La diferencia entre una cámara reverberante y una cámara anecoica nunca ha quedado tan clara como en este vídeo.
Hay veces en las que quieres reducir al mínimo la reflexión del sonido, conseguir el sonido más puro sin ningún tipo de reverberación.
La diferencia entre una cámara reverberante y una cámara anecoica
Para eso están las cámaras anecoicas, recubiertas de materiales de muy alta absorción acústica. Permanecer en una de estas cámaras durante demasiado tiempo te puede volver loco, ya que están completamente aisladas de todos los sonidos externos.
Al poco tiempo de entrar en la cámara, empiezas a escuchar sonidos que nunca habías escuchado, como tu propio corazón, o líquidos como la saliva y las lágrimas. No es aconsejable permanecer mucho tiempo en una de estas cámaras.
Y también hay ocasiones en las que quieres lo contrario, en las que quieres la máxima reverberación posible. Para eso están las cámaras reverberantes. Están recubiertas de materiales que reflejan muy bien el sonido, y por lo tanto hasta el más mínimo ruido será amplificado. Es por eso que son ideales para medir la potencia sonora, o estudiar un material para ver cómo absorbe el sonido.
Estos dos tipos de cámaras son muy útiles en estudios científicos, investigaciones y desarrollos tecnológicos, cada uno a su manera; ayudan a estudiar y a comprender mejor cómo se comportan diversos materiales ante el sonido, y también han sido origen de más de una leyenda urbana. Muchos de los aparatos que consumimos han pasado por estas cámaras para comprender mejor cómo funcionan y mejorar la calidad del sonido.
Un experimento sencillo pero que lo dice todo
Todo esto está muy bien, pero puede ser difícil de comprender hasta qué punto pueden suponer una diferencia. Lo mejor es entrar en una de estas cámaras para comprobarlo de primera mano, pero este vídeo es lo siguiente mejor.
Como veis, el experimento es muy simple: explotar un globo, primero en una cámara reverberante, , y después en una cámara anecoica. La diferencia es más que evidente.
En la cámara reverberante, el eco que forma la explosión es notable, es como si hubieran disparado una pistola; mientras que en la cámara anecoica, sólo escuchamos la explosión inicial, ya que las paredes absorben el sonido y no se produce un eco. El resultado es sorprendente aunque sepas qué es lo que va a ocurrir.
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