollada por ambas compañías; y como era de esperar, hay muchas preguntas al respecto.
Al menos hay tiempo para responderlas. Debido al tamaño de la adquisición y de su efecto en el mercado, probablemente el proceso y la aprobación de las autoridades tardarán al menos año y medio; es por eso que las consecuencias aún no se notarán del todo.
Ese es uno de los motivos por los que, pese a la magnitud del acuerdo, realmente no vaya a cambiar nada a corto plazo. El otro motivo es el propio esquema de negocio de ARM.
ARM no fabrica procesadores, sino que licencia su arquitectura para que otros lo hagan. Por ejemplo, Qualcomm es uno de sus clientes, que usa la tecnología de ARM como base para los chips Snapdragon usados en tantísimos móviles.
Apple es otro cliente importante, no solo con los procesadores usados en los iPhone y iPad, sino también en los que usarán los próximos ordenadores Mac.
La propia Nvidia es cliente de ARM, desarrollando sus chips Tegra con los que intentó ofrecer una alternativa gaming gracias a sus capacidades gráficas.
A largo plazo: IA y tecnología Nvidia en cualquier sitio
Nvidia ha confirmado que este esquema no cambiará con la adquisición; de hecho, apostará aún más por licenciar su tecnología a terceros para que desarrollen su propio hardware.
La apuesta será tan grande que Nvidia también licenciará su tecnología a terceros, incluyendo sus desarrollos móviles y para PCs. Nvidia ya licenciaba su tecnología móvil, pero ahora también incluirá sus productos para ordenadores. Los detalles no se han hecho públicos, pero eso indica que Nvidia podría permitir que otros fabricantes creen sus propias GPUs basándose en las de Nvidia.
Eso puede cambiar completamente el mercado gaming, que en estos momentos está vividido entre las GeForce de Nvidia y las Radeon de AMD. Nvidia domina el mercado, especialmente en la gama alta, pero AMD sigue ofreciendo buenas alternativas en la gama media y baja. Licenciar su tecnología puede permitir que otros fabricantes aparezcan con más opciones y Nvidia se podría convertir en el estándar de facto.
El sector móvil puede verse beneficiado si Nvidia empieza a integrar su tecnología dentro de la licencia de ARM, con nuevas GPUs móviles más capaces. Eso puede hacer que, por fin, los gráficos de nuestros móviles estén a la altura de las consolas.
El mercado de los servidores también se verá afectado. Los procesadores ARM son muy solicitados y Nvidia tiene mucho que decir al respecto. El aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial, con chips especialmente diseñados para ello, tendrá gran importancia en los próximos años y Nvidia se acaba de plantar como la opción por defecto.
A falta de que el acuerdo reciba las aprobaciones necesarias, ya es evidente que las consecuencias que puede tener para el sector son grandes, pero ¿serán buenas para el consumidor? Eso es lo que Nvidia ahora tendrá que demostrar.