La verdad tras la compra de Instagram por Facebook
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Lo más impresionante no solo fue la temprana edad de Instagram en el momento de la oferta de Facebook sino también su tamaño, 13 empleados en un pequeño espacio situado en la zona de South Park de San Francisco pero estos 13 empleados habían conseguido atraer ni más ni menos que a 30 millones de usuarios y eso solo operando bajo un sistema operativo, iOS en un período de año y medio tan solo con una idea fantástica en su momento que fue la de facilitar la posibilidad de compartir imágenes en las redes sociales de manera fácil y sencilla y aplicar a estas filtros y efectos para hacerlas más originales.
Era tal su crecimiento que, pese a ser una herramienta sin una monetización clara empresas con capital riesgo apoyaron económicamente el proyecto de Instagram llegando a una financiación de 500 millones de dólares.
El inicio
Kevin Systrom, uno de sus fundadores nació en Massachusetts en el seno de una familia de clase media-alta. Tanto Massachusetts como la mayor parte de la costa Este de Estados Unidos no es el lugar más idóneo para la creación de nuevos proyectos o startups dado que era su idea soñada, la de crear una start-up que le permitiera ser rico rápidamente a través de una idea innovadora y esto solo podía ser posible en Sillicon Valley por lo que decidió marcharse a la Universidad de Standfort y empezar a mejorar como ingeniero y dar color a su futura herramienta. Al finalizar la universidad antes de la creación de Instagram estuvo de pasante en una red de microblogging con mucho potencial llamada Twitter y dos años en Google trabajando con herramientas como Gmail, Google Reader y otros productos.
Por otra parte estaba Krieger Mike, de origen brasileño que desembarcó en Estados Unidos como un techie más y con un sueño muy diferente que era el periodismo aunque empezó siendo diseñador y trabajador de la red social Meebo en San Francisco y, según el propio Systrom, Krieger era el corazón y el verdadero espíritu de lo que sería Instagram.
Lejos de lo que pueda parecer y de toda lógica, no fue en Standfort donde se fraguó la amistad aunque ambos fueran a esta universidad y se conociesen ahí sino su pasión por los bares que hizo que se vieran reiteradas veces hasta llegar a compartir opiniones sobre las novedades que iban surgiendo en la red y convertirse en amigos y tras esto en convertirse en socios cuando Systrom presentó a Krieger el proyecto Burbn y ofrecerle la posibilidad de ser cofundador.
Sin embargo las cosas se empezaron a poner feas, Burbn aunque había recibido en su momento una financiación para su creación y lanzamiento tenía una gran competencia con algunos meses de ventaja llamado FourSquare, por otra parte, NextStop, una empresa en la que Systrom había trabajado, había sido adquirida por Facebook por lo que le dió la sensación de haber perdido otra gran oportunidad de haber formado parte de uno grande, la primera oportunidad fue el crecimiento inesperado y desorbitado de Twitter.
La montaña Rusa
Tras este palo y lejos de tirar la toalla, Krieger y Systrom decidieron hacer borrón y cuenta nueva con Burbn y empezar de cero. Uno de los cimientos de un nuevo producto era el crear algo especializado, fluido y centrado en un sistema operativo que en ese momento era el dominante en el mercado de los smartphones, iOS y con un nuevo y original concepto que no fuese solo el de localización de locales y el primer concepto básico que se cambió era… en lugar de que una imagen fuera opcional de un lugar como un aspecto secundario ¿Por qué no dar toda la importancia a la imagen y dejar todo lo demás como algo opcional?
Systrom ya tenía experiencia con la fotografía como presidente del club de fotografía en Middlesex en su pueblo natal y fue en su visita a Florencia cuando fue descubirendo y conociendo algunas ventajas del uso de filtros de imágenes en un curso de fotografía.
Tras esto fue cuando empezó a tomar color un nuevo proyecto donde se mezclaba lo instantáneo y una tecnología más rústica pero directa como era el telegrama dando origen a Instagram y empezó a tomar color, forma y a crecer entre los usuarios de iPhone.
La novia atractiva
Instagram empezaba a ser una novia atractiva para algunas redes y una de ellas fue Twitter que le presentó una oferta de 500 millones de dólares por su adquisición pero el exceso de titubeos y negociaciones permitió que Zuckerberg, gracias a la filosofía de “tonto el último”o “el que no corre, vuela” se adelantó dado que el CEO de Twitter no tenía la agilidad que si poseía Zuckerberg en la toma de decisiones y en coste tan grande de dinero en el que Twitter dependía (y depende) de empresas de capital riesgo y Facebook si poseía en efectivo.
Es por ello que Zuckerberg presentó tal oferta que Systrom, asombrado, aceptó y esta oferta multiplicaba por dos la presentada por Twitter aunque se hizo de dos maneras, en efectivo y en acciones de Facebook que, debido a la caída de valor de estas acciones, el verdadero coste de Instagram fue de 736.500.000 dólares que, junto a la promesa de Zuckerberg de permitir cierta independencia de Instagram sobre Facebook, fueron razones de peso para los fundadores de Instagram para aceptar dicha oferta.
A Twitter no le hizo ninguna gracia esta adquisición y presentó en la Oficina de Corporaciones de California un estudio regulatorio del pacto final entre Facebook e Instagram aunque al final no tuvo más opción que resignarse y lamentarse por su lentitud en la toma de decisiones de este calibre.
Fuera de servicio
Los que en ese momento eran los 13 empleados de Instagram que trabajaban en un espacio muy reducido pasaron a trabajar en el enorme campus de Sillicon Valley de Facebook pero unas semanas antes de esta alegría vino un enorme barapalo para Instagram y es que debido a la indignación de Twitter sobre la compra de Instagram por parte de Facebook, el conocido servicio de microblogging decidió apagar el servicio de Instagram en su plataforma impidiendo la integración de las imágenes en los tuits como ocurría antes y dejando únicamente la URL de la foto así como el inicio de su propia plataforma que nunca llegaría a tener la popularidad y uso que tiene Instagram y empezó a trabajar en el formato de Twitter Card pero Twitter ya se adelantó y creó su propio sistema para impedir que Instagram volviera a dominar el uso de fotografías dentro de la propia red social.
Pero no fue este sino otro uno de los grandes problemas de Instagram tras la compra de Facebook y fue el cambio de términos y condiciones de uso de Instagram sin previo aviso por parte del departamento Legal permitiendo el uso de las fotografías de Instagram por parte de empresas para poder crear anuncios. Esto generó un enorme ruido (aunque por otra parte tuvo un repunte y aumento en el número de nuevos usuarios en Instagram) y, aunque Systrom dio marcha atrás en estos cambios, el daño ya estaba hecho y más teniendo en cuenta la creciente reputación al respecto que tenía Facebook en relación a la privacidad y los derechos de los usuarios.
Systrom reconoció su error en el cambio, no porque el cambio fuera malo sino que no supo reflejarlo ni demostrar que realmente era necesario para un futuro teniendo en cuenta la necesidad de comenzar a monetizar la aplicación y el servicio. Esto le sirvió de ejemplo y de lección a Systrom comparando lo sucedido como si Instagram fuera un pequeño país y de golpe se cambiara el color de todas las señales de tráfico sin aviso y sin una preparación previa. Tras esto todo ha ido más suave y han habido muchos menos problemas al respecto.
Así Instagram logró ganar un 1.000% más de usuarios de los que tenía previos a la compra, algo que también fue logrado gracias a la creación de una aplicación de Instagram para el Sistema Operativo que empezaba a dominar en el mundo móvil, Android y esto le ha logrado superar a un servicio con más antigüedad como Twitter que tardó 6 años en lograr ese número de usuarios.
En Sillicon Valley algunos opinan que la venta de Instagram a Facebook fue demasiado prematura pero Systrom opina que cuando aparece la oportunidad hay que aprovecharla y ya perdió varias ocasiones por esperar demasiado del mismo modo que Twitter opinará posiblemente lo mismo.
La historia de Instagram y de sus fundadores Kevin Systrom y Krieger Mike se convierte en otro claro ejemplo de como se puede pasar de la pobreza a la riqueza en tan solo unos meses de diferencia con grandes ideas en el mundo online.
Fuente: VanityFair