La irónica sorpresa de los vehículos militares rusos: tienen componentes de Estados Unidos
Fuerzas ucranianas están encontrando chips de otros países como Estados Unidos en equipamiento militar ruso capturado o destruido.
30 mayo, 2022 17:03Noticias relacionadas
Una de las cuestiones principales sobre la guerra entre Rusia y Ucrania ha sido el posicionamiento político de las principales potencias mundiales. España, Estados Unidos y otros tantos países han dejado claro su apoyo a Ucrania así como su rechazo al régimen de Putin en esta invasión. Por eso sorprende, tal y como revela The War Zone, que existan componentes y chips estadounidenses en armamento ruso capturado o destruido por Ucrania.
Los servicios de inteligencia ucranianos han compartido una lista de componentes que han encontrado en equipamiento militar parcialmente destruido o capturado por las fuerzas de Zelensky y que provienen de otros países, especialmente de Estados Unidos. Algo llamativo, dado que estos países están apoyando con armamento a Ucrania.
Tal y como explican expertos a The War Zone no solo revela las capacidades de Rusia para obtener semiconductores, microchips y otros componentes, sino que además establecen dudas sobre la capacidad tecnológica del país para producir los componentes en los que se basa su maquinaria de guerra.
Microchips en armamento ruso
Los ejemplos son muy variados. La inteligencia ucraniana ha encontrado al menos 35 chips estadounidenses en misiles de crucero Kh-101, fabricados por empresas del país como Texas Instruments, Atmel Corporation o Cypress Semiconductor. En el caso del buscador de dirección de un sistema de defensa aérea Pantsir, los especialistas encontraron cinco chips fabricados por EE.UU, más concretamente por firmas como AMD o Rochester Electronics.
Lo mismo ocurre con un sistema electrónico óptico de una torreta de un helicóptero de combate Ka-52 Alligator. Los investigadores, al acceder a dicho sistema, se encontraron con 22 chips estadounidenses. No solo chips provenientes de EE.UU; algunos también incluyen otros países, como Corea. Otros ejemplos hacen mención incluso un vehículo militar 9S932-1, en el que también encontraron estos microchips. Algunos de estos componentes encontrados son increíblemente antiguos, datando en algunos casos de los años 1960 y 1970.
Las empresas responden
Lo más llamativo es que, según The War Zone, no existen indicios que muestren que estas empresas se saltaron las sanciones de Estados Unidos y otros países que prohibieron a Rusia obtener este tipo de equipamiento. Al no estar claro el origen de estos chips, es difícil discernir si estos provienen directamente de los fabricantes o si las fuerzas rusas están haciendo uso del mercado de segunda mano y reciclados proveniente de China de este tipo de chips.
Russian Barnaul-T 9S932-1 air defense command post captured pic.twitter.com/teEhS0XYVX
— OSINTtechnical (@Osinttechnical) April 2, 2022
Si algo ha destacado en esta guerra es la capacidad de Rusia de adaptarse en las peores condiciones posibles. Además de reforzar sus vehículos de formas rudimentarias, se ha visto a las fuerzas rusas confeccionando armamento casero, ya fueran armas simples o dispositivos como drones.
Parte de la teoría del mercado fuera de occidente se sustenta en las declaraciones de la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, que recoge el mismo medio. Raimondo aseguró que las sanciones impuestas por el gobierno de Biden y por otros países estaban forzando a Rusia a buscar otras fuentes para sus componentes clave. Según informes ucranianos, "cuando encuentran equipo militar en el suelo, está lleno de semiconductores que sacaron de lavavajillas y refrigeradores".
The Ukrainian military claims that the guidance systems and electronics recovered from Russian Kh-101 air-launched cruise missiles used in Ukraine were developed in the 1960-1970s. https://t.co/XF0lEM3jdH pic.twitter.com/4XTaWCO0WS
— Rob Lee (@RALee85) April 22, 2022
The War Zone contactó con fabricantes de microchips implicados en el descubrimiento y la respuesta de la mayoría fue que estas empresas ya no negociaban con Rusia, y otros dijeron que les era difícil controlar dónde acababan sus productos. Por ejemplo, la empresa Onsemi señaló que dado que sus chips no ocupan un grado militar, es probable que estos se puedan obtener de forma sencilla. Es el caso por ejemplo de Intel, que ya no hace negocios ni con Rusia ni Bielorrusia.