Tal y como adelantó Bloomberg, finalmente se ha confirmado que Microsoft despedirá a una gran cantidad de empleados durante los próximos doce meses. En total serán 18.000 personas las que perderán su trabajo, la mayoría de ellas (12.500) provenientes de Nokia después de la compra de la división de dispositivos. Se trata de la mayor cantidad de despidos de la historia de la compañía. Microsoft, que ya contaba con una división propia de dispositivos, se ha encontrado con demasiadas personas ocupando básicamente el mismo puesto (uno en Nokia y otro en Microsoft) y eso le ha obligado a reducir plantilla a marchas forzadas. La mayoría de los trabajadores afectados serán notificados en los próximos seis meses.

La mayor cantidad de despidos de la historia de Microsoft

Este movimiento confirma que la política de “dispositivos y servicios” tiene los días contados dentro de Microsoft tal y como prometió su CEO Satya Nadella. Eso no solo significa que los productos que veremos en los próximos años serán diferentes a los de ahora, sino que la compañía en sí será diferente; tal vez en los años 90 o principios de los 2000 Microsoft habría integrado todos estos empleados de Nokia en su estructura, pero esa no es su filosofía actual, y no queda claro que realmente se lo pueda permitir. Microsoft quiere centrarse en lo que sabe hacer bien y nada mas.

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Por eso tal vez no sorprenda el anuncio de Sadella de que los dispositivos Nokia X con Android serán integrados en la gama Lumia y pasarán a tener sistema operativo Windows. La Microsoft fabricante de dispositivos se centrará solo y exclusivamente en usar los modelos Lumia para promocionar Windows en el entorno móvil, nada mas y nada menos. Experimentos que podrían reportarle beneficios inmediatos pero con cierto riesgo de ocuparle demasiado la atención no tienen cabida.

Es una pena que el proyecto de Nokia X muera con un futuro tan prometedor por delante, pero lo es aún mas que tal cantidad de trabajadores pierdan sus puestos. ¿Será este el camino correcto para Microsoft? Nadie le puede echar en cara a Nadella que no tome decisiones duras, pero también puede pecar de lo contrario.

Fuente | Microsoft