Windows 10 Technical Preview: así es la nueva versión del sistema operativo de Microsoft
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Microsoft no ha tardado demasiado en presentar al sucesor de Windows 8.1, después de toda una época de cambios y renovación. Ya tenemos presente entre nosotros Windows 10, pudisteis ver todos los detalles de la mano de la compañía de Redmond, y nos adelanta el camino que se va a tomar en la empresa enfocado a la unificación de plataformas.
Junto a todo esto, también tenían preparada una pequeña sorpresa a los usuarios avanzados: iban a adelantar una pequeña muestra de Windows 10 como preview técnica, algo perfecto para todos los impacientes que no pueden esperar a 2015. Y en Omicrono os contamos qué nos ha parecido esta previa del próximo sistema operativo de Microsoft.
Instalación: a la Windows 8.1
Haceros con el instalador es tan sencillo como ir a Windows Insider y registraros con vuestra cuenta de Microsoft: nos asignará una clave a nuestra cuenta y nos darán acceso a las imágenes que forman los archivos de instalación. No tiene mucha complicación descargar, descomprimir y pasar todos los archivos a un DVD o a un pendrive, aunque cuidado: aseguraros de que va a entrar en la memoria de lo que uséis.
Una vez lo ejecutemos desde el Windows que más rabia nos de (sí, requiere una instalación de Windows ya activa para instalarse, no podemos instalar en una partición limpia por el momento), y si habéis usado anteriormente el instalador de Windows 8, os resultará terriblemente familiar. No estáis solos: es igual en el proceso de instalación y configuración a Windows 8.1, nos toca esperar a que se instale para empezar a notar todas las novedades.
Y sí, antes de que lleguéis a ese paso: los pasos de la configuración son exactamente los mismos que tenemos que hacer en Windows 8.1, así que es muy difícil perderse en la instalación de la Windows Technical Preview aunque seamos novatos.
Escritorio: rediseñado a la antigua con toques de futuro
Una vez lo hemos instalado todo, podremos empezar a percatarnos de los cambios. Para empezar, el más destacado es que Modern UI (Metro para los amigos) desaparece como interfaz de inicio: en su lugar, cuando pulsemos al logo de Windows nos encontraremos con un menú Start rediseñado con un nuevo estilo y con tiles que conservan la esencia de Modern UI. Podemos configurar la lista y los tiles a nuestro gusto, en eso no hay ningún problema.
Por otra parte, y siguiendo con los cambios de Modern UI, se acabó lo de las aplicaciones corriendo por separado del escritorio: ahora todo se ejecuta dentro del escritorio y se mueve en sincronía con el, gracias a su nuevo diseño en ventana y a que no ocupan la pantalla completa. En ese sentido ha supuesto un muy buen cambio que facilita la navegación entre aplicaciones y programas. También desaparecen las barras laterales, en otro orden de cosas.
Y hablando de la navegación, ahora podemos dividir nuestro escritorio hasta en cuatro partes, y colocar más ventanas en su sitio gracias al nuevo asistente que aparece cada vez que usamos la característica. Más opciones para mejorar la productividad, en resumen.
Por otra parte, también tenemos con nosotros un nuevo botón que nos permite crear cuantos escritorios queramos, y acceder a ellos rápidamente. Esto viene muy bien cuando estamos trabajando con varios proyectos a la vez o para mantener tareas completamente separadas, aunque seguiremos teniendo un control de todas las aplicaciones abiertas desde la barra de tareas, estemos en el monitor que estemos.
Aunque también tenemos un nuevo amigo en la barra de tareas: un nuevo apartado de búsqueda que nos ayuda a buscar en el ordenador y en Internet más rápidamente desde el mismo sistema, algo que viene a rescatar la búsqueda de la desaparecida barra lateral. Y sí, para los resultados de Internet utiliza Bing y una aplicación propia de búsqueda.
Conclusiones: lo mejor todavía está por venir
El resto del sistema operativo, quitando detalles como los nuevos iconos o el nuevo diseño de las ventanas (marcos más finos acompañadas de animaciones más suaves y fluidas), no ha cambiado absolutamente nada para el usuario: sigue siendo lo mismo que si nos enfrentamos a Windows 8.1. Hay que recordar que no todos los cambios de Windows 10 vienen en esta Technical Preview, pero sí que hay que decir que deja con sabor a más y con la impresión de que no es un gran cambio, que sólo es el aperitivo de cara a 2015.
De todas formas, os recomendaría probarlo por vosotros mismos: no se encuentran demasiados fallos, aparte de lentitud anormal en algún que otro programa como Skype, y si os encontráis con alguno es muy sencillo avisar a Microsoft con la aplicación de reporte que han creado con la ocasión. Además, las actualizaciones van a llegar constantemente, así que puede que tengamos más novedades en el futuro.