Quedan pocas dudas de que una de las principales razones por las que Xbox One no pudo seguir el ritmo de ventas de Playstation 4 es porque venía con un invitado no deseado: Kinect. Pese a que Microsoft planteó toda una nueva experiencia alrededor del mejorado sistema de cámaras y micrófonos, los aficionados no parecían estar tan entusiasmados con la idea. Sobre todo porque parecía que por culpa de esta obligación de usar Kinect y de incluirlo con la consola, el precio de esta era unos 100 € superior al de Playstation 4. ¿Y para qué gastarlos si no lo vamos a usar y solo estamos interesados en los juegos?

Kinect demuestra ser un peso muerto en consolas

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Finalmente, y después de muchas declaraciones defendiendo la idea de Kinect, Microsoft decidió darle la razón a los usuarios y lanzar una versión de Xbox One sin Kinect por 399€. Y seguro que en estos momentos los directivos de la compañía se están felicitando por tomar esta decisión, ya que se acaba de saber que en el mes de Junio (el primero sin Kinect) las ventas de Xbox One se multiplicaron por mas de dos respecto a las de Mayo. Es un dato muy bueno, sobre todo porque los meses de verano no suelen ser muy fuertes por la poca cantidad de títulos lanzados en esta época del año.

Eso si, seguimos sin saber los datos exactos de ventas, así que es difícil hacer una comparación con lo que está consiguiendo Sony con su Playstation 4, pero al menos podemos decir que Microsoft vuelve a ser un contendiente en la lucha por el mercado de consolas después de un inicio de generación decepcionante. Además, no debemos llorar por Kinect, ya que ha encontrado su sitio en el mercado del PC donde es usado en muchas investigaciones y desarrollos.

Fuente | Xbox Wire