Durante dos décadas, si cogías cualquier ordenador usado en España aleatoriamente, lo más probable es que tuviese Adobe Flash instalado. Al fin y al cabo, era un programa imprescindible para disfrutar de la Web.
Aunque hoy en día ver imágenes, vídeos y jugar en el navegador web sea lo más normal del mundo, antes no era tan sencillo. Hace treinta años, cuando Tim Berners-Lee inició la Web tal y como la conocemos, las páginas web no eran mucho más que archivos de texto.
Con el tiempo, se ganaron opciones de maquetación y personalización, pero la base seguía siendo la misma; y a mediados de la década de los 90, eso ya no era suficiente. La popularización de Internet y de ordenadores con capacidades multimedia demandaba algo más.
Adiós a Adobe Flash
Flash nació para cubrir esa demanda. Este programa era un plugin, que se instalaba en nuestro navegador web para ejecutar contenido desarrollado específicamente para su plataforma. La ventaja es que este contenido podía ser mucho más completo, permitiendo a los desarrolladores meter vídeos, imágenes, y gráficos en sus páginas web. Algunas páginas web incluso estaban desarrolladas enteramente en Flash, tal era su potencial.
Pero Flash también era un nido de problemas. Profundamente inseguro, fue la puerta de entrada para muchos hackers, y prácticamente cada mes había nuevas actualizaciones que tapaban bugs. Y la Web cambió. La llegada de HTML5 hizo a Flash completamente obsoleto, ya que permite que cualquier navegador moderno reproduzca vídeos, contenido protegido, e incluso gráficos en tres dimensiones sin necesidad de instalar nada aparte.
La muerte de Flash ya estaba anunciada, para el próximo 31 de diciembre, pero esa fechae sólo simbólica. La verdadera muerte de Flash ya se ha producido.
Última actualización
Adobe ha lanzado la última actualización de Adobe Flash Player, que como era de imaginar no trae muchas novedades. De hecho, nadie debería instalar esta actualización, sino desinstalar Flash de su sistema si no lo ha hecho aún; muchos usuarios ni siquiera tendrán que hacerlo, ya que todos los navegadores ya han perdido la compatibilidad con Flash y Windows 10 borra Flash automáticamente.
Los únicos que deberían instalar esta actualización son los que no tengan más remedio que seguir usando Flash. Por ejemplo, empresas que dependan de software diseñado a medida o desarrolladores que quieran trabajar en viejos proyectos. El resto del mundo no tiene motivos para instalar Flash.
Adobe sabe muy bien esto, y ha aprovechado la última actualización de Flash para enviar un mensaje de despedida. La compañía ha aprovechado para agradecer a usuarios y desarrolladores por todo el contenido creado para Flash Player; un contenido que se perderá para siempre a menos que pueda ser salvado. Ya hay proyectos, como el de Internet Archive, que han conseguido salvar miles de animaciones y juegos y hacer que se ejecuten en navegadores modernos.