10 impactantes ciudades de cine que no existirían sin efectos especiales
Un metódico repaso a algunas de las más míticas ciudades de cine que podemos encontrarnos en el séptimo arte.
5 marzo, 2015 22:07Noticias relacionadas
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A menudo, el cine nos ha permitido experimentar ciudades inventadas, futuras o pasadas, que han hecho volar nuestra imaginación y que no habrían sido posibles sin un complejo trabajo de efectos especiales y una voluntad artística enorme.
En casi todos los casos, estas ciudades de cine han conseguido hacerse un hueco en el imaginario colectivo porque, en su momento, no fueron desarrolladas como un elemento decorativo más, si no que se forjaron como una parte esencial de la película, con respiración y voz propias. Ciudades que definían a los personajes que vivían en ellas y que los sometían al ambiente y a la influencia de su arquitectura.
Ciudades de cine que nunca olvidaremos
Gracias a una brillante unión entre efectos visuales y dirección artística podemos deleitarnos con estas 10 ciudades que, por desgracia, jamás tendremos la ocasión de visitar si no es dándole al “play”:
Los Ángeles, 2019 (Blade Runner, 1982)
En la distopía por excelencia de Ridley Scott, encontramos la que seguramente sea la ciudad “ficticia” más completa y sugerente de la historia del cine, una maravillosa mezcla de art decó, ciberpunk e industrialismo llevada al límite en un ambiente neo-noir muy elaborado. Es imposible concebir la trama de Blade Runner sin la monstruosa, húmeda y decrépita ciudad que la asfixia en casi cada plano.
Debido al ajustado presupuesto de la película, la mayoría de maquetas se combinaron de forma distinta en varios planos para generar más imágenes sin tener que construir nuevos modelos a escala. Incluso llegaron a utilizar maquetas de otras películas. Por ejemplo, en el famosísimo paisaje del anuncio gigante encontramos los edificios de la Tyrell Corporation colocados en vertical y al mismísimo Halcón Milenario de Star Wars muy bien camuflado.
Galería de capturas HD de la ciudad.
Galería de fotos del making off de la ciudad.
Roma, 180 DC (Gladiator, 2000)
Si algo define a Ridley Scott es su don sobrenatural para “ambientar” una película, tanto por su buen gusto como por la capacidad de sugestión de sus ambientes. En Gladiator, Scott nos regala una Roma imperial majestuosa y crepuscular, elevada a la grandeza y la desproporción de los sueños de su despiadado César.
La exquisita fotografía digital acabó redondeando una infografía cuyo realismo sobrecogió a los espectadores de todo el mundo, utilizando la tecnología de modelado y texturización 3D más avanzada del momento. La antigua Roma y su Coliseo se levantaron ante nuestros ojos como nunca antes (ni después) habíamos visto, marcando una tendencia absoluta en el cine histórico posterior.
Tremenda escena de Cómodo volviendo a Roma.
Basin City (Sin City, 2005)
Poco se puede decir ya de la ciudad que da título a la película. Es el cómic mismo.
Una preciosa y muy estilizada construcción íntegramente en 3D hace que cobre vida la oscurísima urbe ideada por el gran Frank Miller.
Pieza making off de los efectos especiales.
Metrópolis, 2026 (Metrópolis, 1927)
La obra de arte de Fritz Lang posee, seguramente, el skyline futurista más icónico de la historia. Con la desmesura de su geometría despótica influenciada por la escuela Bauhaus, Lang nos mostró una urbe dividida: la ciudad de arriba (rica, solemne y estilizada) y la de abajo, sometida y esclavizada bajo los cimientos de Metrópolis.
En esta dualidad social y urbanística, Lang hace gala de unos efectos visuales “acojonantes” con una delicada composición, especialmente cuando muestra la Metrópolis exterior esculpida por rascacielos imposibles y grandes masas.
Rouge City, 2050 (Inteligencia Artificial, 2001)
La ciudad del placer concebida por Stanley Kubrick es una febril y deliciosa exaltación casi monumental del sexo y la prostitución. Los grandiosos puticlubs futuristas (en forma de pechos, penes y cuerpos gigantes con clara postura de “invitación”) conforman un luminoso parque de atracciones sexual en cuyo frenesí, nuestro protagonista deberá encontrar respuestas a su cruzada.
Otro gran ejemplo de maquetismo virtuoso apoyado por elementos creados por ordenador. Maquetas enormes, muchísima luz y un diseño de Chris Baker que brilla, sobretodo, en esa llegada a la ciudad por una autopista con forma de bocas felatorias. Una pasada.
Escena de la llegada a Rouge City
Minas Tirith (El Señor de los Anillos, 2001-2003)
Minas Tirith personifica la gloria pasada de los antiguos reyes humanos de la Tierra Media; una superestructura medieval de piedra blanca en forma de Torre de Babel que arquitectónicamente aún no ha sido alcanzada por la decadencia, ya que parece mantenerse intacta (y fría) esperando la llegada de un nuevo rey.
Al margen de su fabuloso diseño, el acierto de Minas Tirith es que fue íntegramente una maqueta (de enormes proporciones). Se nota algo en pantalla, pero curiosamente resulta mucho más creíble que los efectos especiales por ordenador porque encaja mucho mejor en ese tono de fantasía artesanal que tiene la trilogía de Peter Jackson. No hay nada mas gozoso que ver una película fantástica, dejarnos engañar con maquetas realistas y disfrutar del espectáculo.
Espectacular scena de Gandalf y Pippin llegando a Minas Tirith.
Nueva York, 2263 (El Quinto Elemento, 1998)
Tomando un poco el relevo a Ridely Scott en Blade Runner (aunque esta vez con una decadencia más kitsch francés que noir americano), Luc Besson nos hace volver a la distopía urbanística con una Nueva York sucia y kilométrica, que se caracteriza sobretodo por una masificación demográfica que ha violado la ciudad hasta volverla vertical, acosada además por un constante tráfico de automóviles voladores.
Bajo la estupenda influencia estética de Moebius, Besson y sus artistas de efectos especiales combinan a la perfección colosales maquetas artesanales con matte paintings y elementos generados por ordenador (coches, personas, humo…), consiguiendo un realismo alucinante y un look inigualable para una ciudad asquerosa pero con muchísimo encanto.
Persecución en coche, donde podemos ver gran parte de la ciudad.
Ciudad utópica (Origen, 2010)
En la película de Nolan se nos muestra una enorme ciudad mental diseñada por el protagonista y su difunta esposa, a modo de utopía algo enfermiza. Un terrible y complejo modelo de ciudad a merced de la imaginación de arquitectos hiperactivos.
Excelente creación por ordenador, rica en detalles y de un extraño realismo. Quizá la escena urbana más potente sea aquella en la que vemos la ciudad siendo consumida poco a poco por el océano de la mente.
Clip sobre cómo se hizo la escena de los edificios derrumbándose en la playa
Gotham (Batman, 1989)
Es difícil quedarse con una sola Gotham, pero la de Burton quizá sea la más icónica. Su tremendo diseño gótico-industrial funciona de maravilla como ejemplo de una ciudad exagerada y abandonada a la corrupción que necesita de un super-héroe para ser salvada.
Maqueta pura y dura y con mucho matte painting. Una delicia filmada con cámaras suspendidas en el techo que atravesaban las calles en miniatura.
Dark City (Dark City, 1999)
La Dark City que ideó Alex Proyas parece fruto de un fan drogadicto de Blade Runner, y posiblemente así sea, pero está más alejada de Scott de lo que parece. Dark City deja un poco de lado el futurismo cyberpunk para meterse de lleno y sin límites estéticos en el cine negro de los años 50, con una ciudad profundamente oscura cuya controlada arquitectura nos remite más al nazismo alemán que a la desproporción industrial, y por eso, en algunos momentos da muy pero que muy mal rollo.
Aún siendo una película de bajo presupuesto, la calidad de las maquetas y del CGI es asombrosa, sobretodo porque está sometida a un diseño maravilloso y una exquisita iluminación capaz de suplir cualquier carencia de medios. Un look de culto para una de las películas más injustamente infravaloradas de los noventa.
¿Creéis que falta alguna más?