La nueva política de privacidad de Spotify ha enfadado a muchos usuarios, pero ¿es para tanto?

La polémica sobre el nuevo texto que aceptamos al usar Spotify se ha encendido en cuanto unos pocos usuarios y medios influyentes han publicado su opinión.

De repente todo el mundo en las redes sociales se ponía de acuerdo en señalar con el dedo a Spotify y a catalogarla como el nuevo demonio.

La política de privacidad de Spotify no es nada nuevo

El problema está en algunos apartados dedicados a la recopilación de datos de nuestros dispositivos. En el texto Spotify nos avisa de que con nuestro permiso puede acceder a datos como nuestros contactos, nuestra localización por GPS o nuestra cámara.

Estos permisos adicionales están relacionados con las  funcionalidades de la app, y se pedirán al usuario cuando sea necesario; por ejemplo, si queremos poner una imagen de portada personalizada para una lista de reproducción, la app necesitará acceder a nuestra galería de imágenes.

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Es comprensible que los usuarios se pongan a la defensiva cuando leen que una app leerá sus contactos, pero es exactamente lo mismo que hace cualquier app que permite mandar mensajes, listas de reproducción, o cualquier otra cosa.

La dura verdad es que hoy en día nadie se lee los términos de uso ni la política de privacidad de los servicios que usa, y a la mayoría sólo les importa cuando se generan este tipo de polémicas.

Da igual que hasta ahora Spotify esté tratada en cierta estima por los aficionados a la música, sobre todo ahora que el streaming se ha puesto de moda y cualquier hijo de vecino tiene su propio servicio; una simple interpretación de las nuevas reglas por parte de alguien influyente es suficiente para empezar a tirar mesas y gritar que vas a cancelar tu suscripción.

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La polémica ha obligado a Spotify a pedir perdón a los usuarios, no porque realmente haya algo que perdonar, sino porque es la manera en la que hay que reaccionar si quieres seguir en este negocio. Una vez que pides perdón por lo que sea, la cosa se olvidará hasta la próxima polémica; hay decenas de ejemplos sólo en los últimos meses.

En este perdón la compañía aclara de nuevo que la app pedirá permiso explícito para acceder a estas funcionalidades añadidas; no lo aceptamos por defecto cuando instalamos la app. También recuerda la política que tiene para compartir nuestra información con anunciantes y propietarios de los derechos de autor; esta información sobre el uso que le damos a la app es anónima y nuestros datos personales no son compartidos. Esto es algo que ya sabías si habías leído los términos de uso.

Si la nueva política de Spotify no te gusta, prepárate para desinstalar la inmensa mayoría de las apps que usas en tu dispositivo, por no mencionar el propio sistema operativo, porque ya es una práctica común en el mercado. De hecho al pedir el permiso explícito para acceder a estos datos podría decirse que esta política es mucho mejor que la de otras apps.