Reconocimiento facial en las aulas para saber si los alumnos están prestando atención, lo nuevo en China
El reconocimiento facial en las escuelas ya se está implementando en China, donde lo usan para detectar si los alumnos se distraen.
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Una nueva tecnología de reconocimiento facial en las escuelas permite a los maestros saber si los alumnos están a lo que tienen que estar. Pero, ¿no es pasarse?
El reconocimiento facial puede ser una de las tecnologías que más ha mejorado en los últimos años; ha pasado de ser algo que sólo veíamos en películas y en situaciones extremas, a una ocurrencia diaria. Cuando nuestro móvil puede reconocernos la cara, eso significa que puede implementarse en prácticamente cualquier sitio.
Y si hay un país que se ha vuelto algo loco con el reconocimiento facial, ese es China. Los avances que ha conseguido son sorprendentes, aunque tal vez más preocupante es su implementación.
Cuando es usada para capturar a un fugitivo de la ley entre 60.000 personas, nos sorprendemos; pero cuando es usada en conjunción con otras ideas como una “puntuación social”, nos preguntamos qué consecuencias puede tener en la sociedad.
Reconocimiento facial en las escuelas para cazar a alumnos distraídos
Ahora volvemos a hacernos la misma pregunta, pero esta vez en las aulas. Según medios oficiales, un instituto de Hangzhou ha implementado un sistema de cámaras que detecta las expresiones faciales de los alumnos; es usado para determinar si están prestando atención a la clase. Consiste en tres cámaras encima de la pizarra, que vigilan constantemente al alumnado.
El sistema es capaz de distinguir entre siete expresiones diferentes: feliz, triste, decepcionado, enfadado, asustado, sorprendido y neutral; de esta manera, usando esta información, es posible saber si el alumno está pendiente de la lección, o al menos, eso afirma el instituto.
En caso de que un alumno sea “pillado” sin prestar atención, los sistemas avisarán al profesor; este podrá tomar las medidas oportunas, como llamar la atención del alumno. El director del instituto ha dejado entrever que los que presten atención serán “marcados” con una A (de sobresaliente), mientras que aquellos que se distraigan serán marcados con una B.
Según uno de los alumnos que ya ha probado este sistema, desde que pusieron las cámaras “no se atreve” a distraerse y a tomar cabezadas como antes; las considera como unos “ojos misteriosos que constantemente me están vigilando”.
Cabe preguntarse si semejante tensión en el aula es lo más adecuado para el aprendizaje; aunque sus defensores afirman que no es diferente a que el profesor tenga un asistente, y que no es una invasión de la privacidad porque el sistema no graba vídeo, sino que sólo registra movimientos.