El ordenador siempre conectado se está convirtiendo en una realidad, y es de la mano de las figuras de los móviles siempre conectados. Microsoft y Qualcomm, la compañía de procesadores móviles y otros componentes, se han aliado para sacar una nueva gama de ordenadores con Windows. Hablamos de la iniciativa “PC siempre conectado de Qualcomm“.

La promesa sobre el papel es prometedora. Hablaríamos de ordenadores con baterías que durarían 20 horas, y que tendrían velocidades más rápidas que el WiFi. Además, no sería sólo más rápido: estaría siempre disponible al estar en las redes 4G. Serían equipos ultraportables, siempre conectados y con poco consumo de batería.

Además, no es una excentricidad que sólo se quedará en Estados Unidos. Varios países cuentan con operadoras que se han unido a Qualcomm en esta aventura. Y España no será ninguna excepción, porque Telefónica se ha anunciado entre los partners, según la nota de prensa. Es decir, la operadora española Movistar podrá tener conectados a su red estos portátiles siempre conectados.

Los ordenadores siempre conectados llegan fuerte

Y es ahí donde está la cuestión. Los ordenadores han evolucionado lo suficiente para ser finos y ligeros, capaces de viajar siempre con nosotros. Pero, y dejando de lado a excepciones con modems integrados, siempre dependíamos de las redes WiFi. Con estos portátiles nos darán igual las redes WiFi, siempre vamos a estar conectados a una red móvil con la que trabajar.

En realidad es como si fuese un smartphone, pero en un mayor formato. Al tener un Snapdragon siempre nos vamos a encontrar limitaciones de potencia, no se puede comparar a un procesador de escritorio. Pero la potencia del Snapdragon 835 debería bastar para ejecutar las tareas más comunes -navegar por internet, ofimática, etcétera-, e incluso podría ejecutar algunos juegos.

Aunque no está sólo en el mercado. Su mayor competencia ya lleva presente en el mercado bastante tiempo, y se llama iPad. La tablet de Apple ya ha convencido a muchos como herramienta de trabajo, o de mero entretenimiento. Y tiene versión con 4G, por lo que puede estar siempre conectados -siempre que queramos pagar el extra-.

Además, y aunque cuente con una presencia minoritaria, Android también quiere reclamar algo de ese mercado. Y no sólo hablamos de tablets, que también están presentes. Existen portátiles con Android, como el Pixel C, que podrían trabajar también con esta promesa. No sería nada extraño con un Google cada vez más metido en la fabricación de piezas propias.

Y no nos podemos olvidar de los portátiles que ya existen. Muchos tienen componentes mucho más potentes que un Snapdragon, y podrían hacer lo mismo con la integración de un módulo 4G. No tendrían esa vida de batería tan desorbitada, pero lo compensarían con creces con esa potencia añadida.

¿Tiene sentido esta apuesta en el mercado?

Lo cierto es que Qualcomm y Microsoft están apostando por un tipo de usuario muy particular, al que ya se le ha intentado convencer con otros dispositivos como las tablets. Y lo tendrán difícil para convencer, como ya lo han tenido sus antecesores. Pero es una apuesta que tiene sentido para ciertos perfiles, y que podría funcionar.