No tendrás que esperar mucho para la próxima gran actualización de Windows 10

La próxima actualización de Windows 10 será lanzada en septiembre, apenas medio año después de la Creators Update.

Con el lanzamiento de Windows 10, Microsoft ya adelantó que iba a cambiar su método de trabajo; en vez de lanzar un par de Service Packs y pasar a otro sistema, Windows 10 recibiría muchas actualizaciones, y dentro de nada recibiremos otra.

Redstone 3, la próxima actualización de Windows 10

Por el momento no tiene un nombre tan atractivo, sólo el nombre código “Redstone 3”; pero eso no significa que no vaya a ser una actualización importante. Sobre todo porque cumplirá muchas de las promesas que la Creators Update no pudo cumplir.

Si os acordáis, Microsoft presentó muchas novedades que no han dado señales de vida. La unión de Mail y Skype en una sola aplicación social, con la que podíamos compartir cualquier cosa simplemente arrastrando, por ejemplo. También estamos esperando al nuevo centro de actividades.

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Se espera que Redstone 3 traiga algunas de estas novedades, además de otras funcionalidades en desarrollo. Una de las más interesantes es la nueva gestión de energía, que dará más capacidad de decisión a los usuarios.

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Con esta nueva funcionalidad, el sistema podrá optimizar los procesos que están en segundo plano para gastar la menor cantidad de energía posible; o bien podemos abrir un nuevo menú desde la barra de notificaciones, y aumentar la cantidad de energía permitida. Microsoft promete una mejora de la batería del 11%, lo que no está nada mal.

Project Neon, el nuevo diseño de Windows 10, probablemente también se estrenará con Redstone 3.

Dos actualizaciones al año, el plan para Windows y Office

Hoy Microsoft ha anunciado que Redstone 3 será lanzado el próximo mes de septiembre. No solo eso, sino que ha compartido los planes que tiene para las actualizaciones del futuro; tanto para Windows 10 como para Office.

A partir de ahora, cada marzo y cada septiembre de cada año Windows 10 y Office 365 recibirán una gran actualización. De esta manera, es más predecible saber cuándo cambiarán las cosas, algo que los desarrolladores agradecerán, pero también los usuarios.

Cada nuevo lanzamiento estará soportado sólo durante 18 meses; es por esto que, por ejemplo, la versión inicial de Windows 10 ya no está soportada.