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Software

Cómo una máquina expendedora detecta las monedas

Las máquinas expendedoras tienen que identificar dinero en décimas de segundo y clasificarlo. Cómo una máquina expendedora detecta las monedas.

6 noviembre, 2016 19:03

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Las máquinas expendedoras tienen que identificar dinero en décimas de segundo. ¿Cómo funciona una máquina expendedora?

Una máquina expendedora es uno de esos ejemplos de como una tecnología compleja puede parecer muy simple solo porque la tecnología está oculta y el servicio siempre ha estado disponible en nuestro día a día, desde que nacimos.

Sin embargo, una máquina expendedora tiene la difícil tarea de identificar monedas en menos de un segundo para comprobar su autencidad y conocer su valor, y después ordenar las monedas para poder devolver el cambio adecuado cuando sea necesario.

Cómo una máquina expendedora detecta las monedas

Cuando metes una moneda en una expendedora, durante la caída, un sensor láser mide el tamaño de la moneda y un electroimán detecta de qué tipo de metal está hecha la moneda. A partir de esos dos datos, la máquina es capaz de distinguir una moneda falsa de una real y de clasificar las monedas por su valor.

maquina-expendedroa-monedas

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Una vez que la máquina sabe que moneda has metido, puede abrir el acceso al conducto que te devuelve tu moneda, en caso de que sea falsa, o abrir el conducto en el que se almacenan todas las monedas de determinado valor. De esta forma, pueden saber qué monedas están devolviendo cuando tienen que dar cambio.

Cómo sabe una máquina si el producto ha caído

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Aunque tristemente casi cualquier persona se ha encontrado alguna vez con un producto atascado en una máquina expendedora y no ha sido capaz de conseguir aquello que ha comprado, hay muchas máquinas que se aseguran de que has recibido tu producto.

Para ello, tienen varios láser infrarrojos que detectan los productos al caer. En caso de que los infrarrojos no detecten nada, el motor que empuja el producto se reactiva para que el producto caiga.

Sin duda, una tecnología compleja que funciona tan rápido y tan habitualmente que ni siquiera somos conscientes de que realmente está funcionando.