Sí, los robots son una realidad en España desde hace años, pero no como los que muchos esperan. No son humanoides de metal, sino pequeños aparatos al estilo iRobot o Roborock. Sin embargo, los robots más avanzados están siendo constantemente puestos a prueba, incluso en entornos no habilitados para ello, como es el caso de las oficinas de Google.
Alphabet X, la división de innovación y desarrollo de Alphabet (antes conocida como Google X) ha desplegado multitud de robots en sus oficinas, más concretamente, en el campus Bay Area de las oficinas de Google. Robots pertenecientes a la iniciativa 'Everyday Robots', dispuesta a crear "robots de aprendizaje de uso real" para usarlos en entornos fuera de los laboratorios.
Concretamente, están desplegando una flota de más de 100 prototipos de robots que realizan de forma completamente autónoma varias de las tareas de las oficinas de Alphabet. Según Hans Peter Brøndmo, director de este proyecto, este robot puede desde clasificar la basura hasta coger objetos con una pinza.
Robots en las oficinas
Aunque estos robots no son para nada comunes. De hecho, son cuerpos cilíndricos con brazos que van sobre una plataforma con ruedas y una pinza en uno de los extremos. En la parte superior los robots tienen integrados sensores y cámaras de todo tipo para realizar visión mediante inteligencia artificial.
La idea detrás de este proyecto es simple: poner a estos robots en entornos realistas y realizando tareas cotidianas a las que se tendrá que enfrentar la robótica fuera de un laboratorio en el futuro. De momento, se encargan de pocas tareas de limpieza debido a que estos robots no deben interferir en el trabajo de los empleados de Alphabet, y de hecho estas tareas se ejecutan principalmente en los alrededores de las oficinas.
Lo difícil de la robótica
Estos robots aparecieron por primera vez en 2019, cuando Alphabet X mostró el proyecto. La idea del proyecto es la de hacerlos funcionar mediante aprendizaje automático con IA, para permitir a los robots funcionar en entornos no controlados por especialistas. Es decir, que se puedan mover de forma natural en sitios cotidianos, como una casa por ejemplo.
Estos robots, al principio, se encargaban de clasificar basura. El propio Hans Peter ha admitido que el robot que está limpiando las oficinas de Google es el mismo que se presentó en ese momento. "El mismo robot que clasificaba la basura ahora puede equiparse con una escobilla para limpiar mesas y usar la misma pinza con la que agarra laos vasos para aprender a abrir puertas".
Y es que esa es la parte más difícil de la robótica. La tecnología ya permite que los robots puedan hacer cosas que hacen los humanos, pero siempre en entornos y pruebas específicos y controlados. Hacer que estos robots puedan gestionar tareas en un entorno del que nunca antes han aprendido y necesitando adaptación constante es algo muy complicado a día de hoy.
De hecho, en el propio artículo de Alphabet X, se pueden ver unos GIFs de los robots en acción y no son ni mucho menos eficientes. De hecho, en varios de ellos tardan mucho en hacer una simple tarea e incluso se mueven de forma errática, mostrando que aún queda mucho camino por delante.
Lógicamente, este no es más que un experimento y no será hasta dentro de un plazo de tiempo bastante largo que veamos a esta clase de robots moverse por las oficinas del trabajo. Sin embargo, no deja de ser una iniciativa algo distinta que podría suponer el inicio de la democratización de la robótica avanzada en la vida cotidiana.
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