El espacio de los aviones no facilita la conversión cómoda y rápida de los asientos, pero cuando se hacen vuelos de larga duración como entre Madrid y Australia se agradece que los pasajeros puedan disfrutar de sillones, televisores y cama si va a descansar en el largo trayecto. Con esta idea surge un nuevo concepto de asiento flexible que se puede transformar hasta en tres espacios diferentes.
La empresa Butterfly diseña mobiliario para aerolíneas y su principal objetivo es que este sea lo más flexible posible, para que en pleno vuelo se pueda pasar de un espacio centrado en el trabajo a otro más apropiado para el descanso. Así surge este diseño tan llamativo.
Butterfly es una propuesta inspirada en la metamorfosis de las mariposas que presenta un tipo de asiento privado desmontable para los vuelos transatlánticos o locales. Su diseño permite la transformación completa y rápida en tres niveles del espacio y poder adaptar con facilidad las cabinas de los aviones a las necesidades de los pasajeros y la distancia del vuelo.
Tres espacios diferentes
Si el vuelo es de corta duración, si dura muchas horas y se necesita dormir o si la fila está reservada para una sola persona o una pareja. Todas estas posibilidades están reflejadas en el modelo Butterfly, para que los pasajeros o la tripulación puedan cambiarlo con facilidad antes o durante el vuelo.
Cada suite, como lo llama la compañía, se compone de un espacio con dos asientos colocados de forma escalonada. Esta posición, defiende la compañía, que permite colocar cómodamente los codos en los reposabrazos sin que se toquen con el pasajero de al lado.
Con un diseño de colores neutros, el concepto se puede adaptar a aviones premium o de clase business. Su transformación se ha relacionado con la metamorfosis de una mariposa. Los asientos se despliegan para dar paso a una zona de trabajo, "Una suite privada con acceso al pasillo" según la descripción de sus creadores.
Uno de los asientos se convierte en mesa donde colocar ordenador y otros objetos, mientras que el segundo se mantiene como asiento si es necesario. En este punto, entra el tercer nivel de transformación, en la Dream Suite el sofá al lado del pasillo se pliega también para convertir toda la estancia en una cama, "la más grande y plana de la industria con un ancho máximo de 36 pulgadas en el área de las caderas", lo que facilita que el pasajero pueda dar vueltas mientras descansa como explican sus diseñadores.
Aseguran que la versatilidad del espacio facilita diferentes entornos en los que socializar con otras personas, por ejemplo, invitando a otra persona a sentarse en el sofá plegado para charlar y comer durante el vuelo uno frente a otro. También sería posible que uno trabajara mientras la pareja duerme al lado.
Otras comodidades
Los sofás plegables que también se pueden reclinar, son los protagonistas del espacio, pero no los únicos elementos, enfrente hay dos pantallas de buen tamaño para ver contenidos multimedia y en la pared del habitáculo se pueden instalar estanterías para colocar las revistas y otros productos que la aerolínea quiera ofrecer.
El concepto ha ganado varios premios internacionales Crystal Cabin Award, el premio Passenger Innovation Award de IATA. Una forma de viajar que animaría a más de uno a visitar la otra punta del mundo.
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